Mariana Atencio: New Hampshire escogió a dos rebeldes y nosotros seguimos en las mismas

Por Mariana Atencio (#VidaDePeriodista), presentadora y corresponsal de Univision Noticias y Fusion

Llevo casi 24 horas sin dormir. Se lo atribuyo a la fiebre electoral estadounidense, de la cual me contagié en el estado de New Hampshire, donde anoche se celebró la primera primaria del país y la segunda prueba política rumbo a la Casa Blanca. Como es propio de mi #VidaDePeriodista, estuve haciendo reportajes y hablando con votantes en varios de los 319 recintos electorales, y asistí a eventos a favor de Marco Rubio, Bernie Sanders y Donald Trump mientras entraban los resultados.

Fui testigo de cómo medio millón de votantes salieron a las urnas en un proceso que rompió récords de electores. La votación en el estado de Granito fue tranquila, cívica, y de hecho histórica, pues la primaria de New Hampshire cumplió ayer 100 años. Esos 100 años de democracia eran palpables en cada centro de votación, dignos de orgullo ciudadano, y envidiables en mi imaginario latinoamericano.

Del lado republicano, la noche le perteneció al multimillonario Donald Trump, en cuyo evento no me dejaron entrar debido a que me encontraba transmitiendo con mi colega Jorge Ramos, quien no es precisamente santo de su devoción. Pero sí tuve la oportunidad de conversar con los simpatizantes de Trump mientras esperaban en el frío (18 grados Fahrenheit), en la larga fila antes de entrar.

Todos eran blancos no hispanos, en su mayoría hombres, entre los 25 y 55 años de edad. Me dijeron que Trump era el más “genuino” de los precandidatos y que querían votar por alguien que “cambiara las cosas” en Washington. El evento de Trump contaba con una energía particular, agresiva y pesimista, con un toque comercial que le daban los vendedores de mercancía “Trump”, desde las ya famosas gorras que dicen: “Make American Great Again”, hasta capas y banderas con su nombre.

Del lado demócrata, el ganador fue el Senador de Vermont, Bernie Sanders, quien arrasó con más de 60% del apoyo (cuando aún no se habían reportado todos los recintos), y cuya sede estaba llena de gente joven. A diferencia de la celebración de Donald Trump, los headquarters de “Bernie” contaban con una energía más optimista, un aire de David vs. Goliath, donde sus simpatizantes millennials bailaban al son de un DJ que tocó la canción “Uptown Funk” de Bruno Mars, entre otras.

Con estos dos hombres, New Hampshire se consagra como el estado rebelde de las primarias, dando paso a dos candidatos que desafían el statu quo. Quizás tenga que ver con el lema del estado: “vivir libre o morir”. Sin duda, los votantes que mantuvieron a todos los estrategas adivinando en las últimas semanas fueron los independientes. El 44% de los votantes en este estado no estaban registrados en ningún partido, lo cual significa que podían votar en cualquiera de las dos primarias: la republicana o la demócrata.

Una vez dentro del centro de votación, muchos de los electores me comentaban que no sabían por quién iban a votar… hasta el último minuto. En las últimas dos elecciones, la mitad de los electores en New Hampshire no se habían decidido el domingo antes de las primarias. Sin embargo, al hablar con ellos me di cuenta de que la indecisión no era por falta de preparación, sino por prepararse demasiado.

Los votantes de New Hampshire hicieron su tarea. Muchos fueron a escuchar a los precandidatos dos y hasta tres veces en los famosos town halls aquí. Los electores estaban muy conscientes de su responsabilidad de ayudar al país a escoger al próximo presidente de Estados Unidos.

Lo malo es que su escogencia –a pesar de retar al statu quo– no nos da muchas luces.

Primeramente, la contienda demócrata sigue más reñida que nunca. Tanto Hillary Clinton como Bernie Sanders mencionaron a Carolina del Sur y Nevada en sus discursos en New Hampshire, indicando que la batalla continúa en las próximas primarias. Se espera que la ex secretaria de Estado gane en ambas, por la gran cantidad de afroamericanos en Carolina del Sur, que tradicionalmente han apoyado a los Clinton, y por los votantes hispanos en Nevada.

No obstante, Sanders está apostando por Nevada; y su campaña me cuenta que tiene una organización de campo dos veces más grande que la de Hillary. La clave para ganar en Nevada será captar el corazón de los votantes hispanos que componen más de 17% del estado.

En segundo lugar, el lado republicano queda igualmente abarrotado, con los Gobernadores John Kasich y Jeb Bush resucitando entre los muertos al asegurar los puestos 2 y 4 en New Hampshire. Así que por lo menos ellos dos, y Marco Rubio quien sigue vivo a pesar de una derrota difícil, seguirán peleándose por ser el favorito del establishment en las próximas primarias.

Eso aún nos deja a Donald Trump y Ted Cruz en la delantera como los candidatos radicales. Lo que sí es probable es que después de hoy, Carly Fiorina, Ben Carson y Chris Christie tendrán que salirse de la contienda por falta de dinero. De hecho, Christie dijo anoche tras su derrota que se regresaba a Nueva Jersey para “respirar profundo” y pensar en qué hacer con su campaña. No está solo. Muchos votantes en Estados Unidos estarán haciendo lo mismo en esta impredecible elección.

Sigue mi columna #VidaDePeriodista mientras recorro la mayoría de los estados de las primarias presidenciales en Estados Unidos y otros temas.

Nota: La presente pieza fue seleccionada para publicación en nuestra sección de opinión como una contribución al debate público. La(s) visión(es) expresadas allí pertenecen exclusivamente a su(s) autor(es). Este contenido no representa la visión de Univision Noticias o la de su línea editorial.