Una escultura de los rostros de los líderes del G7 fue erigida cerca de Carbis Bay, Reino Unido, antes de la primera reunión de este grupo en dos años. Fue realizada utilizando desechos electrónicos y busca llamar la atención de los mandatarios sobre la acumulación de estos desperdicios en todo el mundo. Vea aquí los proyectos de infraestructura cambiaron a EEUU después de la ‘Gran Depresión’