Vicky White y otras cuatro mujeres que ayudaron a escapar a sus amantes de la prisión

Romances que se cuecen en los patios de los presidios, en medio de tráfico de sierras y destornilladores para cavar huecos, de uniformes de guardias e identificaciones falsas para poder soñar una vida juntos.

Por:Angélica Gallón S.

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La historia de Vicky White, la funcionaria de una prisión de Alabama que ayudó a escapar al peligroso reo Casey White, puede haber mantenido al país en vilo durante los 11 días que duraron prófugos, pero está lejos de ser la única historia de fugas que se han perpetuado gracias a que una guardia ayuda a su amante a huir de la prisión en la historia reciente de Estados Unidos.

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Si bien es quizás una de las historias con un final más trágico, una vez que las autoridades investigan las razones que llevaron a Vicky White a quitarse la vida para que su pareja pudiera escapar, es una historia que tiene componentes muy parecidos a casos como los de Joyce Mitchell o Lynette Barnett, mujeres que como White dejaron su vida corriente, vendieron lo que tenían y decidieron iniciar, a pesar de los riesgos, una nueva vida con el hombre que amaban y que habían conocido en prisión.

Estos son otros casos que, incluso, se han vuelto miniserie de televisión.

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Bobbi Parker: ¿Secuestro o la huida de dos enamorados?

30 de agosto de 1994. Franklin Dial un recluso de la Penitenciaría del Estado de Oklahoma, condenado por asesinato, logró escaparse de la prisión. Pero no lo hizo solo. Con él desapareció misteriosamente Bobbi Parker, la esposa del asistente de guardia Randy Parker, y quien había conocido al reo en unas clases de cerámica que se dictaban en el jardín de su casa, ubicada en los predios de la misma prisión.

Dial y Parker desaparecieron sin dejar rastro hasta que, 10 años después, en abril de 2005, fueron encontrados en un trailer en Texas, cuidando pollos, bajo los nombres de Richard y Samantha Deahl.

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Aunque ambos mantuvieron la versión de que Dial había drogado y secuestrado a Parker y la había mantenido en cautiverio durante una década, los investigadores encontraron cartas que dejaban ver que lo que parecía ser un crimen, tenía más bien pinta de una historia de amor. Dial murió de cáncer en 2007 insistiendo en el hospital que Bobbi Parker debería ser liberada de toda responsabilidad.

Sue Ogrocki/ASSOCIATED PRESS

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En un publicitado juicio, los jurados no encontraron evidencia que demostrara que Parker, madre de dos hijas, una de 8 y una de 10 en el momento en el que desapareció, había sido llevada a la fuerza.

“La intoxicación esta vez fue de amor”, dijo en tono irónico el asistente del fiscal Erick Yarborough quien confirmó que, los dos fugitivos vivían como marido y mujer y que ya habían sido delatados por otros compañeros por comportamientos inapropiados durante las clases de cerámica que se hacían en la prisión.

En uno de los juicios más costosos de la historia del condado de Greer, el jurado declaró a Parker culpable de haber ayudado a Dial a escapar.

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Joyce Mitchell: La guardia que se arrepintió de ayudar a su amante

La fascinación y expectativa que generó el caso de Joyce Mitchell fue tal que su historia fue llevada a la televisión en 2018, en una miniserie protagonizada por Benicio del Toro, llamada ‘Escape at Dannemora’.

Todo inició en 2015 cuando los acusados de homicidio Richard Matt y David Sweat lograron escapar de la prisión estatal de Nueva York después de cavar túneles de huida. Habían logrado hacer estas perforaciones en la prisión gracias a la ayuda de la guardia de seguridad Joyce Mitchell, quien sostenía una relación sentimental con Richard Matt y quien les proporcionó todo tipo de herramientas para cavar.

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Destornilladores, cinceles, una sierra de acero fueron algunas de las herramientas con las que durante meses lograron abrir paredes y perforar el tubo de calefacción hasta conseguir conectar con una alcantarilla de la calle. “Cuando, a medianoche, salieron de una alcantarilla, a una cuadra del muro de la prisión, Sweat y Matt habían logrado una hazaña notable: el primer escape de la sección de alta seguridad de Clinton en más de 100 años”, se consignó el reporte policial.

