Mi compañero de cuarto

"Me acabo de dar cuenta que sigo hablando de él en presente. Tampoco he querido borrar el último texto que me envió. Es como tenerlo un poquito a mi lado, como estuvo por más de dos décadas. Él me puso mi primer apodo: Pote. Suponemos que viene de potrillo -porque yo corría mucho de niño- y Alex solo lo acortó y lo alegró. Él fue todo lo que yo nunca pude ser. Hizo pronto las paces con la vida, le exprimió cada momento y se tiraba unas siestas envidiables".

"Escribo todo esto porque no se hacer otra cosa para paliar el dolor".
"Escribo todo esto porque no se hacer otra cosa para paliar el dolor".
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Para Laura, Andrés y Bruno.

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Mi hermano Alejandro se nos acaba de ir. En tres días. Fue una leucemia fulminante. Nunca la vimos venir. Apenas cuando los doctores lo empezaban a tratar, su cuerpo ya no dio más. Estaba totalmente invadido por unos malditos leucocitos que no paraban de multiplicarse. No tenemos ni idea de qué le provocó ese cáncer. Fue al hospital por lo que creíamos era una influenza muy terca y ya no salió.

Él era el alegre en una familia donde no bailamos ni cantamos mucho. El segundo de cuatro hermanos y una hermana, siempre fue el travieso, el indispensable en las fiestas y reuniones familiares, el más generoso con su tiempo y su sonrisa. Psicólogo de profesión, era un gran escuchador y un maestro del consenso.

Ahora que tanto nos falta y que hago cuentas, Alex fue mi compañero de cuarto durante 24 años. De niños siempre compartimos cuarto, al igual que calzones y calcetines. Nuestras dos camas, en forma de L, estaban sobre una peluda alfombra naranja y ahí nos encontrábamos cada noche hasta que me fui a vivir a Estados Unidos. Conozco su respiración -y él mis ronquidos- mejor que nadie.

Me acabo de dar cuenta que sigo hablando de él en presente. Tampoco he querido borrar el último texto que me envió. Es como tenerlo un poquito a mi lado, como estuvo por más de dos décadas. Él me puso mi primer apodo: Pote. Suponemos que viene de potrillo -porque yo corría mucho de niño- y Alex solo lo acortó y lo alegró. Él fue todo lo que yo nunca pude ser. Hizo pronto las paces con la vida, le exprimió cada momento y se tiraba unas siestas envidiables.

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Mi último noticiero
Jorge Ramos

“Al decir esta noche mis últimas palabras en el noticiero, me quedé pensando en todo lo que me queda por delante. Después de todo, los periodistas nunca se retiran. Estamos condenados toda la vida a perseguir noticias, a perseguir lo nuevo”. <br/>

Mi último noticiero

Opinión
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Inventando otro Macondo
Jorge Ramos

“El reto de la serie era, en el mejor de los casos, complementar al libro y dar una visión, entre millones, de cómo era la vida en Macondo. Y lo logra. Agradezco las narraciones tomadas íntegramente del libro y las magníficas actuaciones marcadas por las páginas más que por las improvisaciones”.

Cómo vencer a Trump
Jorge Ramos

<b>“</b>En la cabeza de Trump todo conspira para demostrar su poder. Ganó la elección y el voto popular, se desvanecen los juicios en su contra, y legalmente se siente protegido para hacer lo que se le pegue la gana. Se siente en el tope. Es en este contexto que Trump amenazó con la imposición de aranceles contra México, Canadá y China”.

