Las inundaciones repentinas ocasionadas por el azote de Helene en Asheville, Carolina del Norte, destruyeron la casa rodante de Mateo Aguazul, quien perdió todo su patrimonio y solo logró recuperar algunas prendas de ropa. A sus 65 años, este hispano se ve obligado a empezar de cero y asegura que intentará seguir adelante mientras Dios le "preste vida". También puedes ver: El último mensaje de una hispana que murió tras el azote del huracán Helene: "Dile a mis hijos que los quiero".