La cantidad de bebés que mueren por asfixia mientras duermen ha aumentado y, en parte, se debe a que también se ha incrementado el número de padres que comparten la cama con sus pequeños, sugiere
una investigación publicada en la revista Pediatrics en febrero de 2018. Crédito: Sean Gallup/Getty Images
En Estados Unidos, de 1999 a 2015,
la tasa de mortalidad por asfixia en bebés menores de un año aumentó de 12.4 a 28.3 por cada 1,000. El incremento fue general, es decir, afectó a niños y niñas independientemente de su raza, etnia, clase social o si vivían en comunidades urbanas o rurales. Crédito: Brandon Wade/AP Images for Dreft
Uno de los autores del estudio, David Schwebel de la Universidad de Alabama en Birmingham,
dijo a Reuters que
"puede ser que los padres no sigan las recomendaciones para 'dormir sin peligro'". Muchos otros expertos suscriben lo mismo. Crédito: AP Photo/Bill Waugh
Al inicio de la investigación, muchas de estos fallecimientos habían sido atribuidos al
síndrome de muerte súbita del lactante (que ocurre de forma inexplicable y repentina). Sin embargo, al finalizar el estudio,
se determinó que sí había una causa identificable: asfixia o estrangulamiento accidental del bebé al dormir.
Crédito: iStock
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Cuando los bebés duermen hay que quitar todos los objetos que puedan representar riesgos de asfixia como edredones, mantas, y almohadas, tal y como recomienda la
American Academy of Pediatrics (AAP).
No debe haber nada en la cuna, excepto el bebé. Crédito: Sean Gallup/Getty Images
Muchos padres optan por el 'colecho' (compartir la cama con el bebé), pero los expertos consideran que aumenta el riesgo.
"La evidencia muestra que dormir en la misma cama es peligroso, aunque hay algunas recomendaciones para hacerlo de forma más segura", dijo Lori Feldman-Winter, profesora de pediatría en la Universidad de Rowan, Nueva Jersey. “El lugar más seguro para que duerma un bebé es en una cuna”, aclaró. Crédito: Brandon Wade/AP Images for Dreft
Los padres que comparten la cama con su bebé,
deben asegurarse de retirar los objetos suaves como sábanas sueltas, almohadas, edredones, cobertores, colchas de piel de oveja o mantas. También deben tener un colchón firme, de acuerdo con las pautas de la AAP. Crédito: AP Photo/Cliff Owen
Según el doctor Jeffrey Colvin, de Children's Mercy Kansas City, si los padres deciden compartir su cama con el pequeño, deben considerar riesgos de asfixia que van más allá del simple intercambio de cama:
"Significa no quedarse dormido accidentalmente con su bebé". Crédito: MAARTJE BLIJDENSTEIN/AFP/Getty Images
La AAP no recomienda compartir la cama con ningún bebé, especialmente, si es menor de 4 meses de edad, nació prematuro o con bajo peso, si los padres son fumadores, han tomado medicamentos que le puedan dificultar despertarse o han
bebido alcohol o si el colchón es blando. Crédito: Andreas Rentz/Getty Images