Cómo vencer a Trump

Opinión
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En México nadie sabe cómo
Jorge Ramos

<i>“Duele pero hay que decirlo: en México nadie sabe cómo detener la violencia. Si lo supieran, ya lo hubieran intentado. Lo que hemos visto desde la época de Felipe Calderón, cuando se declaró la guerra contra los narcos, son distintos experimentos -todos fallidos- para enfrentar la violencia”.</i>

La cruel y tonta idea de las deportaciones masivas
Jorge Ramos

<i>“Causarán un daño irreparable a miles de familias y a la economía estadounidense. No se trata de expulsar a los indocumentados sino de integrarlos a este país. Sería mucho más barato y efectivo. Pero Trump y sus asesores solo se oyen a sí mismos”.</i>

Trump: una amenaza para México
Jorge Ramos

“Hay mucho que negociar antes que Trump tome posesión el 20 de enero. Pero el peligro de deportaciones masivas, aranceles y hasta de operaciones militares en su territorio ha puesto en alerta a la nueva presidenta de México. Sheinbaum y Trump ya hablaron y se dijeron esas cosas huecas que se dicen los presidentes por teléfono”.

Y si los latinos deciden la elección…
Jorge Ramos

“La realidad es que cada vez hay más votantes latinos. Este año hay 36.2 millones de hispanos elegibles para votar, casi cuatro millones más que en 2020, según el centro Pew. Y aunque no todos van a salir a votar, los que lo hagan serán suficientes para definir quién será el próximo presidente o presidenta de Estados Unidos”.

El enemigo perfecto
Jorge Ramos

“Gane quien gane la elección en Estados Unidos, las cosas van a empeorar para los recién llegados. Los inmigrantes son el enemigo perfecto en esta campaña electoral. Son muy vulnerables, lo dejaron todo en su país de origen y no se pueden defender de los ataques injustificados de los políticos que solo quieren ganar votos”.

El enemigo perfecto

Opinión
5 mins
  El mundo imaginario de Donald Trump
Jorge Ramos

&quot;En este caso, nos toca apuntar y corregir todas las mentiras que Trump ha dicho -y que sigue diciendo- sobre los inmigrantes, sobre la insurrección del 6 de enero del 2021 y sobre todos los esfuerzos ilegítimos por negar los resultados de las elecciones del 2020. Las democracias mueren, primero, desde dentro&quot;.

Por la familia, todo: Ruben Gallego sobre su candidatura para ser el primer senador latino de Arizona
Rubén Gallego

&quot;A los 14 años, vi a mi familia y a mi comunidad y me dije: hay un futuro mejor para nosotros; podemos progresar y las cosas pueden mejorar. Todo lo que hago y lo que soy tiene sus raíces en mi comunidad latina, y me llena de humildad poder llegar a representar a nuestra comunidad en el Senado. Es un deber que asumiré con orgullo y mucho honor.&quot; Read this content in <a href="https://www.univision.com/univision-news/opinion/por-la-familia-todo-ruben-gallego-on-running-to-be-arizonas-first-latino-senator" target="_blank" link-data="{&quot;cms.site.owner&quot;:{&quot;_ref&quot;:&quot;00000147-f3a5-d4ea-a95f-fbb7f52b0000&quot;,&quot;_type&quot;:&quot;ae3387cc-b875-31b7-b82d-63fd8d758c20&quot;},&quot;cms.content.publishDate&quot;:1726508152821,&quot;cms.content.publishUser&quot;:{&quot;_ref&quot;:&quot;0000017b-d1c8-de50-affb-f1df3e1d0000&quot;,&quot;_type&quot;:&quot;6aa69ae1-35be-30dc-87e9-410da9e1cdcc&quot;},&quot;cms.content.updateDate&quot;:1726508152821,&quot;cms.content.updateUser&quot;:{&quot;_ref&quot;:&quot;0000017b-d1c8-de50-affb-f1df3e1d0000&quot;,&quot;_type&quot;:&quot;6aa69ae1-35be-30dc-87e9-410da9e1cdcc&quot;},&quot;link&quot;:{&quot;target&quot;:&quot;NEW&quot;,&quot;attributes&quot;:[],&quot;url&quot;:&quot;https://www.univision.com/univision-news/opinion/por-la-familia-todo-ruben-gallego-on-running-to-be-arizonas-first-latino-senator&quot;,&quot;_id&quot;:&quot;00000191-fbe7-dddd-a5f7-ffef61bf0000&quot;,&quot;_type&quot;:&quot;ff658216-e70f-39d0-b660-bdfe57a5599a&quot;},&quot;linkText&quot;:&quot;english&quot;,&quot;_id&quot;:&quot;00000191-fbe7-dddd-a5f7-ffef61bb0000&quot;,&quot;_type&quot;:&quot;809caec9-30e2-3666-8b71-b32ddbffc288&quot;}">english</a>.

