El contrato de hospedaje de familias permanecerá mientras se construye un nuevo albergue en Arizona, que se espera comience a funcionar en el próximo mes de mayo. En los hoteles los migrantes reciben pruebas de coronavirus, comida, atención médica y asesoría legal sobre el proceso migratorio. Organizaciones religiosas celebran la decisión y aseguran que eran ellas las que anteriormente brindaban estos servicios, ahorrándole dinero al gobierno.
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