Científicos descubren las primeras ranas fluorescentes del planeta al estudiar una especie común en Suramérica

De día, estos anfibios son de color verde común con tonalidades de otros colores. Pero por la noche, tienen la capacidad de ser fluorescentes, lo cual es visible para los humanos sólo si se utiliza una linterna de luz ultravioleta.

Imagen PNAS

‘Brilla’ y destaca por su coloración y su belleza. Se trata de la primera rana fluorescente descubierta en el planeta.

PUBLICIDAD

El hallazgo ocurrió en Argentina y tiene a la comunidad científica fascinada porque no se trata de una especie nueva, sino de una habilidad desconocida.

La rana punteada ( Hypsiboas punctatus) es común en Suramérica. Está en Argentina, Brasil, Colombia y Venezuela, y puede vivir en una gran variedad de hábitats como bosques tropicales y subtropicales, pantanos, marismas, pequeños ríos e incluso zonas rurales y semiurbanas.

Pero lo que se desconocía de ella era su capacidad para absorber la luz a una determinada longitud de onda y de volver a emitirla a unas longitudes de onda mayores, es decir, de ser fluorescente.

De día, la rana punteada es de color verde común y hasta discreto, tiene tonalidades entre amarillo y marrón con puntos rojos oscuros. Pero por la noche, el singular anfibio parece emitir una luz entre verde vivo y azul, lo cual es visible para los humanos sólo si se utiliza una linterna de luz ultravioleta, describen los investigadores en un artículo publicado en la revista PNAS de la Academia de las Ciencias de Estados Unidos.

Los científicos del Museo de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia de Buenos Aires realizaron el descubrimiento casi que por accidente. Ellos estaban en la selva buscando las llamadas ranas arbóreas, comunes en todo el continente americano. Específicamente, su interés era estudiar el pigmento de la piel de estas.

De camino, observaron la habilidad de la Hypsiboas punctatus y descubrieron con sus estudios que este animal puede realzar su brillo entre el 18 al 29%, dependiendo del nivel de luz ambiental en su entorno.

PUBLICIDAD

Tres moléculas –llamadas hyloin-L1, hyloin-L2 e hyloin-G1– ubicadas en la piel y las secreciones glandulares y el tejido linfático son responsables de la su fluorescencia. Según los investigadores estas moléculas contienen una estructura de anillo y una cadena de hidrocarburos muy peculiares, que eran desconocidas en animales. Las moléculas similares más cercanas se encuentran en las plantas, dice el coautor del estudio Norberto Peporine Lopes, químico de la Universidad de São Paulo en Brasil.

Ellos creen que es posible que la fluorescencia le permita a estas ranas la localización de individuos de la misma especie. En tierra, la fluorescencia ha sido detectada en loros y algunos escorpiones, pero aún no está claro por qué los animales tienen esta capacidad. Entre las explicaciones posibles se cree que los ayudan a alimentarse, para encontrarse y atraer la atención de parejas reproductivas.

Tras este descubrimiento, los científicos se muestran emocionados por empezar a indagar si otros animales con coloración similar a ésta pudieran tener la capacidad de ser fluorescentes. Hasta ahora este es el primer anfibio que se describe así.

En el pasado se han detectado animales con una habilidad distinta, la bioluminiscencia, pero los autores se apuran a explicar la diferencia. Un animal bioluminiscente tiene la capacidad de producir o generar luz propia a base de reacciones químicas internas. Por su parte, la fluorescencia es la habilidad de estos de absorber la luz –en forma de radiación electromagnética de longitud de onda corta– y emitirla más tarde en longitudes de onda más largas.

PUBLICIDAD

"Creo que es emocionante", dice el biólogo marino David Gruber del Baruch College, parte de la Universidad de la Ciudad de Nueva York, quien con su colega descubrió la fluorescencia en tortugas carey en 2015. "Esto abre muchas más preguntas de las que se responden", asegura, haciendo referencia a la función ecológica de la fluorescencia.

La rana punteada ( Hypsiboas punctatus) también puede observarse en Bolivia, Ecuador, Guayana Francesa, Guayana, Paraguay, Perú, Surinam y Trinidad y Tobago.