El aprender a disciplinar a nuestros hijos no es una tarea fácil pero sí muy necesaria. El establecer límites y reglas en el hogar es fundamental para el sano desarrollo de los más pequeños, tanto dentro como fuera de la casa, y sin duda nos ayudará a evitar confrontaciones, berrinches y faltas de respeto.
No pierdas la paciencia: La importancia de aprender a poner límites en los niños
Si te has enfrentado al dilema de cómo disciplinar a los más pequeños de la casa, tenemos para ti algunos consejos que te evitarán llegar a los excesos.


La realidad es que ya en la práctica, la cosa no es tan sencilla como parece; los padres llegamos a perder la paciencia y optamos por disciplinar, aunque no siempre de la mejor manera.
La psicóloga Amor Antúnez explicó en Despierta América que existe una línea muy delgada entre la disciplina y los abusos, que puede llegar a manifestarse en maltrato físico y psicológico; por lo que es importante considerar tres puntos a la hora de aplicar un castigo.
1. Entender que el castigo debe ser inmediato. No hay necesidad de recurrir a amenazas ni tampoco es bueno esperar a llegar a la casa cuando probablemente ya hasta lo hayamos olvidado.
2. Recuerda que el castigo debe ser proporcional a la falla. Debemos aceptar que el grado de enojo o frustación puede llevarnos a exagerar al momento de querer imponer autoridad y hacernos caer en los excesos. Por eso es importante pensar antes de actuar.
3. Dejar en claro a los pequeños los motivos por los que sus actos están teniendo una consecuencia ya que de otro modo por más que gritemos y nos enojemos, no entenderán el porqué de nuestra molestia.
Los gritos, jalones o amenazas no son la manera más eficaz para hacer que los pequeños entiendan el porqué de nuestra molestia, y mucho menos lo que esperamos de ellos. Por eso, antes de explotar, intenta darte unos instantes para respirar, analizar lo sucedido y pensar cómo debes proceder.
El aprender a establecer límites en el hogar, mantenerse firme a la hora de establecer reglas y hacerlas cumplir, controlar nuestras emociones y pensar ante todo en las consecuencias que tendrán los castigos excesivos, seguramente contribuirá de un modo positivo al sano desarrollo de los niños.
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