Me acerqué a mi mamá, como lo había hecho mil veces antes, para ayudarla a levantarse de la cama para su desayuno. “¿Quién eres tú?”, preguntó ella. Fue uno de los momentos más difíciles de mi vida. Y no sería la última vez que me hiciera esta pregunta.
El llamado del presidente a la atención domiciliaria
"Mi madre necesitaba cuidadores que hablaran español. Se convirtió en mi misión encontrarlos y entrenarlos".


Mi madre fue diagnosticada con Alzheimer en 2010. Como enfermera y educadora, con dos maestrías y un doctorado, estaba bien equipada con conocimientos clínicos sobre su diagnóstico. Pero todos los libros del mundo no podrían haberme preparado para el costo personal de ver a mi madre perder lentamente la memoria.
Mi mamá y papá emigraron a los Estados Unidos desde Cuba en la década de 1950 para buscar una vida mejor para nuestra familia. Yo no tenía ni dos años en ese momento. Crecí agradecida por las oportunidades que me brindaron y quería retribuir al país que nos acogió. Esa es una de las razones por las que me convertí en enfermera y comencé a capacitar a otros para que tuvieran éxito como cuidadores.
Pensé que podría ayudar fácilmente a mi madre a superar su enfermedad. En el momento de su diagnóstico, había formado a enfermeras por más de 45 años y había establecido programas de enfermería en varias universidades de los Estados Unidos. Por un tiempo, la cuidé yo sola. Pero el Alzheimer de mi mamá progresó hasta el punto en que olvidó cómo preparar sus comidas, y necesitaba ayuda para bañarse y otras tareas diarias. Mi padre había fallecido años antes y ningún otro familiar estaba disponible para ayudar con el cuidado de mi mamá de manera constante. Entonces, después de tres años de cuidarla sola, me di cuenta que necesitaba la ayuda de un cuidador profesional.
Algunos pueden pensar que los trabajadores del cuidado sólo son necesarios para ayudar a bañar o preparar comidas. Lo son, pero también se necesitan para los momentos en que su ser querido no lo reconoce, o grita en medio de la noche, confundido acerca de dónde está. La carga emocional de cuidar a un ser querido puede ser incluso más exigente que la carga física. Necesitaba atención de relevo: alguien que me diera un pequeño descanso para despreocuparme del cuidado de mi mamá las 24 horas del día, los 7 días de la semana.
Cada vez más, mi madre retrocedía a su español nativo, por lo que necesitaba encontrar un trabajador de atención domiciliaria que hablara español con fluidez. Se podría pensar que habría sido una tarea fácil, pero en nuestra pequeña comunidad de Locust Grove en Virginia central hay escasez de cuidadores y, la comunidad hispana aunque vibrante y en crecimiento, es pequeña.
Me comuniqué con la Junta de Enfermería de Virginia y diseñé un programa que sería más accesible para las comunidades inmigrantes y minoritarias. En ese momento, los requisitos de ingreso para los programas de capacitación en Virginia eran un gran obstáculo para los solicitantes cuyo primer idioma no era el inglés o que tenían bajos ingresos, personas que a menudo eran eliminadas por estrictos exámenes de ingreso y costosas tarifas de cursos. Mi plan de estudios intentó reducir estas barreras de entrada mientras cumplía con todos los requisitos que había establecido el estado.
En mayo de 2015, abrimos la Academia de Enfermería Profesional de Locust Grove. Desde entonces, el programa de Auxiliar de Enfermería Certificado de la Academia - que requiere 145 horas de capacitación y práctica clínica durante seis semanas - ha graduado a más de 1,000 cuidadores.
Hoy, enseñamos completamente en inglés, aunque la Academia tiene maestros que pueden traducir y responder preguntas en español, alemán y filipino/tagalo. Tenemos estudiantes graduados que dominan muchos otros idiomas. Además, nuestros graduados terminan el programa con conocimiento de las mejores prácticas de cuidado, administración de medicamentos y condiciones médicas, incluido el Alzheimer.
Gracias a mi trabajo en la Academia, finalmente pude obtener atención domiciliaria adicional para mi madre en español. Durante los últimos años de su vida, constantemente tuvo dos Auxiliares de Enfermería Certificadas de habla hispana, que ayudaron a asegurar que mi mamá recibiera la atención que necesitaba.
Muchas otras familias se han beneficiado del programa: uno de nuestros estudiantes recientemente cuidó a un hispanohablante de unos 80 años. Cuando ella le habló al hombre en su idioma nativo, él lloró. No había conversado en español en 11 años.
Cada año, más familias buscan atención domiciliaria para sus seres queridos, pero la economía del cuidado de nuestro país no se ha mantenido al día con la demanda. Como nación, no invertimos lo suficiente en nuestros cuidadores. Muchos en nuestro estado ganan solo $12 por hora y el trabajador de atención domiciliaria promedio en todo el país gana sólo $17,200 al año.
Podemos solucionar la escasez de trabajadores de atención domiciliaria financiando adecuadamente la industria. El presidente Biden pronunció su discurso sobre el Estado de la Unión esta semana. En él, enfatizó la necesidad urgente de invertir en cuidados a largo plazo. El plan económico del presidente Biden invertiría $150 mil millones para abordar la creciente necesidad de atención domiciliaria. Esos fondos asegurarían que los cuidadores de todo el país puedan obtener la capacitación que necesitan.
Pagar mejor a los cuidadores ayudaría a asegurar que más trabajadores ingresen a la industria. El Congreso está decidiendo sus prioridades para este nuevo año y la atención domiciliaria debiera incluirse. Al aprobar este plan, nuestros líderes tienen la oportunidad de hacer que la atención domiciliaria sea más accesible para millones de familias.
Mi madre vivió durante siete años y medio después de ser diagnosticada, mucho más de lo que esperaban sus médicos. Algo que atribuyo a la excelente atención domiciliaria que le brindamos. Todas las familias deben tener la suerte de cuidar a sus seres queridos en casa, si así lo desean.
Fue difícil ver que la memoria de mi madre se desvanecía progresivamente, pero me consoló - y a ella también - que pudo recibir atención amorosa en casa y en un idioma que entendía.
Nota: La presente pieza fue seleccionada para publicación en nuestra sección de opinión como una contribución al debate público. La(s) visión(es) expresadas allí pertenecen exclusivamente a su(s) autor(es) y/o a la(s) organización(es) que representan. Este contenido no representa la visión de Univision Noticias o la de su línea editorial.







