El fuego Kincade, en Sonoma, cerca de San Francisco y el incendio Tik, a 40 millas de Los Ángeles, han destruido miles de acres de vegetación, viñedos, estructuras y obligado a evacuaciones masivas. Hasta ahora no se reportan víctimas mortales, pero sí hay problemas con la calidad del aire, afectada por las columnas de humo.