¿Nos está queriendo decir algo Melania con sus reticencias a darle la mano al presidente Trump?

Melania rechaza dos veces consecutivas en una semana las manos de su esposo, pero no es la primera vez que lo hace. Tampoco hay que olvidar que Trump le ha dejado muchas veces las manos extendidas a ella. ¿Qué hay detrás de este desacuerdo de manos?

Video Otros momentos en los que Melania parece hacerle un desplante a Donald Trump

Melania Trump, en su arribo a Roma, no quiso bajar del avión presidencial tomada de la mano de su marido. Es la segunda vez que se niega a estrechar la mano de Donald Trump esta semana. Pero esa falta de intimidad, en realidad, no debería sorprender a nadie.

Si se revisa en viejas fotografías las maneras como algunas parejas presidenciales emblemáticas han bajado del AirForce One en sus viajes no es difícil notar dos elementos comunes: los cuerpos del presidente y la primera dama suelen ir juntos (casi alineados) y además, acostumbran ir tomados de la mano, cuando no fundidos en un abrazo.

Algunas de las más recientes parejas presidenciales bajando del AirForce One.
Algunas de las más recientes parejas presidenciales bajando del AirForce One.
Imagen Getty Images

Pero esa es una regla que Donald Trump y Melania han decidido romper y desterrar desde que se embarcaron en su rol en la Casa Blanca.

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Primero, fueron evidentes las distancias abrumadoras que marcaba Donald Trump de su mujer cada vez que bajaba del avión, una distancia que se hizo casi escandalosa en su llegada a la casa de campo en Mar-a-Lago el 26 de abril y que quedó inmortalizada en esta foto.

Melania desciende sola del avión presidencial en Mara-a-Lago.
Melania desciende sola del avión presidencial en Mara-a-Lago.
Imagen Getty Images


Una distancia también notoria en otras situaciones como aquel momento tan celebrado en redes cuando llegaron por primera vez a la Casa Blanca mientras los Obama los esperaban, y en el que Trump pareció olvidar a su mujer.

Pero ahora es Melania Trump la que está marcando la distancia, la que no parece querer que Trump la espere, ni la lleve de la mano y es ahora ella la que con sus actitudes está dándole un festín a los expertos en lenguaje corporal. Esto dijeron después de su desprecio en Tel Aviv.

Video En video: El manotazo de Melania a Donald a su llegada a Israel

"Él estaba caminando adelante, mostrando su poder y poniendo su mano atrás tratando de marcarle el paso y el camino a ella como a una niña y la mano de Melania primero fue abajo y luego arriba como si le estuviera diciendo “No, tu no puedes manejarme como a una niña”, le dijo al Bussines Insider la experta en lenguaje corporal, Patti Wood, quien ya había analizado una serie de fotografías de la pareja.

Las evasivas manos de Melania Trump vienen demostrando desde hace unos meses con contundencia que no quieren ser tocadas por el presidente, por lo menos cuando de descender de un avión se trata. En una situación parecida a la ocurrida en Roma, cuando Trump y Melania llegaban en un avión a Washington el 19 de enero, antes de la inauguración, Trump intentó tomarle la mano y aunque ella ligeramente cedió, luego lo soltó.

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“Una corta historia de dos personas que se sostienen la mano”, sentenciaban los testigos en Twitter.

"La brevedad de este estrechón de manos me muestra que ellos han tomado la decisión de no mostrar intimidad en público”, concluía Wood en su momento.

Pero no fueron solo las manos las que no se encontraron. Durante la inauguración, en la que el comportamiento de la pareja presidencial estuvo bajo exhaustivo escrutinio, se hizo evidente en videos que Donald Trump y Melania ni siquiera se tocaron cuando se dieron el beso después del juramento del presidente. Un beso al aire.

Donald Trump, sin embargo, tuvo su momento de desquite, (si se puede plantear en esos términos una relación de pareja) cuando en su primer llegada a Mar-a-Lago, fue él el que simplemente decidió hacerle el quite a su mujer dejándole a ella el brazo extendido.

“Donald Trump no le sostiene la mano a su mujer en público porque quiere ser percibido como una figura presidencial alfa”, se pronunció de nuevo Wood, quien añadió: “ Típicamente unas manos juntas hablan de la unidad de la pareja y con este gesto Trump parece querer ser visto como yo ‘soy el presidente por mí mismo’”.

¿Qué estará queriendo decir Melania con sus consecutivas reticencias de tomar de la mano a su esposo en Tel Aviv y Roma? ¿Nos estará queriendo decir que ella es una primera dama por sí misma? ¿Una primera dama alfa? También cabe preguntarse ¿en verdad nos está mandando Melania Trump un mensaje con sus reticencias? Quizás esto no sea más que la evidencia de un acurdo de mantener distancia pública en el que las manos del uno y del otro simplemente no se ponen de acuerdo.

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