En agosto del 2022, Daniel J. McGuire destruyó con un hacha el puesto de frutas de dos vendedores ambulantes hispanos. Dos años después, un jurado lo declaró culpable y lo obligó a pagarle a las víctimas más de dos millones de dólares. Tomás Escamilla, uno de los afectados, asegura que con ese dinero podrá hacer crecer su negocio.
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