Lo de Trump no es patriotismo sino racismo

“Las banderas solo son símbolos. Ninguna, ni siquiera la nuestra, vale más que los seres humanos a los que representa”.

Con sus comentarios ignorantes e insensibles sobre los futbolistas que protestan, el presidente Trump hizo gala de su única habilidad demostrable: la de exacerbar el odio y las divisiones étnicas en el país. Por ese camino nefasto, Trump está llevando a Estados Unidos no a una guerra cultural, como aseguran con eufemismo algunos comentaristas, sino a una guerra entre las razas y etnias que integran el acrisolado tejido del país. Y lo está haciendo adrede, con la complicidad de miembros de su Partido Republicano que comparten su fanatismo oportunista y la indiferencia y ceguera de otros. Trump y los racistas que lo rodean viven la euforia de haber ganado el poder con un lema que a duras penas disimulaba su deseo de hacer a Estados Unidos blanco otra vez y con el voto abrumador de los blancos no hispanos, muchos de los cuales resentían ocho años de la presidencia de un hombre negro.

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Ante una de sus típicas audiencias casi exclusivamente blancas no hispanas, en uno de los estados históricamente más racistas de la nación, Alabama, Trump declaró con su acostumbrado matonismo y vulgaridad que sería bueno que alguno de los propietarios de equipos de la Liga Nacional de Fútbol Americano “expulsara al hp” que le falte el respeto a la bandera. Su grosero ataque ignoró olímpicamente que los atletas que se arrodillan ante la bandera lo hacen para protestar por el clima racista, discriminatorio y de maltrato policíaco que sufre la nación, clima que su candidatura antes y su presidencia ahora han agravado. La Casa Blanca de inmediato insultó nuestra inteligencia afirmando que el mandatario solo hacia una patriótica defensa de un símbolo nacional. Sus seguidores obnubilados se envolvieron en la bandera y aceptaron la mentira oficial.

Ninguna persona razonable y bien intencionada puede confundir con un patriota a un hombre que llegó a la presidencia de la mano de un enemigo histórico de Estados Unidos, el régimen ruso de Vladimir Putin; que ha hecho negocios turbios con ese y con otros enemigos de esta nación; que ha ofendido reiteradas veces a un héroe y exprisionero de la Guerra de Vietnam, el Senador John Mccain; que ha insultado a la familia musulmana de un mártir de la Guerra de Irak; que de joven usó su influencia y el dinero de su familia para escapar del servicio militar, y que no vacila en poner en peligro las vidas de jóvenes estadounidenses con las bravuconerías con las que alimenta su narcisismo.

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Mi último noticiero
Jorge Ramos

“Al decir esta noche mis últimas palabras en el noticiero, me quedé pensando en todo lo que me queda por delante. Después de todo, los periodistas nunca se retiran. Estamos condenados toda la vida a perseguir noticias, a perseguir lo nuevo”. <br/>

Mi último noticiero

Opinión
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Inventando otro Macondo
Jorge Ramos

“El reto de la serie era, en el mejor de los casos, complementar al libro y dar una visión, entre millones, de cómo era la vida en Macondo. Y lo logra. Agradezco las narraciones tomadas íntegramente del libro y las magníficas actuaciones marcadas por las páginas más que por las improvisaciones”.

Cómo vencer a Trump
Jorge Ramos

<b>“</b>En la cabeza de Trump todo conspira para demostrar su poder. Ganó la elección y el voto popular, se desvanecen los juicios en su contra, y legalmente se siente protegido para hacer lo que se le pegue la gana. Se siente en el tope. Es en este contexto que Trump amenazó con la imposición de aranceles contra México, Canadá y China”.

