En represalia por el ataque químico en contra de la población en Siria a principios de esta semana, el presidente Donald Trump ordenó ataques aéreos con misiles Tomahawk a la base aérea Al-Shayrat. Trump ha estado en el poder por menos de tres meses y su política exterior se ha enfrentado ya a un horrible ataque en contra de personas, al que ha reaccionado con el uso de la fuerza. Basado en evidencias que muestran que las fuerzas armadas del presidente sirio Bashar al-Assad fueron las culpables del ataque químico producido en la ciudad siria de Khan Sheikhoun, y que causó la muerte de por lo menos 85 personas e hirió a casi 400, Trump lanzó el siguiente golpe haciendo que Estados Unidos regrese a la guerra.
Trump lanza ataques aéreos en contra de Siria, mientras les niega la entrada a refugiados de ese mismo país
“Ahora que la evidencia de supuestas confabulaciones entre la campaña de Trump y el régimen de Putin ha resurgido, el titubeo de Trump por condenar el apoyo ruso a la dictadura de Siria tiene mucho sentido”.


El congresista Seth Moulton (D-Mass.), un veterano de la guerra en Irak, atacó en un tuit al presidente Trump después de autorizar el ataque contra el gobierno de Siria, por no permitirles a las víctimas de ese país venir a Estados Unidos como refugiados.
stoy totalmente de acuerdo con Moulton. Durante meses los demócratas han estado tratando de permitir que a un mayor número de refugiados sirios se les permita migrar a Estados Unidos y escapar de la horrible violencia que está ocurriendo en su país.
Los ataques químicos realizados por el régimen sirio ocurrieron tan solo una semana después de que el secretario de estado, Rex Tillerson, indicara que Estados Unidos no invertiría más tiempo en derrocar a Assad, como lo había dicho el expresidente Barack Obama. Aunque el legado de Obama en Siria no fue tan eficaz como todos esperábamos, su administración nunca permitió a la dictadura siria, apoyada por Rusia, dar rienda suelta a su campaña de violencia en contra de su propio pueblo.
La investigación en curso sobre las posibles conexiones entre Trump, sus asociados y Rusia brindan un contexto muy claro a este último acontecimiento. En algún momento se llegó a pensar que el apoyo de Rusia al régimen sirio, y la exigencia de los Estados Unidos de destituir a Assad, encenderían un conflicto militar entre Obama y el presidente ruso Vladimir Putin. Después de que Obama se abstuvo de actuar cuando Assad cruzó el límite impuesto sobre el uso de armas químicas, Putin entró y llenó el vacío que Obama fue renuente en reclamar. Desde ese entonces, las fuerzas armadas del gobierno sirio son más fuertes y los éxitos que había tenido el Ejército Libre Sirio empezaron a desaparecer.
En ese momento, la página de Twitter de Trump estaba repleta de comentarios sobre el enfoque del expresident Obama en torno a Siria, con comentarios como, “Siria NO es nuestro problema”. Después de los ataques químicos del miércoles, Trump acusó “a la pasada administración por su debilidad e indecisión”. Difícil conciliar ese argumento con sus posturas del pasado, pero actuar con hipocresía parece que es su forma de ser.
Ahora que la evidencia de supuestas confabulaciones entre la campaña de Trump y el régimen de Putin ha resurgido, el titubeo de Trump por condenar el apoyo ruso a la dictadura de Siria tiene mucho sentido. En lugar de acusar a Putin, aislándose probablemente de su aliado extranjero más cercano, Trump se fue en contra de su chivo expiatorio favorito, el expresidente Obama. Las acusaciones de Trump de que los fracasos de Obama en Siria llevaron a los ataques químicos ignora las declaraciones que él mismo ha hecho, así como las del Secretario de Estado. Es simplemente una desviación de un presidente que no puede tomar una decisión y que siempre busca culpar a otros. El narcisismo de Trump está, literalmente, matando gente alrededor del mundo.
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