Tras la publicación de los nuevos datos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó con mucho énfasis el uso de esteroides para el tratamiento de pacientes graves o en estado crítico en todo el mundo. Sin embargo, la OMS recomendó no administrar estos medicamentos a pacientes con enfermedad leve.
Esteroides comunes y baratos reducen las muertes entre los pacientes graves de covid-19: estas son las claves de su uso
Baratos y ampliamente disponibles, los esteroides comunes pueden ser un tratamiento eficaz para reducir la mortalidad por coronavirus en pacientes graves. La esperanzadora hipótesis, que ya se había avanzado en junio, se confirmó el miércoles con la publicación de varios estudios.

Los nuevos estudios incluyen un análisis que combinó datos de siete ensayos clínicos aleatorios que evaluaron tres esteroides en más de 1,700 pacientes. El estudio concluyó que cada uno de los tres fármacos redujo el riesgo de muerte. Entre los 678 pacientes que tomaron esteroides, un 32.7% falleció, mientras que entre elos 1,025 que recibieron en tratamiento habitual o un placebo, la tasa de mortalidad fue del 41,5%.
Las investigaciones se publicaron en la revista JAMA junto con un editorial que describe los descubrimientos como un "importante paso adelante en el tratamiento de pacientes con covid-19".
La decisión de la OMS alinea a la agencia internacional con los Institutos Nacionales de Salud de EEUU, que a principios de este verano publicaron pautas para que los médicos usen un esteroide sintético, la dexametasona , para tratar a pacientes hospitalizados que requieren ventiladores u oxígeno.
El nuevo análisis confirma los resultados preliminares del mes de junio de investigadores de la Universidad de Oxford que mostraron que el corticoide dexametasona redujo en una tercera parte las muertes en pacientes que requirieron ventilación artificial (los más graves), y en una quinta parte los fallecimientos de los enfermos que necesitaron oxígeno. Los beneficios, sin embargo, resultaron nulos en pacientes que no requirieron ayuda para respirar.
El estudio de Oxford, llamado Recovery, comenzó en marzo e incluyó la medicina contra la malaria hidroxicloroquina, un fármaco recomendado por Donald Trump que, según concluyó la FDA, no es efectivo contra el covid-19 ya que los riesgos sobrepasan los beneficios.
También abarcó remdesivir, un antiviral que podría acortar el tiempo de tratamiento con coronavirus, pero no está claro si también reduce la mortalidad. Además, remdesivir es una medicina nueva de existencias limitadas y precio todavía sin definir.
Un fármaco barato
"La dexametasona puede convertirse en el estándar de atención en este grupo concreto de pacientes de covid-19 pues, además, es muy económica, su disponibilidad es absoluta y se puede usar de inmediato para salvar vidas en todo el mundo", escriben los expertos en farmacología Fracisco López Muñoz y José Antonio Guerra Guirao en este artículo .
"Pero no se debe confundir el hecho de que este fármaco pueda ser prometedor para pacientes concretos con su uso generalizado en todos ellos, ni para tratar o prevenir esta enfermedad. El empleo de corticoides sin control médico es sumamente peligroso, debido al desarrollo de efectos adversos graves, como la inmunosupresión y la insuficiencia adrenal aguda por la supresión brusca del tratamiento", apuntan.
Notas Relacionadas
Los casos más graves de covid-19 suelen ser los de los pacientes cuyo sistema inmunológico tiene una reacción desmesurada desencadenando lo que los expertos denominan 'tormenta de citoquinas' (las citoquinas son un tipo de proteínas). El organismo de las personas en las que se desencadena esta agresiva respuesta inmunitaria libera citoquinas de manera descontrolada, lo que provoca una inflamación pulmonar que causa la muerte indiscriminada de células a manos del propio sistema inmunitario, independientemente de si están sanas o infectadas.
Esto provoca dos efectos muy graves en los pulmones: se produce su encharcamiento (acumulación de líquidos) y la destrucción del tejido de los alvéolos (los saquitos donde se produce el intercambio de gases en los pulmones). El efecto de la dexametasona parece atenuar esa respuesta desproporcionada del sistema inmune.
El tratamiento con este fármaco, de amplia disponibilidad, es también muy barato: cuesta unos $6.3 por 10 días, de forma que costaría unos $45 salvar una vida. Esto tendría enormes implicaciones para personas de todo el mundo y es la razón por la que existía tanta prisa para obtener los nuevos resultados.
Qué es la dexametasona
La dexametasona pertenece a la familia de los corticoides (o corticosteroides), que tienen propiedades antiinflamatorias, inmunosupresoras y antialérgicas.
Estos fármacos son esenciales en el manejo de patologías como el asma, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), el distrés respiratorio agudo, las alergias broncopulmonares, nasales, cutáneas y oculares. También se usan para los choques anafilácticos, la artritis reumatoide, la esclerosis múltiple, el edema cerebral e incluso reducir los efectos secundarios de la quimioterapia, entre otros trastornos.
























