El coronavirus le arrebató de tajo la felicidad a esta familia inmigrante en Nueva York
El sueño de reunirse tras años de separación de esta familia inmigrante parecía hacerse realidad, con la llegada de Adalberta Hernández a Puebla, quien finalmente pudo abrazar a sus hijos. Sin embargo, el coronavirus se las quitó de repente y no solo no pudieron darle sepultura en su pueblo natal, sino que fueron engañados por una funeraria.
El coronavirus le arrebató de tajo la felicidad a esta familia inmigrante en Nueva York
El sueño de reunirse tras años de separación de esta familia inmigrante parecía hacerse realidad, con la llegada de Adalberta Hernández a Puebla, quien finalmente pudo abrazar a sus hijos. Sin embargo, el coronavirus se las quitó de repente y no solo no pudieron darle sepultura en su pueblo natal, sino que fueron engañados por una funeraria.