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Opinión
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En México nadie sabe cómo
Jorge Ramos

<i>“Duele pero hay que decirlo: en México nadie sabe cómo detener la violencia. Si lo supieran, ya lo hubieran intentado. Lo que hemos visto desde la época de Felipe Calderón, cuando se declaró la guerra contra los narcos, son distintos experimentos -todos fallidos- para enfrentar la violencia”.</i>

La cruel y tonta idea de las deportaciones masivas
Jorge Ramos

<i>“Causarán un daño irreparable a miles de familias y a la economía estadounidense. No se trata de expulsar a los indocumentados sino de integrarlos a este país. Sería mucho más barato y efectivo. Pero Trump y sus asesores solo se oyen a sí mismos”.</i>

Trump: una amenaza para México
Jorge Ramos

“Hay mucho que negociar antes que Trump tome posesión el 20 de enero. Pero el peligro de deportaciones masivas, aranceles y hasta de operaciones militares en su territorio ha puesto en alerta a la nueva presidenta de México. Sheinbaum y Trump ya hablaron y se dijeron esas cosas huecas que se dicen los presidentes por teléfono”.

Y si los latinos deciden la elección…
Jorge Ramos

“La realidad es que cada vez hay más votantes latinos. Este año hay 36.2 millones de hispanos elegibles para votar, casi cuatro millones más que en 2020, según el centro Pew. Y aunque no todos van a salir a votar, los que lo hagan serán suficientes para definir quién será el próximo presidente o presidenta de Estados Unidos”.

El enemigo perfecto
Jorge Ramos

“Gane quien gane la elección en Estados Unidos, las cosas van a empeorar para los recién llegados. Los inmigrantes son el enemigo perfecto en esta campaña electoral. Son muy vulnerables, lo dejaron todo en su país de origen y no se pueden defender de los ataques injustificados de los políticos que solo quieren ganar votos”.

El enemigo perfecto

Opinión
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  El mundo imaginario de Donald Trump
Jorge Ramos

&quot;En este caso, nos toca apuntar y corregir todas las mentiras que Trump ha dicho -y que sigue diciendo- sobre los inmigrantes, sobre la insurrección del 6 de enero del 2021 y sobre todos los esfuerzos ilegítimos por negar los resultados de las elecciones del 2020. Las democracias mueren, primero, desde dentro&quot;.

Por la familia, todo: Ruben Gallego sobre su candidatura para ser el primer senador latino de Arizona
Rubén Gallego

&quot;A los 14 años, vi a mi familia y a mi comunidad y me dije: hay un futuro mejor para nosotros; podemos progresar y las cosas pueden mejorar. Todo lo que hago y lo que soy tiene sus raíces en mi comunidad latina, y me llena de humildad poder llegar a representar a nuestra comunidad en el Senado. Es un deber que asumiré con orgullo y mucho honor.&quot; Read this content in <a href="https://www.univision.com/univision-news/opinion/por-la-familia-todo-ruben-gallego-on-running-to-be-arizonas-first-latino-senator" target="_blank" link-data="{&quot;cms.site.owner&quot;:{&quot;_ref&quot;:&quot;00000147-f3a5-d4ea-a95f-fbb7f52b0000&quot;,&quot;_type&quot;:&quot;ae3387cc-b875-31b7-b82d-63fd8d758c20&quot;},&quot;cms.content.publishDate&quot;:1726508152821,&quot;cms.content.publishUser&quot;:{&quot;_ref&quot;:&quot;0000017b-d1c8-de50-affb-f1df3e1d0000&quot;,&quot;_type&quot;:&quot;6aa69ae1-35be-30dc-87e9-410da9e1cdcc&quot;},&quot;cms.content.updateDate&quot;:1726508152821,&quot;cms.content.updateUser&quot;:{&quot;_ref&quot;:&quot;0000017b-d1c8-de50-affb-f1df3e1d0000&quot;,&quot;_type&quot;:&quot;6aa69ae1-35be-30dc-87e9-410da9e1cdcc&quot;},&quot;link&quot;:{&quot;target&quot;:&quot;NEW&quot;,&quot;attributes&quot;:[],&quot;url&quot;:&quot;https://www.univision.com/univision-news/opinion/por-la-familia-todo-ruben-gallego-on-running-to-be-arizonas-first-latino-senator&quot;,&quot;_id&quot;:&quot;00000191-fbe7-dddd-a5f7-ffef61bf0000&quot;,&quot;_type&quot;:&quot;ff658216-e70f-39d0-b660-bdfe57a5599a&quot;},&quot;linkText&quot;:&quot;english&quot;,&quot;_id&quot;:&quot;00000191-fbe7-dddd-a5f7-ffef61bb0000&quot;,&quot;_type&quot;:&quot;809caec9-30e2-3666-8b71-b32ddbffc288&quot;}">english</a>.

