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Estuvieron vinculados al crimen organizado, pero la fe los cambió radicalmente

“Ángeles Mensajeros” es un grupo religioso de Ciudad Juárez, México, integrado en su mayoría por fieles que estuvieron de alguna manera vinculados al crimen organizado, se salieron y ahora, unidos, le hablan a quienes siguen ligados al mundo delictivo.

Video 'No somos ángeles protectores, ni de la oscuridad, ni de la luz. Somos ángeles que llevan un mensaje'


Por: Andrea Sambucetti

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Ciudad Juárez, Chihuahua, México- “Durante años, me tocó cubrir 17 muertos al día aquí. Y como evangélico dije: ‘algo tenemos que hacer’”, me contó Carlos Mayorga, un ex periodista que cubría la crónica roja en una de las ciudades más peligrosas del mundo.

Estábamos sentados en el patio de la iglesia Salmo 100, mientras sus fieles pintaban sus caras de blanco, se ponían túnicas y se colgaban alas gigantes, con plumas de edredones recogidos de la basura. Nos rodeaban carteles con frases como la siguiente “Chapo Guzmán, arrepiéntete”, “Emma Coronel, Cristo es tu salvación”, “Asesino, basta, ya habla”, “Policía corrupta, abre tu corazón”…

Lo que a Mayorga se le ocurrió hace tres años, fue una idea sin precedentes: “Ángeles Mensajeros” es un grupo religioso integrado en su mayoría por fieles que estuvieron de alguna manera vinculados al crimen organizado, se salieron y ahora, unidos, le hablan a quienes de siguen ligados al mundo delictivo.

Ex- sicarios, ex-traficantes, ex-secuestradores, ex-ladrones, ex-prostitutas, ex adictos. Todos “ex”, y que cambiaron porque algo terrible les sucedió y confiaron en la fe su nueva vida.

Vestidos como seres celestiales, estas personas intentan llamar la atención de quienes pertenecen al mundo de las drogas, la violencia y la prostitución.
Vestidos como seres celestiales, estas personas intentan llamar la atención de quienes pertenecen al mundo de las drogas, la violencia y la prostitución.
Imagen Cortesía de Carlos Mayorga.

Daniel por ejemplo, creció y se convirtió en un ladrón de automóviles en la frontera. Luego, escaló en el delito primero vendiendo y transportando droga y luego, como sicario. Involucró a su hermano en el negocio y fue una de las decisiones que más se reprocharía. Un día, en un tiroteo, su hermano resultó muerto y él decidió cambiar su vida para siempre. Hoy, es uno de los Angeles de Salmo 100.

Video Fue sicario y hoy recorre las calles de Juárez como “ángel mensajero”

Adrián era un niño “halcón”. A sus 10 años ya estaba vinculado con narcotraficantes de la ciudad ayudándoles con información y avisándoles de diferentes movimientos. Más tarde, comenzó a robar. Y luego, a secuestrar. En uno de los secuestros, lo detuvieron y lo sentenciaron con 174 años. También Giovanni desde muy pequeño se vinculó con el crimen organizado, pero en los Estados Unidos.
Ambos son hoy Angeles Mensajeros, y con ellos, visitamos una escena de un crimen al suroriente de Juarez y la cárcel donde estaba el Chapo Guzmán antes de su extradición a los Estados Unidos

Video Traficantes y secuestradores confiesan sus delitos más terribles antes de redimirse

A Lorenzo Soto lo conocen todos como “El Pantera”, apodo que se ganó porque en las peleas, el saltaba sobre el enemigo mordiéndole la yugular y bebiendo su sangre. Pantera fue un niño que sufrió todo tipo de maltrato y desamor. Se crió en las calles y comenzó con el uso de drogas desde muy pequeño. De hecho, a sus 11 años se dio su primera dosis de heroina. A los 17, cruzó a los Estados Unidos y se integró a la Mara 18. A esa edad también recibió 57 años de condena por haber asesinado al hombre que, según cuenta, quiso violarlo. 'Pantera' pasó más de la mitad de su vida dentro de una prisión y vivió una fuerte batalla espiritual. “Yo hacía pactos con demonios”, me contó. Hoy, su vida es otra.

Video ‘La gente se asustaba cuando me miraba morderle la yugular y beberme la sangre’

Juani y Mari son dos mujeres que por la adicción comenzaron desde los 16 y 13 años respectivamente, a prostituirse. También se vincularon con el narcotráfico, como mulas o vendiendo en las calles estupefacientes. Juani, además era una fiel seguidora de la santa muerte. Mari, una adicta a la heroina que la llevó a perder a dos niñas. Luego de haber sufrido padecimientos y aberraciones, ambas se salieron movidas por un cambio en su fe, de ese mundo. Con ellas, vestidas de angeles, visitamos puntos donde se mueve la droga, el alcohol y la prostitución en Ciudad Juarez. Las reacciones de quienes aun estan en ese mundo fueron sorprendentes.

Video “Dejé a mis 3 hijos por la droga, me perdí”: el crudo testimonio de trabajadoras sexuales

Cada uno de los ángeles ha cambiado su vida para siempre. Adrian apeló su sentencia y ganó la libertad por falta de pruebas en su contra. Hoy es un mecánico, un fiel Cristiano, un angel mensajero y está pronto a casarse. Juani y Mari trabajan en el comedor comunitario del Templo Salmo 100, más específicamente en la cocina, ayudando a quienes no tienen qué comer. Ninguna de las dos se droga ni se prostituye. Juani ha reconstruido su familia y su vida. Giovanni realiza estudios bíblicos, no descarta recuperar a su familia y es predicador en cárceles de la ciudad. 'Pantera', sin dudas, es quizás quien ha dado el cambio más radical, contando en conferencias, eventos y templos cómo se ha salido de la pandilla y cambiado su vida. Daniel, es un camionero de días largos. Trabaja duro y se animó a visitar la tumba de su hermano muerto, que nunca había visitado.