Se inició el conteo de las víctimas
El presidente George W. Bush, cuestionado por la tardía respuesta de su gobierno a la catástrofe, inspeccionó la zona este lunes, cuando los equipos de rescate comienzan a levantar los cuerpos para establecer un conteo de fallecidos.
El mandatario visitó por segunda ocasión el área tras admitir que la reacción inicial de su administración fue "inaceptable".
"Si quieres ayudar a este país a cicatrizar las heridas tras el resultado de este desastre" es necesario donar sangre, dinero para la Cruz Roja, dijo Bush en un discurso televisado el domingo.
Los muertos en Nueva Orleáns
Según el alcalde de Nueva Orleáns, Ray Nagin, los muertos en esta ciudad de 480 mil habitantes podrían ser entre 10 mil y 50 mil, de acuerdo con los primeros estimados.
En una entrevista para la cadena CBS, Nagin mencionó que de acuerdo con datos de las autoridades, entre 5 por ciento y 10 por ciento de los habitantes de la capital del jazz pudieron haber muerto.
Nagin dijo que la cifra se estableció contabilizando el número de habitantes que abandonó la ciudad entre el sábado y el domingo de la semana pasada -cuando se lanzó la alerta- y el número de sobrevivientes rescatados. "Falta mucha gente", dijo el alcalde.
Agregó que cuando se rescaten los cuerpos de los fallecidos "se investigará" si murieron como consecuencia del huracán "o después" del paso de Katrina.
Nagin es un severo critico la respuesta del gobierno de Washington para asistir, durante las primeras horas del desastre, a los miles de habitantes de Nueva Orleáns que sobrevivieron el impacto del huracán de categoría cuatro, con vientos que superaron los 240 kms/h.
Viene lo peor
Las autoridades federales y estatales advirtieron el lunes a la población que se "preparen" para lo peor, cuando retroceda el agua en las zonas devastadas por Katrina.
"Serán escenas horribles, nunca antes vistas en este país, con la posible excepción del 11 de septiembre (cuando un comando terrorista secuestró aviones y los estrelló en Nueva York y Washington, matando a más de 3 mil personas", precisó el secretario (ministro) de Seguridad Nacional, Michael Chertoff.
Chertoff agregó que "realmente (...) tenemos días difíciles por delante", y pidió a los sobrevivientes que todavía permanecen junto a sus casas en Nueva Orleáns, que "salgan" y obedezcan las instrucciones de los equipos de rescate.
Hasta el domingo al menos 100 mil personas todavía quedan en el interior de viviendas, algunas totalmente inundadas, aferrados a las únicas pertenencias que han juntado durante sus vidas.
Los equipos de socorro que operan en Nueva Orleáns levantaron el domingo los primeros 59 cuerpos, pero advirtieron que la cifra es solamente una fracción de los muertos que se esperan.
El jueves de la semana pasada el senador republicano David Vitter dijo que el huracán habría dejado a su paso más de 10 mil muertos sólo en el estado de Luisiana.
El domingo, el secretario de Salud y Asistencia Social, Michael Leavitt, reconoció que la cifra de muertos dejada por el fenómeno ciclónico asciende a miles, siendo la primera vez que un funcionario del gobierno federal admite la magnitud del desastre.
Entrevistado por la cadena de televisión CNN, Leavitt, dijo que no podía facilitar un número exacto de muertes, pero al preguntársele si asciende a miles, respondió: "Creo que es evidente que asciende a miles".
"Me resulta claro que se trata de una circunstancia horriblemente difícil y profundamente trágica", dijo Leavitt.
La cifra oficial de fallecidos hasta el domingo en la noche en Luisiana, Mississippi y Florida, según un conteo provisorio, alcanza a las 218 víctimas.
Ola de suicidios y renuncias
Dos policías se suicidaron con sus propias armas en Nueva Orleáns y varios otros renunciaron evidenciando una clara señal de la grave situación que enfrentan las fuerzas del orden en la devastada capital del jazz.
El subjefe de policía W.J. Riley identificó el domingo a los dos policías suicidas como el sargento Paul Accardo, vocero del Departamento, y al patrullero Lawrence Celestine, a quienes calificó como "destacados policías" y amigos.
