¿Para qué serviría un "bloqueo" a Venezuela? Esto es lo que nos enseña la historia

El presidente Trump ha subido el tono de la confrontación con Venezuela, amenazándola con un "bloqueo total" que podría estrangular la economía del país y generar gran sufrimiento entre la población. Sin embargo, el mecanismo no es nuevo y nunca ha dado resultados por sí solo, como demuestra la dinámica con Cuba, sometida a un feroz embargo económico desde hace siete décadas.

Video ¿Cuál es el impacto del bloqueo a buques petroleros sancionados que entran y salen de Venezuela?

El presidente Donald Trump anunció un confuso “bloqueo total” de los buques petroleros sancionados que trabajan con Venezuela, en un giro retórico de la escalada militar contra el gobierno de Nicolás Maduro, a quien parece quiere sacar del poder ya no solo por el narcotráfico, sino por supuestos agravios sufridos por EEUU en el manejo de la industria petrolera bajo la llamada Revolución Bolivariana.

Trump ha desplegado en las aguas del Caribe sur una gran flota que incluye al grupo de guerra del portaviones Gerald Ford, el mayor del mundo. En total, unos 30,000 efectivos militares estadounidenses participan en esa llamada 'Operación Punta de Lanza' que lanzó el Pentágono semanas atrás para controlar el tráfico de drogas y que ha implicado ataques contra lanchas rápidas en los que han muerto unas 100 personas.

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Pero eso fue cuando la preocupación de la Casa Blanca era la “amenaza” a la seguridad nacional que representaba el régimen de Maduro, al que considera una “organización narcoterrorista” que controla al llamado Cartel de los Soles y el grupo delictivo Tren de Aragua, pese a que no existen pruebas de que eso sea así.

Ahora el arsenal retórico de Trump subió un tono al incorporar la palabra “bloqueo” marítimo, que para efectos de las leyes internacionales es un acto de guerra y, en el proceso, ha generado gran confusión sobre cuáles son sus objetivos reales en Venezuela y cómo pondrá en marcha esa política de "bloqueo".

¿Servirá un bloqueo a Venezuela para derrocar a Maduro?

La historia reciente muestra que, aunque ha sido un recurso muy usado en el pasado, los bloqueos no sirven por sí solos para desestabilizar gobiernos enemigos, salvo que sean parte de una estrategia militar más amplia que incluya operaciones terrestres.

No hay que mirar muy lejos (en la geografía, aunque sí en el tiempo). La historia de EEUU ofrece dos ejemplos: desde lo sucedido durante la guerra de Secesión entre el Norte y el Sur, hasta la experiencia de más de 70 años de embargo económico a Cuba.

Si bien en el primer ejemplo el Sur sufrió escasez por el bloqueo del Norte, los barcos que burlaban el cerco continuaron abasteciendo a los rebeldes Estados Confederados. Los historiadores consideran que el bloqueo por sí solo nunca habría derrotado al Sur. El consenso histórico es que solo el dominio de militar obligó a la Confederación a capitular.

El caso más contemporáneo, el de Cuba, refuerza el argumento. Desde 1960 el gobierno comunista está bajo un embargo económico, al que La Habana y Naciones Unidas califican como "bloqueo", aunque no hay una cuarentena física de naves militares que impida que entren o salgan barcos de la isla.

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Solo en 1962, durante lo que se conoce como la Crisis de los Misiles cubanos, la Armada de EEUU aplicó una cuarentena marítima, que buscaba impedir que llegaran a puerto naves soviéticas que transportaban material bélico destinado a las recién identificadas rampas de lanzamiento construidas en la isla.

La cuarentena no llegó a las últimas consecuencias porque las negociaciones diplomáticas entre Washington y Moscú terminaron por reducir las tensiones con el desmantelamiento de las bases soviéticas en Cuba a cambio del retiro de sistemas de armas estadounidenses hostiles a la URSS emplazados en Turquía. El bloqueo fue solo una pieza, pero no llegó a ejecutarse porque los buques soviéticos dieron la vuelta y regresaron a sus puertos.

El embargo continuó con algunas alteraciones, relajaciones en los últimos diez años, seguidas de profundizaciones, pese a que el fin último que era la caída del gobierno comunista de Fidel Castro nunca se concretó. De hecho, la política de Washington ha sido aprovechada por La Habana para reforzar el respaldo nacionalista al régimen y, de paso, explicar todas sus fallas económicas (que no son solamente achacables al embargo).

Washington aplica una política económica, comercial y financiera que complica el comercio, la banca y hasta los viajes a Cuba, reforzada por la inclusión del país en la lista de Estados Patrocinadores del Terrorismo que le restringe el acceso al sistema financiero mundial. Sin embargo, hay un comercio permitido: el de alimentos, medicinas y bienes humanitarios, siempre que se paguen por adelantado y en efectivo. Y productores de EEUU lo han aprovechado: en 2023 exportaron casi 600 millones de dólares a Cuba.

