Otro misterio de la pandemia: bebé con excesiva carga viral alerta sobre la amenaza de nuevas variantes

La cantidad del coronavirus encontrada en su muestra superó con creces el promedio visto en pacientes pediátricos. El caso, reseñado por Washington Post, subraya la importancia de aumentar la secuencia genómica del virus en los niños.

La carga viral del bebé era 51,418 veces más alta que el promedio de otros pacientes pediátricos.
La carga viral del bebé era 51,418 veces más alta que el promedio de otros pacientes pediátricos.
Imagen Christopher Furlong/Getty Images

Cuando los médicos del Hospital Nacional de Niños de la capital del país midieron la carga viral de un bebé que -a diferencia de sus pares que suelen presentar pocos síntomas- tenía un caso severo de covid-19, se llevaron una gran sorpresa: era 51,418 veces más alta que el promedio de otros pacientes pediátricos. Mayor fue su asombro al revisar la secuencia genética de su muestra del coronavirus: era una variante que no habían visto.

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Tras ahondar, vieron que cargaba una mutación llamada N679S que podría estar circulando en esa región.

El caso, reseñado por The Washington Post, bien podría tratarse de una excepción, pero subraya la posibilidad de que haya nuevas variantes circulando entre los niños que estén pasando desapercibidas y que eventualmente podrían tener el potencial de ser más contagiosas o severas en ese grupo de la población.

“Podría ser una completa coincidencia, pero la asociación es fuerte. Si ves a un paciente con exponencialmente más virus y es una variante completamente distinta, probablemente esté relacionado”, dijo a ese medio Roberta DiBiasi, jefe de enfermedades infecciosas del hospital.

En un preprint publicado 10 de febrero ella y su equipo advierten que la ubicación de los cambios encontrados en la variante vista en el recién nacido (en la proteína spike que le da al virus la capacidad de adherirse a las células), y el hecho de que hay evidencia de otros casos de esa misma variante en la región “subraya la importancia de aumentar el monitoreo”.

Estados Unidos se ha quedado rezagado en la capacidad de detectar la circulación de nuevas variantes del coronavirus y mucho más entre pacientes pediátricos que han sido relegados a un segundo plano en términos de vigilancia genómica. Si bien los niños no enferman tanto como los adultos y no hay evidencia de que las variantes identificadas recientemente -incluyendo la N679S- los afecten de forma singular, algunos países como Israel o Reino Unido han visto un repunte en los contagios entre los más pequeños en los últimos meses, explica el reportaje de The Washington Post.

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A medida que el virus circula más entre los más pequeño, bien podrían aparecer nuevas mutaciones. “Que un par de hospitales digan que han visto más casos severos en niños no significa que esto sea un problema nacional, pero hay que investigar. Con estas nuevas variantes podría ocurrir que algunos de los niños se están contagiando con ellas”, dice al Washington Post Adrienne Randolph, que lidera una investigación internacional sobre los niños y el coronavirus.

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Pero los expertos coinciden en que es demasiado temprano para sacar conclusiones. Una hipótesis que explicaría el caso del bebé en cuestión, que fue visto en septiembre y que logró recuperarse, es que su sistema inmune estuviera tan poco desarrollado que le permitiera al virus replicarse descontroladamente en la nariz, dice a ese medio Jeremy Lucan, virólogo de la Universidad de Massachusetts.

El paper publicado por DiBiasi y su equipo parece corroborar que el caso del recién nacido se trató simplemente de una anomalía. En el estudio que incluyó 76 pacientes -de los cuales se analizó la completa secuencia genómica en 27- los investigadores concluyen que la mayoría de las variantes no pareció afectar la severidad del covid-19. De hecho, 5 niños con secuencias idénticas tuvieron diferentes presentaciones de la enfermedad.

El recién nacido presentó la variante D614G y otra mutación adicional que no habían visto antes: la N679S, pero que -tras indagar en bases de datos de rastreo genómico- notaron estaba presente en algunas muestras en la región de Maryland y de Virginia y Delaware.

Alan Beggs, del Hospital de Niños de Boston, aclara al Washington Post que por ahora “ no hay evidencia de que esta nueva variante haga que los bebés enfermen más severamente (…) La moraleja es que, como país y sociedad, estamos haciendo un mal trabajo en identificar cambios preocupantes en la evolución del virus y esto es simplemente más evidencia de que eso debe cambiar”.