No se requiere más evidencia del caos y la disfuncionalidad de la presidencia de Donald J. Trump, pero la semana pasada no solo demostró cómo eso incide en la agenda legislativa que presuntamente quiere sacar adelante, sino que puso sobre el tapete, una vez más, su cada vez más peligroso desgobierno.
Un gobierno a conveniencia de Trump
“El presidente ‘admira’ a quienes aplican la ley, excepto si los investigados son él, su familia y sus asesores”.


Como cada semana, el tema que la Casa Blanca quiere promover es sepultado por la crisis de turno que en días pasados fue la llegada de un nuevo director de comunicaciones, Anthony Scaramucci, que aparte de hacernos saber cuánto ama a Trump se lo demuestra lavando la ropa sucia, no en casa sino a la vista de todos, y utilizando lenguaje vulgar para referirse a sus colegas.
Y al menos uno de esos, Reince Priebus, es ahora excolega, porque su corto reinado como jefe de despacho de Trump terminó como el rosario de la Aurora. Trump lo sustituyó con el general John Kelly, quien hasta el viernes encabezaba el Departamento de Seguridad Nacional.
Hoy lunes Scaramucci fue retirado de su cargo por solicitud de Kelly.
Y el maltrecho plan republicano en el Senado para repeler el Obamacare fracasó, por varias razones, entre otras que tres valientes senadores republicanos, entre ellos John McCain, de Arizona, antepusieron lo correcto al partido, o más bien no cejaron ante el bully del presidente que no parece tener ni la más peregrina idea de cómo opera el Congreso y mucho menos el sistema de salud.
Trump, claro está, le echó la culpa del fracaso a los senadores porque él nunca tiene ni culpa ni responsabilidad si algo sale mal. Solo los verdaderos líderes reconocen sus flaquezas.
Fue particularmente emotivo ver al senador McCain votar No mientras combate un agresivo tumor cerebral. Viajó aun convaleciendo para hacer lo correcto como hacen las personas honorables que tanto escasean por estos días, lo cual se hace más presente al pensar en Trump y en Scaramucci. Los Soprano están en la Casa Blanca.
Y Trump, quien tanto dice valorar la lealtad, ha barrido el piso públicamente con su secretario de Justicia, Jeff Sessions, el primer senador en apoyar su candidatura y congraciarlo con la base conservadora. Cría cuervos y te sacarán los ojos. Trump no le perdona a Sessions haberse recusado de todo lo que tenga que ver con la pesquisa del Rusiagate porque incluso alguien como Sessions reconoció que recusarse era lo correcto. Para Trump el secretario de Justicia no debe regirse por la Constitución ni las leyes, sino hacer lo que le convenga a él como presidente.
Lo más indignante fue escucharlo el viernes en un discurso en Long Island, Nueva York, sobre el combate a la pandilla MS-13, al decir que es “un gran creyente y admirador de la gente que aplica la ley”. Trump, el que echó al exdirector del FBI, James Comey, porque no le gustó el rumbo que llevaba la pesquisa en torno a la intervención rusa en las elecciones y la posible colusión entre los rusos y su campaña; Trump, que ataca a su secretario de Justicia por hacer lo correcto y recusarse de la pesquisa; Trump, quien busca formas para deshacerse del fiscal especial que conduce la pesquisa en torno al Rusiagate, el exdirector del FBI, Robert Mueller, y que incluso pondera si tiene el poder de perdonarse a sí mismo, aunque insiste en que no ha hecho nada ilegal ni indebido. Trump, quien todavía no acepta que Rusia intervino en las elecciones de 2016 aunque lo digan todas las agencias de inteligencia. Trump, quien en su discurso del viernes sugirió que la ley impide que los policías hagan su trabajo como es debido, condonando incluso la violencia policial.
Trump “admira” a quienes aplican la ley, excepto si los investigados son él, su familia y sus asesores. Admiración convenenciera.
Nota: La presente pieza fue seleccionada para publicación en nuestra sección de opinión como una contribución al debate público. La(s) visión(es) expresadas allí pertenecen exclusivamente a su(s) autor(es) y/o a la(s) organización(es) que representan. Este contenido no representa la visión de Univision Noticias o la de su línea editorial.







