Después de que las imágenes de niños absolutamente desnutridos en Gaza dieran la vuelta al mundo, Donald Trump contradijo a Israel este lunes al reconocer por primera vez que existe una “hambruna real” en la Franja y asegurar que el gobierno de Benjamin Netanyahu tiene “mucha responsabilidad” al limitar el ingreso de ayuda humanitaria.
Qué llevó a Trump a reconocer por primera vez la hambruna en Gaza y la responsabilidad de su aliado Israel
Las declaraciones de Trump suponen un notable giro en su postura sobre la guerra en Gaza, que tradicionalmente ha sido de respaldo casi absoluto a Israel y de críticas únicamente centradas en las acciones de Hamas.
Trump aseguró que Estados Unidos y otros países están proporcionando dinero y alimentos a Gaza, pero que el primer ministro israelí tiene que asegurarse de que llegue a la población.
"Quiero que él se asegure de que reciban comida (…). Quiero asegurarme de que reciban comida", dijo desde Escocia, y acompañado por el primer ministro británico, Keir Starmer.
Sus declaraciones son la primera muestra pública clara de desacuerdo con la postura respecto a la guerra de su gran aliado Netanyahu, a quien de hecho contradijo al ser preguntado por periodistas si compartía sus comentarios del domingo, cuando el israelí afirmó que “no hay hambruna en Gaza”.
“Basándome en la televisión, diría que no particularmente, porque esos niños parecen muy hambrientos”, reconoció Trump. "Eso es una hambruna real, y no se puede fingir", agregó.
Trump asegura que Israel tiene "mucha responsabilidad" en limitar la ayuda humanitaria a Gaza
Pese a sus señalamientos hacia Israel, Trump mantuvo el mensaje de que Hamas ha robado alimentos y ayuda destinados a la población de Gaza, aunque no aportó ninguna evidencia.
Israel, que controla todos los accesos a Gaza, niega cualquier bloqueo de la ayuda y acusa a Hamas de saquear los cargamentos y a las organizaciones humanitarias de no distribuirlos.
Sin embargo, un informe interno del gobierno de EEUU y otro de The New York Times que citó fuentes militares israelíes, concluyeron recientemente que no existen pruebas de supuesto robo sistemático de alimentos por parte del grupo militante palestino.
Pero cuando un periodista le preguntó al presidente estadounidense este lunes sobre qué responsabilidad tiene Tel Aviv a la hora de limitar la ayuda en la zona, Trump sorprendió al afirmar que "Israel tiene mucha responsabilidad".
“Creo que Israel puede hacer mucho”, dijo, aunque también aseguró que el gobierno de Netanyahu está limitado en sus acciones porque busca mantener con vida a los 20 rehenes restantes de los 250 capturados por Hamas en su ataque del 7 de octubre de 2023, lo que desencadenó la actual guerra.
Trump anunció entonces que su país “establecerá centros de alimentos” en Gaza, aunque no ofreció mayores detalles al respecto.
“Vamos a instalar centros de alimentos a los que la gente pueda acceder sin barreras. No vamos a tener vallas”, dijo. “Ven la comida. Está toda ahí, pero nadie accede a ella porque tienen vallas que impiden que nadie llegue a ella. Es una locura lo que está pasando allí”.
¿Qué llevó a Trump a cambiar su postura respecto a la situación humanitaria en Gaza y el papel de Israel?
Las declaraciones de Trump suponen un notable giro en su postura sobre la guerra en Gaza, que tradicionalmente ha sido de respaldo casi absoluto a Israel y de críticas únicamente centradas en las acciones de Hamas.
Su cambio de este lunes parece ser resultado de las dramáticas imágenes del sufrimiento de niños y bebés hambrientos en Gaza vistas en los últimos días y al aumento de la presión internacional, incluido por parte de aliados de Washington, para alcanzar un alto al fuego inminente en la zona.
Su postura actual contrasta con el mensaje en un tono mucho más resignado que trasladó la semana pasada, cuando EEUU e Israel retiraron a sus equipos negociadores de las conversaciones en Catar para intentar alcanzar un alto el fuego
Pero, sobre todo, marca una notable distancia de Trump respecto a Netanyahu, después de que ambos líderes volvieron a mostrar su buena sintonía tras los ataques conjuntos de sus países sobre Irán.
En el aparente cambio de actitud respecto a Gaza de Trump también puede influir el tradicional papel de liderazgo que los presidentes de EEUU han asumido ante crisis globales, aun cuando ocurren lejos de su territorio.
Tal y como recuerda The New York Times este lunes, los fracasos en el manejo de crisis internacionales han sido motivo de doloroso arrepentimiento para otros mandatarios estadounidenses.
Por ejemplo, recuerda el diario, Bill Clinton reconoció que su país y el mundo no hicieron lo suficiente para detener el genocidio en Ruanda. Barack Obama también se preguntó por qué su gobierno no hizo más para planificar el caos social que se apoderó de Libia tras el asesinato de Muamar el Gadafi.
Pese a que Trump siempre ha dejado claro que los problemas internos de su país son su absoluta prioridad frente a cualquier asunto de política exterior, el agravamiento de la situación en Gaza puede haberle hecho querer mostrar un papel más activo frente a las consecuencias humanitarias del conflicto.
¿Cómo han cambiado las declaraciones de Trump respecto a la hambruna en Gaza?
Trump se ha resistido hasta reconocer la hambruna y grave crisis humanitaria existente en Gaza y el papel al respecto de Israel, tradicional e histórico aliado de EEUU.
Cuando Trump recibió el pasado 7 de julio a Netanyahu en la Casa Blanca por tercera vez este año, ambos se limitaron a mostrar su buena relación y el israelí incluso reveló que lo había nominado al Nobel de la Paz.
En aquel encuentro no hubo referencias a la crisis alimentaria en Gaza, sino que ambos mandatarios se centraron en culpar a Hamas de que no se hubiera alcanzado un alto el fuego.
Cuando el presidente francés, Emmanuel Macron, dijo la semana pasada que su país reconocerá un Estado palestino y que la prioridad ahora es “terminar la guerra en Gaza y socorrer a la población civil”, Trump volvió a evitar referirse a la situación humanitaria de los gazatíes y se limitó a contestar que la declaración de Macron “no tiene peso” y “no cambia nada”.
El pasado viernes, el republicano volvió a eludir numerosas preguntas que le pedían valorar la crisis alimentaria de Gaza e insistió en acusar a Hamas de impedir la distribución de ayuda. Además, se quejó de que EEUU no reciba el suficiente reconocimiento por el apoyo enviado a la Franja.
El domingo, y ante la insistencia de la prensa por el rápido empeoramiento de la situación, el mandatario declaró que el sufrimiento en Gaza "no es un problema estadounidense, sino un problema internacional". Aunque no fue hasta este lunes que habló de una “hambruna real”.
Ante la creciente indignación internacional, el ejército israelí comenzó el fin de semana a lanzar ayuda desde el aire sobre la Franja, e instauró pausas limitadas en los combates en tres áreas pobladas de Gaza durante 10 horas al día para ayudar con la distribución.
La Organización Mundial de la Salud afirmó el domingo que la desnutrición está alcanzando "niveles alarmantes" en el territorio. De las 63 muertes relacionadas con la desnutrición en julio, 24 eran niños menores de cinco años.
Varias ONG celebraron la reanudación de las entregas de ayuda, aunque señalaron que siguen siendo insuficientes. La agencia de la ONU para los refugiados palestinos (Unrwa) advirtió de que hacen falta al menos entre 500 y 600 camiones de víveres, medicamentos y productos de higiene cada día.
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