Entre las preguntas que todavía no han sido contestadas sobre los planes del nuevo presidente electo Donald Trump es qué hará su administración con el programa DACA (Acción Diferida para los Llegados en la Infancia) instituido en el 2012. DACA permite que los inmigrantes que fueron traídos a los Estados Unidos cuando eran niños –conocidos como dreamers–, que han terminado la secundaria o están estudiando, y que no han cometido ofensas serias, obtengan permisos de trabajo y tengan protección temporal en contra de la deportación. Este estatus se puede renovar cada dos años. Hasta hoy, aproximadamente 740,000 dreamers se han beneficiado del programa DACA.
Seguir con DACA mantendría vivo el sueño americano
“El costo económico de eliminar DACA es enorme, y perderíamos también los beneficios de las inversiones que hemos hecho en desarrollar la futura fuerza laboral”.

Cuando Trump fue candidato, prometió “cancelar las ordenes ejecutivas inconstitucionales”, un compromiso que algunos piensan incluye el programa DACA. Lo que hará el Presidente Trump no está claro. Lo que sí está muy claro es que cancelarlo tendría consecuencias muy severas para miles de jóvenes talentosos, para su futuro y el de la economía del país. Es por esto que los senadores Dick Durbin y Lindsey Graham han presentado una propuesta de ley bipartidista que tiene como propósito permitir que aquellos que son elegibles o han solicitado acceso al programa DACA permanezcan en Estados Unidos, con permiso de trabajo y sin miedo a la deportación. Ellos saben que DACA funciona.
Muchos dreamers llegaron a este país de muy niños. Como resultado, ellos son tan estadounidenses como cualquier otra persona que haya nacido en el país. Los que tienen un estatus bajo el programa DACA compran casas e invierten en pequeños negocios. Son los maestros que educan a nuestros hijos, los médicos y enfermeras que cuidan a los enfermos y a nuestros ancianos. Son personas de carne y hueso con familias que han contribuido al país, y esto no lo podemos echar hacia un lado.
El costo económico de eliminar DACA es enorme, y perderíamos también los beneficios de las inversiones que hemos hecho en desarrollar la futura fuerza laboral. El Center for American Progress estimó recientemente que los beneficios económicos desaprovechados serían del orden de los 433,400 millones de dólares en producto doméstico durante la próxima década. Si la administración Trump decidiera tratar de deportar a los jóvenes que tienen estatus protegido bajo DACA, el costo crecería entre 69,000 millones y 76,000 millones de dólares, de acuerdo con el American Action Forum, un grupo de tendencia derechista.
El costo social de eliminar el programa DACA no se puede medir. Interrumpiría y eternamente cambiaría el futuro de casi tres cuartos de millón de jóvenes que quisieron legalizar su status, que no han tenido problemas con la ley, y que se han graduado de la escuela. Deportar a los dreamers significaría romper el compromiso que hicieron los que aplicaron para el programa y pagaron 465 dólares –cifra que por cierto cubrió todos los gastos del programa y no les costó ni un centavo a los contribuyentes– a cambio de la protección de la deportación y el derecho a trabajar legalmente en el país.
Dado que DACA no ha sido retado exitosamente en las cortes –es el programa DAPA el que tiene varios retos legales– el Presidente Trump podría extender el programa y a la vez mantener su compromiso de campaña. En otro compromiso de campaña que hizo, el candidato Trump declaró que restauraría el sueño americano. Un buen paso hacia ese compromiso seria mantener el sueño americano vivo para miles de jóvenes, lo que a la vez traería un bono del orden de los 500,000 millones de dólares a nuestra economía durante de la próxima década.
Para lograr esto el Presidente Trump solo tiene que hacer…. nada. El programa quedaría en su lugar si no decide revocarlo. Después de una campaña tan divisiva, ese es un compromiso que todo estadounidense debería apoyar.
Nota: La presente pieza fue seleccionada para publicación en nuestra sección de opinión como una contribución al debate público. La(s) visión(es) expresadas allí pertenecen exclusivamente a su(s) autor(es) y/o a la(s) organización(es) que representan. Este contenido no representa la visión de Univision Noticias o la de su línea editorial.