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Cómo Maduro puede usar el "bloqueo" a su favor

En el caso venezolano, un hipotético bloqueo o embargo, podría generarle a Maduro una base que ahora no tiene al exacerbar la defensa de la soberanía nacional, incluso en sectores que hoy le adversan pero que consideran injustificadas las amenazas de Trump.

Desde tiempos de Hugo Chávez, la Cancillería venezolana (antes en manos de Maduro), siguiendo el ejemplo cubano, habla del "bloqueo" estadounidense, por las sanciones a sus funcionarios o la veda de compra de tecnología militar.

En 2015, el presidente Barack Obama declaró a Venezuela una "amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad nacional de EEUU" y emitió las primeras sanciones contra funcionarios. Entre 2017 y 2019 Trump prohibió a Venezuela operar en los mercados financieros estadounidenses y en 2019, impuso un embargo a PDVSA, bloqueando la venta de petróleo a su principal cliente y confiscando activos de PDVSA como la red de distribución de combustibles Citgo.

Hasta ahora, la mayor parte de la oposición venezolana ha estado de acuerdo con la presión que ejerce Washington, aunque reconozca que le genera problemas, no solo al gobierno, sino a la población general. Incluso, la amenaza de sufrir una invasión estadounidense para derrocar a Maduro cuenta con un gran apoyo, en una sociedad que parece no encontrar más vías para resolver su crisis política por el empecinamiento del gobierno de no cumplir con los acuerdos que se han logrado.

Un hombre contempla el mar en la ciudad de La Guaira, Venezuela, donde ondea la bandera nacional, el miércoles 17 de diciembre de 2025.
Un hombre contempla el mar en la ciudad de La Guaira, Venezuela, donde ondea la bandera nacional, el miércoles 17 de diciembre de 2025.
Imagen Ariana Cubillos/AP


Pero cuando Trump levanta el fantasma de una intervención que se apropie de tierras y riquezas venezolanas, como acusó el gobierno de Caracas, la reacción puede ser distinta y exacerbar un nacionalismo que podría hacer que los contrarios al gobierno terminen anulados en medio del fervor patriótico.

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El economista José Guerra, un exdirector del Banco Central de Venezuela que es una de las voces más críticas de los gobiernos “bolivarianos”, dijo en un mensaje en su cuenta de X que aunque las expropiaciones de Chávez fueron “un desastre”, aclara que “no es cierto que Venezuela robó petróleo y tierras a EEUU”, como asegura Trump para justificar el recién anunciado bloqueo.

“De las empresas petroleras expropiadas el juicio pendiente es el Conoco. Exxon ganó el juicio y recibió su pago. Insisto: Chávez cometió un grave error con esa política suicida. Venezuela es más que Chávez y Maduro y el pueblo no tiene porqué (sic) pagar por lo que hizo y hace Maduro”, escribió Guerra.

¿Ha funcionado algún bloqueo/embargo en la historia reciente?

El caso de la Sudáfrica del apartheid blanco contra los negros es frecuentemente presentado como uno de los pocos casos de embargo económico que terminó dando el resultado esperado, pero fue producto de varios años de aislamiento financiero que generó caos en la economía local y de una confluencia política particular que forzó el cambio.

El aislamiento y las penurias que sufrió toda la población (incluso la mayoría negra a la que se buscaba “liberar” de las políticas racistas del Estado sudafricano) generaron divisiones entre la minoría blanca gobernante y terminaron llevando a un cambio de guardia que permitió entrar en negociaciones para la transición.

Cuando Nelson Mandela fue liberado de la prisión en 1990, aseguró que “levantar las sanciones ahora supondría correr el riesgo de frustrar el proceso para poner fin al apartheid”. Para el futuro primer presidente negro sudafricano, más que el impacto económico, sopesaba un factor psicológico que debía seguirse trabajando.

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Algunos piensan que en Venezuela podría suceder algo similar, porque el país cuenta con una oposición activa, aunque fragmentada y perseguida, que recientemente recibió un importante balón de oxígeno con la concesión del premio Nobel de la Paz a su líder máxima, María Corina Machado.

Sin embargo, hasta ahora y pese a la creciente presión estadounidense, no parecen estar las cosas para que gobierno y oposición se sienten nuevamente a dialogar, porque los de Maduro no reconocen a sus adversarios y los de Machado, al cabo de años de acuerdos incumplidos, no confían en la palabra del oficialismo.

En el proceso, mientras la retórica sigue en esos altos niveles e independientemente de que el bloqueo se concrete o no, los venezolanos verán complicarse aún más su ya de por sí precario nivel de vida.

Video Trump ordena el bloqueo de todos los buques petroleros sancionados que entren o salgan de Venezuela