Invictos del covid: Triunfos, miedos y peligros

Para algunos, los que no hemos sufrido de covid somos unos privilegiados. Ya en febrero de 2022 que no te haya habitado el coronavirus es una suerte que empieza a dar cierto pudor exhibir, sabiendo que tanta gente se ha ido y otros millones han quedado con severas dolencias a causa de la pandemia que ha enrarecido inesperadamente nuestros tiempos como ninguna otra variable en décadas.

Un grupo de mortales que han pasado la pandemia lisos, sin siquiera un contagio. Por un lado, muchos se han cuidado al extremo con la distancia social, las mascarillas y el encierro, tanto como ha sido necesario y posible. Además de haber ido a por una, dos, tres vacunas. Por otro, los científicos empiezan a hablar de sistemas inmunológicos que simplemente no se contagian de este virus.

Según The New York Times, para principios de mes ya sumaban más de 75 millones los casos acumulados en Estados Unidos, y eso sin contar los casos no registrados (personas que decidieron no hacerse el examen, pero que tuvieron todos los síntomas de la enfermedad). Podríamos estar estimando, en números conservadores, que al menos una persona de cada cuatro ha contraído covid. Sin considerar las casi 900,000 que han muerto.

(Lo lamentable -éste es un tema aledaño pero es imposible no mencionarlo- es que sólo 63% de la población se ha vacunado con todas las dosis, siendo éste el país que invirtió en el desarrollo veloz de las vacunas, y el que más accesibilidad da a las mismas. Hay un 30% de la población que ha decidido no vacunarse o vacunarse con menos dosis de las recomendadas).

Hemos tenido muchas veces psico-covid, eso sí. Un día nos parece que hemos perdido el olfato. Otro día tenemos un dolor corporal o una jaqueca que nos pone en la cabeza la idea recurrente de que tenemos el virus alojado en nuestro cuerpo. Pero no. Es el miedo que produce el fenómeno psicosomático. Incluso para la afirmación de que hemos padecido el coronavirus de manera asintomática, el examen de anticuerpos nos tiene una negativa.

Pasa el tiempo, y nosotros los invictos empezamos a sentir esta mezcla de miedo con supremacía que sólo una situación tan rara como la de la pandemia haría posible. A veces el miedo para seguir sin contagiarse le produce a uno el deseo de lo contrario, unas temerarias y absurdas ganas de ser infectado con ómicrom, para salir de una vez de la virginidad viral y estar "superinmunizado", como llaman los CDC a quienes tienen los tres shots de la vacuna y han padecido el virus.

A veces, por el contrario, al ver las cifras y los increíbles riesgos que el virus significa (con más de cinco millones de muertos y muchos más contagiados con secuelas agudas), uno más bien ruega que el resguardo siga, que nada se abra demasiado, que ofrezcan una cuarta vacuna. Somos los invictos del covid, una mezcla de responsabilidad con suerte, que oscilamos entre la supremacía y el miedo.

Pero la realidad nos está indicando (ya se sabe que nunca nada puede predecirse, y si se trata de un virus pandémico, menos) que el covid, aunque parece que se queda para siempre entre nosotros, está poco a poco de retirada en su forma más amenazante. Considerando que la vacuna previene sus peores consecuencias y más aún su letalidad.

Y es esa una causa de preocupación, visto que la polarización ha convertido insólitamente a las vacunas en un emblema político, y ni porque muchos líderes antivacuna han muerto por no vacunarse, millones de personas parecen decididas a seguir negándose a prevenirse.

Y si la vida se va normalizando y el peligro se va haciendo parte del paisaje, aquellos invictos que no se han vacunado seguirán corriendo el mismo peligro que el día uno, antes de que murieran casi seis millones de personas y aparecieran las vacunas para prevenirlo.

A todos los invictos les deseo por igual, de todas formas, que sigamos sin gol en contra. Y si pueden, vacúnense. Literalmente, no cuesta nada.

Nota: La presente pieza fue seleccionada para publicación en nuestra sección de opinión como una contribución al debate público. La(s) visión(es) expresadas allí pertenecen exclusivamente a su(s) autor(es) y/o a la(s) organización(es) que representan. Este contenido no representa la visión de Univision Noticias o la de su línea editorial.