A los narcos les encantan los zoológicos por razones no estudiadas. Lehder, que parecía de otro estilo, sucumbió a la tentación y construyó el suyo. Orozco se lo cuidaba.
A los narcos les encantan los zoológicos por razones no estudiadas. Lehder, que parecía de otro estilo, sucumbió a la tentación y construyó el suyo. Orozco se lo cuidaba.