Las protestas después de la muerte de George Floyd avivaron la polémica sobre la remoción de monumentos de figuras históricas vinculadas a los confederados, la conquista y el racismo. Una inmensa figura de los tres principales líderes sureños de la guerra civil fue esculpida cerca de Atlanta, es el monumento secesionista más grande del país y el único que no podrá ser cambiado de lugar.