En el municipio de Jesús María, Sinaloa, los residentes dicen sentir miedo a dos meses de la detención del hijo de 'El Chapo Guzmán' que vivía entre ellos. Algunos se fueron para no volver, otros reparan en sus casas los agujeros dejados por la lluvia de balas. Lo que más les duele, según dicen, es el trauma de sufrieron los niños durante el operativo.
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