Si el éxito en la vida se mide por el número de amigos, Alex ganó. A su apurado e inesperado funeral estuvieron todos esos amigos que hizo en la primaria y que se han seguido reuniendo varias veces al mes durante décadas. Nunca he recibido abrazos más apretados, con los hombros inundados de lágrimas, que los que me dieron los amigos de Alex en su velorio.

Alex odiaba ir al doctor. Entre sus angustias principales estaba el esperar los resultados de unos exámenes médicos. Por eso me lo imagino en su cama de terapia intensiva, rodeado de doctores y aparatos, preguntándose lo que le iba a pasar mientras abría sus pestañotas sobre esos ojos azules.

Pero hasta el final, me cuentan mis hermanos, estuvo convencido que iba a salir adelante. Así era él. Él había vencido la polio de niño -con la ayuda de una cabeza rota de una estatuilla de San Martín de Porres, según cuenta la leyenda familiar- y ahora solo estaba preparándose para su siguiente batalla. “Sigan hablando de mí”, me dijo riéndose, en la que sería nuestra última llamada.

“¿Qué pasa cuando uno se muere, Alfredo?” Si alguien puede contestar esa pregunta es Alfredo Quiñones, un amigo de la familia y uno de los neurocirujanos más talentosos y famosos del mundo. “No sé lo qué pasa cuando uno se muere”, me dijo en el funeral y tomándome de los hombros con sus manos milagrosas, “pero sí sé que cuando el cerebro muere, hay una energía que se escapa, que ya no está ahí”.

En esa energía que se escapa se basan todas las religiones. Cuánto quisiera yo tener fe en momentos como este. Sin embargo, la biología me intriga y me inquieta tanto como la metafísica; Alex -que tanto se cuidaba y que tenía una cabellera completa- murió a los 63, casi a la misma edad que nuestro papá.

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Su muerte me sorprendió mientras volaba de Miami a la Ciudad de México. Un frío texto, al aterrizar, me rompió las esperanzas de verlo con vida o, al menos, de despedirnos. Desde entonces he estado tarareando algunos versos de Elegía -la canción de Joan Manuel Serrat con letra de Miguel Hernández- y me siento un poquito menos solo y triste. El arte sana:

No hay extensión más grande que mi herida
Lloro mi desventura y sus conjuntos
Y siento más tu muerte que mi vida…
No perdono a la muerte enamorada
No perdono a la vida desatenta…

Todos perdimos algo con la muerte de Alex. Pero nunca he escuchado un llanto más desgarrador que el de mi mamá, en la noche, sentada sobre la orilla de su cama, luego de un largo día de pésames. Nada se compara con el dolor por la pérdida de un hijo o una hija. “¿Es verdad lo que ocurrió?” me preguntaba ella, entre sollozos.

Alex murió como hubiera querido; en un día de fiesta, mientras millones en el planeta celebraban el triunfo de Argentina en el mundial del fútbol. Estoy seguro que hasta hubiera hecho una broma al respecto.

Escribo todo esto porque no se hacer otra cosa para paliar el dolor. Pero lo que sí sé es que, tras una fuerte pérdida, Alex -mi inolvidable y relajiento compañero de cuarto- nos hubiera empujado a todos a celebrar con más fuerza la vida, la familia, los amigos y esta temporada de fiestas.

Va por ti, Alex.

Nota: La presente pieza fue seleccionada para publicación en nuestra sección de opinión como una contribución al debate público. La(s) visión(es) expresadas allí pertenecen exclusivamente a su(s) autor(es) y/o a la(s) organización(es) que representan. Este contenido no representa la visión de Univision Noticias o la de su línea editorial.