En el 2019 la administración del expresidente Donald Trump había prohibido que los detenidos pudieran acceder a estos teléfonos, ya que, según se argumentó en ese entonces, se estaba haciendo un uso inadecuado del servicio, pero ahora esto cambiará y en los próximos cinco años la línea será rehabilitada en los centros de detención. Allí podrán comunicarse con familiares, obtener recursos y ayuda legal. Expertos calificaron esto como una gran victoria.
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