A principios de este mes, Óscar Martínez y su pequeña hija Valeria murieron mientras intentaban entrar a los Estados Unidos para buscar asilo y se convirtieron en un símbolo mundial de las políticas fronterizas inhumanas de la administración Trump. Tristemente, esta tragedia también reveló profundas fallas sistemáticas de las políticas por toda la región.
Muerte, detención y sufrimiento: el resultado de las políticas migratorias que niegan a los migrantes el derecho a buscar asilo
"La falta de sensibilidad mostrada por parte de los países de origen de los migrantes, especialmente en Centroamérica, es también vergonzosa. Los gobiernos de Honduras y Guatemala, el país de origen de los cinco niños que han muerto bajo la custodia de Estados Unidos, muestran la misma indiferencia al sufrimiento de los migrantes".


El gobierno de El Salvador les falló a Óscar y a Valeria al no proporcionarles la oportunidad de llevar una vida digna en su país. Seis administraciones salvadoreñas durante las pasadas tres décadas, les fallaron al no crear las condiciones que harían que fuera innecesario para personas como Óscar y Valeria buscaran protección y esperanza para un mejor futuro en otro lugar.
El actual gobierno, el cual ha estado en el poder por tan solo un mes, les falló al tomar una postura débil frente a los abusos infligidos contra los migrantes y aquellas personas que buscan asilo por parte de la administración Trump y por la vergonzosa retraumatización que sufrió la familia después de esta tragedia.
El domingo 30 de junio, el presidente Bukele reconoció los errores cometidos con la cobertura mediática en el caso de Óscar y Valeria, y asumió la responsabilidad que tuvo El Salvador en la tragedia.
El gobierno de los Estados Unidos también les falló a través de una frontera militarizada que cierra sus puertas a aquellas personas en busca de asilo. Los intentos constantes de erosionar el derecho a buscar asilo empujaron a Óscar y a Valeria a cruzar el Río Bravo en condiciones inseguras.
De esta manera, sus muertes simbolizan el fracaso de las restricciones migratorias que han ocasionado un sufrimiento humano continuo por décadas.
La falta de sensibilidad mostrada por parte de los países de origen de los migrantes, especialmente en Centroamérica, es también vergonzosa. Los gobiernos de Honduras y Guatemala, el país de origen de los cinco niños que han muerto bajo la custodia de Estados Unidos, muestran la misma indiferencia al sufrimiento de los migrantes.
Guatemala ahora se encuentra jugando un papel activo en la aplicación de las políticas de la administración Trump, al negociar un “Acuerdo de Tercero Seguro” con los Estados Unidos.
De acuerdo a un representante de la UNHCR, Guatemala tendría que realizar cambios drásticos antes de poder recibir adecuadamente a las personas en busca de asilo provenientes de El Salvador, Honduras o de cualquier otro país.
El gobierno mexicano tampoco ha podido cubrir las necesidades de los migrantes – incluyendo las de los centroamericanos, haitianos y africanos – quienes se encuentran en centros de detención y refugios temporales mientras esperan que sus solicitudes sean procesadas.
Las súplicas de una mujer haitiana por comida, agua y atención médica para su hija saca a la luz nueva evidencia de las políticas y estrategias inhumanas de México hacia las poblaciones migrantes.
Es vergonzoso que la administración de López Obrador en México continúe permitiendo que el país sea el primer muro que enfrentan los migrantes en búsqueda de protección. Durante los últimos días, 15,000 soldados de la Guardia Nacional fueron enviados a la frontera norte para detener a los migrantes y ponerlos bajo la custodia del INM, la agencia de inmigración de México.
Estas acciones han creado una discusión nacional y regional en torno a la función de vigilancia que las autoridades mexicanas han tomado con las poblaciones migrantes.
Las consecuencias de la militarización también han afectado a aquellos que se encuentran al frente para proteger a las personas vulnerables en búsqueda de refugio. El 25 de junio, organizaciones de la sociedad civil denunciaron una terrible acción en Agua Prieta, Sonora, en donde miembros de la Guardia Nacional exigieron la entrada a un refugio de migrantes sin presentar órdenes judiciales requeridas por ley.
Los agentes cuestionaron el trabajo humanitario realizado por el refugio y filmaron a uno de los trabajadores. Intimidar a los defensores de los derechos humanos no debe ser parte del mandato de los organismos que pretenden “rescatar” a los migrantes.
Con estas tácticas erróneas siendo aplicadas por países por toda la región, desafortunadamente continuaremos viendo más tragedias como las de Óscar y Valeria. Alianza Americas, como parte de una comunidad transnacional de organizaciones de la sociedad civil, continuaremos abogando por políticas que prioricen la protección de los derechos humanos y denunciaremos acciones que producen consecuencias trágicas e irreversibles.
Refugio para Familias, una coalición transnacional que busca encontrar soluciones para la difícil situación de las personas centroamericanas que huyen de sus lugares de origen. Las organizaciones que son parte de la campaña son: Alianza Americas, National Partnership for New Americas, Fair Immigration Reform Movement, We Are All America.
Nota: La presente pieza fue seleccionada para publicación en nuestra sección de opinión como una contribución al debate público. La(s) visión(es) expresadas allí pertenecen exclusivamente a su(s) autor(es). Este contenido no representa la visión de Univision Noticias o la de su línea editorial.