Al preguntársele como murieron, Riley se puso un dedo en la sien y tras una pausa dijo: "Lo hicieron los dos. Usaron sus propias armas".
Docenas no han llegado
Docenas de policías, de entre una fuerza de 1.600 con que cuenta Nueva Orleáns, no se han presentado a trabajar desde el lunes 29, con algunos de ellos entregando sus placas y sus armas de servicio.
Informes de diversas fuentes indican que serían 200, pero Riley se negó a comentar sobre esas cifras, limitándose a decir que más de 100 agentes han quedaron atrapados en sus casas o son incapaces de llegar a los centros de comando debido a la inundación.
"Simplemente no estamos seguros", dijo el jefe policial parado ante un centro de comando en el pasillo del casino Harrah's.
Poco después de la conferencia, Riley volteó hacia un grupo de policías fuertemente armados, comiendo y fumando, y dijo que realmente no le interesaba saber qué era lo que había pasado con los ausentes.
"Todavía tenemos al menos a mil policías en las calles, tratando de rescatar a la gente y recuperar la ciudad. No sé qué piensan, no sé qué les hace producir adrenalina, qué es lo que los motiva", indicó.
Pero además de los problemas que tienen en su trabajo, los policías enfrentan varios más en su vida diaria.
"Nuestros agentes han estado orinando y defecando en el sótano del Casino Harrah", dijo el superintendente de policía Eddie Compass la semana pasada. "Han tenido que buscar en las tiendas con qué alimentarse".
Además, enfrentan pérdidas personales. "Lo que ha afectado a la mayor parte de nuestros agentes es que no saben dónde están sus esposas e hijos. No tienen hogar... no tienen nada", dijo Riley.
Matan a 5 en un puente
La policía abrió fuego y mató a cinco o seis personas el domingo, en un incidente que está siendo investigado por las autoridades.
La policía disparó contra ocho personas que portaban armas en un puente de esta ciudad y mataron al menos a cinco o seis de ellos, reportó la agencia Prensa Asociada (AP).
Riley señaló que el incidente se produjo en el puente Danziger, que conecta un punto del lago Pontchartrain con el río Misisipí.
John Hall, vocero del Cuerpo Ingenieros del Ejército, dijo que la policía disparó contra unas personas que abrieron fuego sobre contratistas suyos que iban en camino a trabajar en un canal.
El militar explicó que ninguno de los contratistas resultó herido. No se dieron más detalles de la balacera. Las zonas devastadas por el huracán Katrina permanecen desde el martes bajo estado de emergencia y un prevalece la ley marcial para contener los actos de pillaje y saqueos.
Burocracia frena ayuda
Al tiempo que aumentan los problemas de salud en los tres estados golpeados por Katrina, la burocracia está obstaculizando las tareas de cientos de médicos voluntarios para atender a los sobrevivientes.
Entre los médicos que no han podido partir para ayudar están 100 cirujanos y paramédicos en un hospital móvil de alta tecnología con 113 camas, aislado en una región rural de Misisipí.
"Se hizo sonar la alarma, se enviaron correos electrónicos... Todos dejamos nuestro trabajo y nos venimos para acá", dijo uno de los frustrados cirujanos, el doctor Preston "Chip" Rich de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill.
"Nos hemos esforzado mucho en hacer las cosas bien. Nos llevó 30 horas llegar hasta acá", señaló, y dijo que era "impactante" el hecho de que los funcionarios del gobierno no pudieran asignarlos a un esfuerzo de ayuda ahora que estaban a sólo unos kilómetros de distancia de la zona del desastre.
Mientras los médicos esperan, comenzaron a surgir el sábado los primeros indicios de enfermedades por causa del agua contaminada: un refugio de Misisipí fue clausurado después de que 20 residentes se enfermaron de disentería, probablemente a consecuencia de haber bebido agua contaminada.
Muchos sobrevivientes de la tormenta estaban recibiendo atención en el Astrodome de Houston y otros refugios por diversas causas, entre ellas problemas de salud crónicos que dejaron de ser atendidos porque la gente perdió o se le agotó su medicina.
