¿Cuánto puede crecer como máximo una serpiente?
¿Cuánto puede llegar a crecer la serpiente más larga del mundo?
A diferencia de los seres humanos, que ya tenemos el número de vértebras establecido, las serpientes tienen entre 200 y 400 vertebras y la habilidad de crecer continuamente hasta el día en que fallecen.
Esta semana, en el mundo se conoció la captura de una pitón de 250 kilos y 7,5 metros de largo en Malasia. Esta serpiente fue calificada como la más grande del mundo.
Es difícil saber si es así, pero los herpetólogos Alejandro Solórzano y Mammoth Sasa coinciden en que pertenece a la especie conocida como la pitón reticulada de Asia, que es denominada como la especie de serpiente más larga del mundo.
El animal se caracteriza por tener en su piel un patrón como una red o malla. Habita el sureste de Asia, incluyendo India, Malasia y el archipiélago Indo-Australiano.
A diferencia de los seres humanos, que ya tenemos el número de vértebras establecido, los biólogos explican que las serpientes tienen la habilidad de crecer continuamente hasta el día que fallecen y por eso, llegan a poseer entre 200 y hasta 400 vértebras. Este es un fenómeno conocido como crecimiento indeterminado.
Eso significa que es posible que existan serpientes pitón reticuladas adultas -como la recién hallada en Malasia- de casi ocho metros o incluso de mayor longitud, siempre que estas vivan en un hábitat sano y no sean cazadas por los seres humanos por miedo o para utilizar su piel, explican.
Según el Libro Guiness de los Récords, la mayor serpiente descubierta es también una pitón reticulada capturada en la isla de Célebes, Indonesia en 1921. Esta medía 10,32 metros de largo al momento de ser descrita.
Se sabe que el crecimiento de las serpientes es bastante rápido y que las crías alcanzan la madurez en el transcurso de uno a cinco años. Sin embargo, la edad más avanzada que se ha registrado entre las serpientes es de poco menos de 30 años, detallan los biólogos.
No se tiene clara la edad de la serpiente Pitón recién hallada en Malasia, pero tras su fallecimiento se está haciendo una necropsia (autopsia animal) para determinar la causa de su deceso.
Hasta ahora, hay múltiples registros de pitones reticuladas de entre 7,67 metros y 7,3m en cautiverio y hasta de 6,95 metros de largo de un espécimen colectado en el campo.
Otra de las serpientes más largas del mundo es la anaconda de Suramérica, que alcanza entre 7 y 8 metros de largo.
También está la boa constrictor, actualmente reconocida como un complejo de especies (Boa imperator, Boa constrictor). Esta se distribuye en toda la América Tropical. De algunas poblaciones de Sudamérica se han registrado especímenes que alcanzan casi los cinco metros.
No son venenosas porque usan la fuerza bruta
Los científicos coinciden en que las serpientes más largas del mundo se consideran en algún riesgo de extinción, pues han sido muy utilizadas en la industria peletera (para fabricar materiales o productos con su piel) o como alimento.
“Otra importante presión la ejerce el trasiego de animales como mascotas, aunque actualmente varias de las pitones son reproducidas en cautiverio. Sin duda, la degradación de hábitats naturales es una constante amenaza”, asegura Sasa, quien es también consejero de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Las líneas evolutivas de las grandes serpientes constrictoras como las pitones no son venenosas. ¿Por qué? Porque usan la fuerza bruta para matar a sus presas, tragándoselas.
“Pareciera que el gigantismo experimentado por las líneas que eventualmente resultaron en las especies que conocemos es una respuesta evolutiva a poder cazar presas de mayor envergadura y por lo tanto a ocupar un nicho disponible en ese sentido”, indica Sasa del Instituto Clodomiro Picado de Costa Rica, donde realizan sueros antiofídicos para prevenir ataques de víboras que sí lo son.
Entre las adaptaciones de las grandes serpientes están la llamada constricción (para destripar su presa) y el desarrollo de una estructura craniana y muscular que les permite el poder tragar grandes presas, detalla el herpetólogo.
Mientras, las serpientes que son venenosas pertenecen a otro linaje evolutivo de serpientes que evolucionaron en otra dirección, pues su estrategia para capturar presas es diferente: envenenar e inmovilizar. "Por ello desarrollaron glándulas de veneno y la expresión de toxinas múltiples y el desarrollo de mecanismos de inoculación del veneno", detalla Sasa.
Ahora, hay algunas serpientes venenosas que llegan a gran tamaño, como es el caso de la cobra real.
Sobre el miedo y reacción a matar estos animales Sasa concluye: “Eliminar los grandes constrictores de su entorno natural supone una alteración al ecosistema que podría tener consecuencias sobre poblaciones de especies presa, algunas de ellas nocivas para los humanos o sus actividades (ratas, ratones o conejos) y que pueden constituirse en plagas. Además, eliminar animales por miedo o ignorancia habla muy pobremente del individuo o sociedad que lo practica”.
“Las grandes constrictoras generalmente solo atacan para defenderse y eso ocurre principalmente cuando son molestadas. Por más grande que sea la pitón, anaconda o boa, ante la presencia humana la tendencia es a huir”, concluye.





