Vuelven los 'celulares tontos': ¿por qué hay gente abandonando sus teléfonos inteligentes?

Los teléfonos inteligentes, smartphones, son más ubicuos que nunca pero esa tendencia convive con otra que pudiera parecer contradictoria: está aumentando la venta de teléfonos antiguos, los que denominan "dumbphones" (teléfonos tontos) porque solo sirven para llamar y enviar mensajes de texto.

No es fácil obtener los datos precisos, pero numerosos reportes sobre el tema, entre ellos uno de BBC News, señalan que las ventas de aquellos primeros celulares no solo siguen ocurriendo sino que están aumentando considerablemente en los últimos años.

Algunas personas, sobre todo aquellas que por la naturaleza de su trabajo pueden permitírselo, han optado por abandonar completamente sus teléfonos inteligentes. Otras, las que lo necesitan para trabajar o no quieren dar ese paso tan radical, tiene el "dumbphone" como segundo teléfono: uno que solo sirve para emergencias y no tiene distracciones.

Las razones para dar estos pasos son múltiples: desde la mera nostalgia por aquellos dispositivos más sencillos hasta la imperiosa necesidad de reducir la adicción al teléfono o el deseo de proteger a los niños de los peligros que pueden encontrar en las redes sociales.

Luchar contra la ansiedad del "scroll" infinito

Quizás la razón más repetida entre aquellos que ya han dado este paso o desean darlo es combatir la ansiedad que produce ese "scroll" infinito de las tantas redes sociales y otras aplicaciones de los smartphones. Estudios y expertos avalan que ese gesto ahora tan cotidiano es enemigo de l a tranquilidad, la productividad y la concentración.

Asimismo, el hecho de tener las redes sociales disponibles en la mano en todo momento hace que la consulta del teléfono sea continua. Muchas personas dicen consultar su teléfono cada media hora. En un solo día se puede ver el celular 50 o incluso más de 100 veces.

No perderse el presente, la vida real

Otro de los motivos que aducen quienes quieren dejar o limitar el uso del smartphone es la sensación de no estar participando del momento presente, perderse, por mirar el dispositivo, la vida que se tiene delante de los ojos.

Padres y madres que describen cómo en un parque infantil todos están mirando sus teléfonos en lugar de hablar unos con otros o jugar con los niños o, simplemente, observar el entorno y relajarse. Los expertos también advierten de que los más pequeños imitan todas las conductas que ven en sus familias, también el apego al celular.

Recuperar el control del tiempo

Una queja universal de este tiempo es la falta de tiempo, la sensación de que el día se evapora entre trabajar, hacer las labores de la casa y desplazarse. Expertos y estudios recuerdan que en las redes sociales, en ese "scroll" casi automático" se van muchos minutos y, sumándolos, horas sin que apenas nos demos cuenta.

Otra razón para pasarse al "dumbphone" es evitar las distracciones que impiden, por ejemplo, concentrarse en un libro o completar una tarea laboral en su justo tiempo. La interrupción constante dificulta la concentración, como avalan los estudios al respecto.

Una batería que puede durar días y un tamaño de bolsillo

También hay razones materiales para elegir el teléfono antiguo, como la duración mucho mayor de su batería (sobre todo porque no se usa de manera tan constante) y los tamaños que cabían en un bolsillo de un pantal´ón o una chaqueta.

Algunos "smartphones" actuales son tan grandes que muchas personas los llevan colgados porque no les caben en los bolsillos pero -por esa dependencia- sienten que tienen que tenerlo siempre a mano.

Compradores jóvenes y "dumbphones" no tan tontos

La empresa neoyorquina Light Phone ha creado una solución intermedia entre los dos mundos de celulares. Son dispositivos "dumb" pero más avanzados: permiten reproducir música y podcast, además de conectarse a Bluetooth.

Lo que asegura la compañía que nunca tendrán son precisamente los elementos de un "smartphone" a los que le culpa de la ansiedad, la pérdida de conexión con el presente y el desperdicio del tiempo: "Nunca tendrán redes sociales, noticias clickbait, correo electrónico, explorador de internet, u otros feeds infinitos que crean ansiedad”, prometió la firma.

Una tendencia que revela esta empresa es que los compradores de estos dispositivos tienen entre 25 y 35 años, algo que coincide con los numerosos estudios que muestran una notable fatiga y ansiedad entre esta generación de jóvenes adultos por vivir en comunicación constante y abrumados por las notificaciones.