Estados Unidos aún es el país en donde se juega justo, en donde se puede salir de un pueblo pequeño, de un barrio de bajos recursos, y tener la misma oportunidad, ya seas afroamericano, hispano, mujer o una persona con capacidades diferentes. Estas palabras las dijo la aclamada exgobernadora Ann Richards, la última candidata demócrata electa a un puesto político a nivel estatal en Texas (hace casi treinta años).
Joaquín Castro y la esperanza azul en Texas
“El nombre de Joaquín Castro surgió este fin de semana en medios tejanos como el posible contrincante demócrata del senador john Cornyn en las elecciones para el Senado en 2020”.


Con la salida de Richards vino la época republicana a Texas, con olas de electores que han coronado cámaras legislativas, gobernadores y presidentes. Sin embargo, las especulaciones sobre la contienda por el escaño del senado perteneciente al senador John Cornyn, al igual que lo ocurrido en las elecciones del 2018, indican que el panorama rubí de Texas muy pronto podría teñirse de azul.
Después de las elecciones del 2018, la alarma sonó para los republicanos en todo el país, y Texas no fue la excepción. La legislatura estatal republicana perdió 12 escaños a manos de los demócratas. La delegación de congresistas demócratas del estado ganó dos escaños. Y cómo olvidar la contienda cardiaca entre el senador republicano Ted Cruz, y el congresista demócrata Beto O’Rourke, quien con su mensaje de unidad se convirtió en una celebridad.
Beto perdió por menos del 3%, un margen que debería de preocupar al siguiente candidato republicano al Senado, en una elección presidencial en la que los demócratas saldrán con todo para ganar.
En vísperas de la elección presidencial del 2020, los operadores demócratas en Texas tienen los radares fijos en seis escaños de la Cámara de Representantes ocupados por republicanos que son considerados vulnerables. Y en el que podría ser el premio mayor de las contiendas para el Congreso: el escaño en el Senado de Cornyn, un republicano ultra conservador que lleva 16 años en el poder. La hora de la reelección le ha llegado a Cornyn, pero esta vez en una época en la que asociarse con Trump puede significar una derrota.
Varias encuestas conducidas con electores tejanos ofrecen un presagio gris para los republicanos. Resulta que en una de ellas dos tercios de los encuestados no aprueban o no saben quién es el senador Cornyn. Otra indica que solamente el 36% de los encuestados aprueban del desempeño de Cornyn mientras que el 35% no lo aprueban, y el 29% no lo reconocen o no tienen opinión. Aunada con la victoria reñida y difícil del otro senador del estado, Ted Cruz, la falta de popularidad de Cornyn es un timbre de alarma para los republicanos.
A lo largo de su carrera, Cornyn ha tomado decisiones que han afectado negativamente a la comunidad latina, a las mujeres y a las personas de la comunidad LGBTQ, entre otras comunidades. Estas son personas que han sido históricamente dañadas por los republicanos y que hoy son atacadas directamente por la administración Trump.
Hoy en día, la tolerancia o el apoyo a posiciones extremas, racistas y homofóbicas son vistos con más escrutinio y reprobación. Cornyn no puede seguir debajo del radar mientras que vota por iniciativas que tienen la mancha de Donald Trump. Al comenzar la contienda, podemos apostar que los demócratas van a sacar sus esqueletos de closet, y se sabrá el nivel de apoyo que Cornyn ha dado a las políticas divisivas y problemáticas de Trump.
El esqueleto más reciente de Cornyn es un voto en contra de la resolución para frenar la declaración de emergencia que Trump hizo para obtener su muro. De construirse el muro, decenas de tejanos tendrán que luchar para mantener sus tierras, ya que la construcción de partes del muro sería hecha en propiedad privada. Muchos verán esto como un ataque a sus derechos, cosa que Cornyn se negó a defender.
Aquí es cuando entra el congresista Joaquín Castro, un joven demócrata de San Antonio, Texas, quien introdujo la resolución que Cornyn se negó a apoyar. Castro ha surgido como el líder en la lucha contra el muro de Trump y es un defensor icónico de la comunidad Hispana en las salas del Capitolio en Washington D.C.
El nombre de Joaquín Castro surgió este fin de semana en medios tejanos como el posible contrincante demócrata del senador Cornyn. Además de su trayectoria de casi 15 años en la política, primero como legislador estatal en Texas y luego como congresista, Castro tiene una historia de vida conmovedora.
Nacido y criado en un barrio de clase trabajadora en San Antonio, hijo de una madre activista de derechos mexicano-americanos y nieto de una inmigrante mexicana, Castro, junto a su hermano gemelo Julián, logró salir adelante a base de trabajo y esfuerzo. En dos generaciones la familia Castro pasó de trabajar limpiando casas a tener un miembro en el Congreso de Estados Unidos y uno secretario en el gabinete del Presidente Obama.
Si recordamos la observación de la exgobernadora demócrata Ann Richards, este país aun es justo, y cualquier persona puede salir adelante sin importar su circunstancia, tal y como lo ha logrado Joaquín Castro. Y tal y cómo lo logró Richards, Castro podría convertirse en el primer demócrata elegido a nivel estatal en Texas en 30 años.
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