Con la mitad de su corazón en Chicago, inmigrante deportada dedica su vida ayudando a los demás
Ana Laura sufrió mucho cuando fue deportada y le prohibieron la entrada por 20 años. Su familia se quedó en Estados Unidos y no puede verla, pero eso no la detiene a ayudar a otros que, como ella añoran poder cumplir el sueño americano, sobre todo en estas fechas de fin de año.
Con la mitad de su corazón en Chicago, inmigrante deportada dedica su vida ayudando a los demás
Ana Laura sufrió mucho cuando fue deportada y le prohibieron la entrada por 20 años. Su familia se quedó en Estados Unidos y no puede verla, pero eso no la detiene a ayudar a otros que, como ella añoran poder cumplir el sueño americano, sobre todo en estas fechas de fin de año.