La Casa Blanca amenazó a nueve universidades del país con retirarle los fondos federales si no "se comprometan con las prioridades políticas del presidente Donald Trump", en hecho sin precedentes que levanta temores sobre la violación de la libertad de expresión.
Del garrote a la zanahoria: la nueva estrategia del gobierno de Trump para tratar de controlar las universidades de élite de EEUU
El memorando representa un cambio en la estrategia del gobierno, que ahora ofrece recompensas, en lugar de castigos, como incentivo para adoptar la lista de deseos políticos de Trump.
A través de un memorando enviado a los centros de estudio este miércoles, el gobierno de Trump los incita a adoptar la visión conservadora de la Casa Blanca para los campus de Estados Unidos, pidiéndoles que acepten lo que el gobierno considera sus prioridades en materia de admisiones, deportes femeninos, libertad de expresión, disciplina estudiantil y asequibilidad universitaria, entre otros temas.
Previamente, el gobierno de Trump ha congelado los fondos de diversas universidades para tratar de obligarlas a asumir ideologías conservadoras.
Esto es lo que pide el gobierno de Trump a las instituciones académicas.
1. ¿A qué universidades fue enviado el ‘Pacto para la Excelencia’?
El proyecto fue enviado a algunas de las universidades públicas y privadas más selectivas del país: Vanderbilt, la Universidad de Pensilvania, Dartmouth College, la Universidad del Sur de California, el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus iniciales en inglés), la Universidad de Texas, la Universidad de Arizona, la Universidad de Brown y la Universidad de Virginia.
De momento se desconoce cómo o por qué se eligió a estas instituciones y si otras universidades podrían recibir ofertas similares.
2. ¿Qué pide el gobierno de Trump a las universidades en su memorando?
De acuerdo con el memorando difundido en medios estadounidenses, la matrícula de estudiantes extranjeros quedaría limitada al 15% del cuerpo estudiantil a nivel licenciatura, y no más del 5% podría provenir de un mismo país.
Pide a las universidades que dejen de tener en cuenta la raza, el sexo y una amplia gama de otros datos demográficos de los estudiantes en el proceso de admisión y que exijan a los solicitantes de licenciatura que realicen el examen SAT o el ACT.
Algunos de los compromisos más amplios tienen como objetivo promover puntos de vista conservadores.
En cuanto a género, solicita que las instituciones adopten la definición gubernamental oficial, aplicándola en baños, vestuarios y equipos deportivos femeninos, lo que podría afectar la participación de estudiantes transgénero en actividades atléticas.
El gobierno de Trump pide un compromiso para evitar cualquier interrupción de las clases o la operación de las bibliotecas del campus y para asegurar que manifestantes no acosen a otros estudiantes.
Además, los campus que firmen el pacto tendrían que congelar el precio de matrícula para los estudiantes de Estados Unidos durante cinco años, y aquellos con dotaciones que superen los dos millones de dólares por estudiante de licenciatura no podrían cobrar ningún tipo de matrícula a los estudiantes que cursen programas de “ciencias duras”.
3. ¿Quién estaría encargado de vigilar que las universidades sigan las normas impuestas por Trump?
El Departamento de Justicia sería el encargado de ejercer los términos del acuerdo, y los infractores perderían acceso a los beneficios por al menos un año.
Las violaciones posteriores aumentarían la penalización a dos años, según el documento.
"Las instituciones de enseñanza superior son libres de desarrollar modelos y valores distintos de los que figuran a continuación, si la institución opta por renunciar a los beneficios federales", dice la carta, firmada por la secretaria de Educación Linda McMahon, el director del Consejo de Política Interior de la Casa Blanca, Vince Haley, y la asesora de la Casa Blanca May Mailman.
4. ¿Qué beneficios obtendrían las universidades al firmar el pacto de Trump?
Firmar el acuerdo les daría a las universidades acceso prioritario a algunas subvenciones federales, pero el dinero del gobierno no se limitaría únicamente a esas escuelas, dijo a AP un funcionario de la Casa Blanca que habló bajo condición de anonimato.
Las universidades que acepten también tendrían acceso prioritario a eventos de la Casa Blanca y discusiones con funcionarios.
5. ¿Cuál ha sido la respuesta de las universidades hacia el ‘Pacto de Excelencia’?
Muchas de las universidades dijeron que estaban analizando la propuesta y no tenían comentarios al respecto.
Los principales funcionarios del sistema de la Universidad de Texas se sintieron “honrados” de que el campus de Austin fuera elegido para ser parte del pacto y sus “posibles ventajas de financiamiento”, de acuerdo con un comunicado de Kevin Eltife, presidente de la Junta de Regentes.
“Hoy damos la bienvenida a la nueva oportunidad que se nos presenta y esperamos trabajar en ello con el gobierno de Trump", indicó Eltife.
Opositores ven una amenaza a la libertad de expresión
Ted Mitchell, presidente del American Council on Education, instó a las universidades a rechazar el acuerdo, diciendo que viola la independencia del campus y socava la libertad de expresión.
“Los compromisos que tendrían que hacer no valen la pena”, puntualizó. “Este es un pacto fáustico”.
El pacto también desató críticas de grupos defensores de la libertad de expresión y de Larry Summers, exsecretario del Tesoro y presidente de Harvard.
Summers dijo que cree que las universidades de élite han perdido su rumbo, pero aseguró que el pacto es como intentar “arreglar un reloj con un martillo: una idea mala y contraproducente”.
Por su parte, Cornell William Brooks, profesor de liderazgo público en la Harvard Kennedy School, denunció el pacto como un "arma para ejercer el mando y el control".
En una publicación en X, Brooks señaló la paradoja de que "el mismo gobierno que puso fin a las subvenciones federales para castigar a los grupos de diversidad en Harvard utilice ahora subvenciones federales para recompensar a las universidades por favorecer a los grupos conservadores".
Una nueva estrategia del gobierno de Trump para alinear a las universidades a su agenda
El memorando representa un cambio en la estrategia del gobierno, que ahora ofrece recompensas, en lugar de castigos, como incentivo para adoptar la lista de deseos políticos de Trump.
Muchas de las demandas reflejan aquellas que hizo la Casa Blanca mientras recortaba miles de millones de dólares en fondos federales para Harvard, Columbia y otras instituciones acusadas de tener un sesgo liberal.
Un juez federal anuló el mes pasado los recortes a Harvard, asegurando que el gobierno había excedido su autoridad.
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