El hospital móvil de Carolina del Norte varado en Misisipí fue desarrollado con millones de dólares de impuestos por medio del Departamento de Seguridad Interior tras los ataques del 11 de septiembre del 2001. Está diseñado para operar en desastres y daños masivos a la salud pública.
Cuatro mexicanos muertos
La Secretaría de Relaciones Exteriores de México confirmó el domingo que al menos cuatro mexicanos murieron en Nueva Orleans a causa del huracán Katrina.
"Tres de los fallecidos son originarios del estado de Chiapas (sureste) y uno del estado de Jalisco (oeste)", apuntó la dependencia. Las autoridades mexicanas desconocen "los detalles de las circunstancias de los decesos".
"Una vez que se tenga acceso al sitio, debido al cerco sanitario en la zona, se procedería a su repatriación, para la cual ya se están realizando los preparativos", agregó la Cancillería.
El presidente Vicente Fox lamentó esta situación. "Envío un mensaje cariñoso a las familias de esos cuatro paisanos que hasta hoy hemos podido registrar ya como muertos en esta desgracia del huracán Katrina", dijo el mandatario.
México alista militares
El gobierno de México esperaba el lunes la autorización de Estados Unidos para enviar a elementos del Ejército que ayuden a la población damnificada en los estados del golfo.
"El secretario de la Defensa ha puesto a disposición una serie de naves, alimentos, camiones de productos, de apoyo, para que en cuanto autorice el gobierno de Estados Unidos pueda hacerse presente el Ejército mexicano allá con su plan 'DN-III' (para desastres naturales)", dijo Fox durante un mensaje transmitido a la nación.
Ese plan, implementado por el Ejército mexicano en casos de desastres naturales o accidentes, tiene la finalidad de apoyar y satisfacer las necesidades de la población damnificada, explicó.
Independientemente de la autorización norteamericana para el envío de militares a la zona afectada por Katrina, el buque de la armada mexicana "Papaloapan", partirá el lunes de Tampico (noreste) a Louisiana, llevando elementos para las operaciones de ayuda, informó la presidencia.
La nave transportará helicópteros, vehículos anfibios, equipos de radiocomunicaciones y personal médico para ayudar a los afectados, informó la Armada en un comunicado.
Tres grandes cruceros de lujo se sumarán a los esfuerzos gubernamentales para albergar a centenares de miles de evacuados que perdieron sus viviendas debido al azote del huracán Katrina.
La empresa de cruceros turísticos Carnival Cruise Lines señaló en un comunicado que tres de sus barcos de línea, el "Ecstasy", el "Sensation" y el "Holiday", se destinarán en los próximos seis meses a colaborar en las operaciones de socorro.
Los primeros dos buques, cada uno de los cuales tiene capacidad para albergar a 2.600 personas, serán anclados en el puerto de Galveston, en Texas, en tanto que el "Sensation", que cuenta con 1.800 camas, estará amarrado en el puerto de Mobile, Alabama.
"Confiamos en que nuestros clientes entiendan que esta decisión de destinar los barcos a esta operación es la correcta", concluyó el comunicado de Carnival Cruise Lines.
Washington acepta ayuda
Estados Unidos aceptó el domingo la oferta de ayuda de la Organización de las Naciones Unidas para poder afrontar el desastre que dejó a su paso el huracán Katrina, informó un portavoz del organismo.
El secretario general de la ONU, Kofi Annan, conversó el viernes con el presidente estadounidense George W. Bush y le reiteró una oferta previa de ayuda y de envío de expertos para la labor titánica que deberá adoptar Estados Unidos en los próximos días.
La ONU tiene una amplia experiencia en afrontar desastres de todo tipo alrededor del mundo.
"El gobierno de Estados Unidos ha aceptado la oferta de las Naciones Unidas de ayuda tras el paso del huracán Katrina", señaló un comunicado.
"Un equipo pequeño de coordinación de las Naciones Unidas se encuentra en Washington donde consulta con funcionarios estadounidenses para encontrar la mejor manera como la ONU puede complementar los esfuerzos de emergencia propios de Estados Unidos", agrega la nota.