Sin embargo, el plan no salió como se había planeado.

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Según contó Joyce Mitchell, ella debía recogerlos en la boca de alcantarilla para conducir luego unas 7 horas y así estar lejos del radar policial. Pero la guardia Mitchell nunca llegó. Se arrepintió de seguir con el plan y se dispuso a cooperar con las autoridades. Mitchell adujo que el amor por su esposo la hizo reflexionar.

Después de días de persecución, Richard Matt fue abaleado por la policía en la frontera cerca a Canadá, mientras que David Sweat fue apresado y confirmó algunos detalles de la fuga ante las autoridades. Los dos reos tuvieron que improvisar la huida cuando la mujer no apareció y truncó sus planes de ir a México. Luego, decidieron separarse.

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Como ocurrió recientemente en el caso de Casey y Vicky White, la huida de estos dos prisioneros desplegó operativos dignos de película con más de medio millar de agentes destinados a su captura.

Joyce Mitchell fue condenada a cinco años de prisión y después de cumplir cuatro años y medio, a principios de 2020, salió con libertad condicional y según el New York Post, regresó a vivir con su marido.

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Lynette Barnett: Un romance que terminó por ‘America´s Most Wanted’

Barnett de 26 años era una guardia de seguridad del Centro Correccional Crossroads, en Missouri, pero su carrera y su buena reputación como guardia se vio enlodada en octubre de 1999, cuando decidió darle un uniforme de guardia y una identificación falsa a Terry Banks, de 27 años, un preso que estaba condenado por asesinato y de quien se había enamorado.

El romance, a diferencia del de Bobbi Parker, no duró mucho, una vez que el FBI encontró a la pareja, dos meses después de la fuga, en un parqueadero de trailers en el condado de Victoria, en Texas. Después de verlos y reconocerlos en el programa de televisión 'America 's Most Wanted', alguien cercano los delató ante las autoridades. Después de ser apresada, Lynette Barnett fue condenada a 5 años de prisión por ayudar en esta fuga.

La imagen es de archivo y corresponde al caso de Joyce Mitchell y su arresto en junio de 2015 en Plattsburgh, Nueva York.

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Toby Dorr: La mujer que ayudó a su amante prisionero a escapar en una jaula de perro

Aunque esta historia no es propiamente sobre una guardia de seguridad como las otras, sí involucra una cárcel y la huida de un reo de manos de una mujer. Toby Dorr era una veterinaria que decidió crear un programa de adopción y entrenamiento de perros. Con el afán de que su causa se expandiera, Toby consiguió una alianza con la prisión para que algunos prisioneros con buena conducta le ayudaran a entrenar a sus perros sin hogar. Así, los reos podrían trabajar en sus actitudes de resocialización a la vez que dejaban a los animales listos para darlos en adopción.

Facebook/Toby Dorr

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Fue así, en sus constantes visitas a la cárcel que conoció a John Manard, un reo que estaba en la cárcel desde los 17 años después que el intento de robo de un carro, terminara en la muerte del conductor. Ahora con 25 años, Manard se convirtió en el mejor entrenador de perros de la prisión y en el protector y compañero infaltable de Toby, quien a pesar de nunca haber recibido un ticket por exceso de velocidad, vivía en una matrimonio terrible del que quería escapar.

Tras involucrarse sentimentalmente con Manard, Toby Dorr ayudó a que su amante se escondiera en una de las jaulas de hasta 36 pulgadas en donde se ponían los perros que estaban listos para buscar un nuevo hogar y dejar la prisión.

Luego abandonó a su marido, sacó todo el efectivo con el que contaba, unos 40 mil dólares y huyó con su amante prófugo, 22 años menor que ella.

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Pasaron semanas en moteles y ella fue conociendo en detalle el carácter cambiante del hombre del que se había enamorado, hasta que un día la pareja se topó con un retén de la policía en Tennessee del que intentaron huir, lo que provocó una persecución que terminó con la pareja estrellada contra un árbol.

Toby Dorr, estigmatizada por su comunidad como ‘The Dog Lady’, fue condenada a 27 meses en prisión y a pagar una multa de más de 7,000 dólares. El día que fueron apresados fue el último día que ella vio a Manard.

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