Solo el racismo y el cálculo político basado en el racismo inspiraron las crudas palabras de Trump en Alabama. Esa conducta deplorable es consecuente con la que ha observado a lo largo de su vida adulta. En los 1970, el Departamento de Justicia lo investigó y acusó formalmente de discriminar a los negros en sus negocios de bienes raíces. Su carrera “política” se erigió sobre el infundio racista de que el presidente Obama había nacido en África. En su gabinete presidencial solo tiene un par de miembros de minorías étnicas más como fachada que por convicción. Y tras los violentos sucesos de Charlottesville, Virginia, equiparó a los nazis y supremacistas blancos con las personas que se manifestaron en su contra, llegando al extremo de afirmar que entre los primeros había “buenas personas”.

La cínica apelación de Trump al patriotismo evoca la elocuente sentencia del escritor inglés Samuel Johnson: “el patriotismo es el último refugio de los sinverguenzas” ( Patriotism is the l ast refuge of a scoundrel). Trump no ha sido el único que se ha envuelto en nuestra bandera durante esta polémica. Lo mismo han hecho otros republicanos ansiosos por justificar ante los votantes su continuo apoyo al presidente descarriado. Su demagogia, tan barata como peligrosa, les ahorra el tener que hacer un examen serio de los persistentes problemas raciales y étnicos del país, de la xenofobia galopante y de las lacerantes divisiones que a propósito promueven Trump y sus apologistas.

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Frente al cinismo y las manipulaciones que emanan de la Casa Blanca, ha sido alentador ver cómo han cerrado filas para exponerlos muchos atletas y ejecutivos de la NFL y de la Asociación Nacional de Baloncesto, NBA. Robert Kraft, dueño de los Patriotas de Nueva Inglaterra y donante generoso a la campaña de Trump, dijo sentirse “profundamente decepcionado por el tono de los comentarios” del mandatario. Y recordó que, bajo la Primera Enmienda, los jugadores tienen todo el derecho a protestar. Tom Brady, el famoso mariscal de campo de los Patriotas, amigo confeso de Trump, tildó sus comentarios de “divisivos”. El inmortal Lebron James le llamó “patan” y subrayó que solía ser un honor el ir a la Casa Blanca hasta que apareció él, en referencia a la decisión de Trump de retirarles la invitación a los Golden State Warriors, campeones de la NBA, porque su estrella, Steve Curry, había decidido no ir. Y varios atletas afirmaron que la protesta, ahora generalizada, es “más grande que el fútbol”, citando las palabras con que la iniciara el exmariscal de San Francisco, Colin Kaepernik.

¿Y la bandera? La de EEUU y todas son respetables mientras simbolicen la perenne lucha en defensa de la libertad, la justicia y la igualdad de oportunidades y ante las leyes. Pero, a diferencia de las personas, las banderas solo son símbolos. Ninguna, ni siquiera la nuestra, vale más que los seres humanos a los que representa, sean éstos del color o de la raza que sean, provengan de donde provengan o piensen como piensen. Eso es algo que Trump nunca entenderá.

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Nota: La presente pieza fue seleccionada para publicación en nuestra sección de opinión como una contribución al debate público. La(s) visión(es) expresadas allí pertenecen exclusivamente a su(s) autor(es) y/o a la(s) organización(es) que representan. Este contenido no representa la visión de Univision Noticias o la de su línea editorial.