La Iglesia Católica tiene más de 1,100 millones de fieles en todo el mundo. Su riqueza es casi incalculable. Se asegura que el Banco del Vaticano tiene activos por 8,000 millones de dólares. La entrada para los turistas a la monumental construcción vaticana cuesta entre 5 y 17 euros y se calcula que con el carismático Papa Francisco la millonaria cifra de turistas se ha triplicado, lo que representa una muy buena noticia para los encargados de las finanzas vaticanas.
El costoso apartamento de un cardenal
“La recomendación del papa Francisco de que todos los jerarcas de la Iglesia vivan modestamente como él, no es algo que la mayoría de los mal acostumbrados cardenales y obispos quieran seguir”.

Pero mi plan no es hacer cálculos. No hay quien se atreva a decir lo que vale todo lo que hay en ese medio kilómetro que ocupa el Vaticano. Y tampoco se puede calcular lo que la Iglesia tiene fuera, en muchos países.
Los escándalos relacionados con la riqueza vaticana, con el poder vaticano, con la corrupción vaticana, han llenado millones de páginas a lo largo de la historia. Es imposible que alguien en el mundo domine totalmente el tema porque es imposible leer tanto contenido y escudriñar en tantos textos.
Hemos leído acerca de varias investigaciones ordenadas por el actual papa, tratando de llegar al fondo de denuncias para mantener la mejor imagen de la Iglesia, pero la última de ellas significa un enorme reto, pues el principal implicado es nada menos que el cardenal Tarcisio Bertone, quien llegó a ser uno de los más influyentes prelados católicos dentro y fuera del Vaticano. El Papa Francisco le quitó el año pasado el cargo de número dos pues siendo Secretario de Estado, durante el papado de Benedicto XVI, Bertone “habría cometido muchos errores”, de los cuales poco se habló cuando fue destituído.
Pero hace apenas unos días, El Vaticano dijo que está investigando a dos exfuncionarios por acusaciones de que dinero destinado a un hospital de niños fue usado para remodelar el departamento de lujo de un cardenal. Ese es el apartamento del ex Secretario de Estado del Vaticano Tarcisio Bertone, quien estuvo en la lista de los papables antes de Francisco.
La cuenta por el apartamento fue pagada con ayuda de la fundación del hospital infantil Bambino Gesu, con lo cual se daría cierta validez a la denuncia de Gianluigi Nuzzi en su libro “Via Crucis” de que “de cada 10 euros destinados a la caridad, únicamente dos se atenían a su objetivo o destino”. Asegura que el resto “se destinaba a excentricidades como la de “celebrar” las canonizaciones de Juan XXIII y de Juan Pablo II descorchando botellas de spumante en una fiesta de 18.000 euros, particularmente propicia a la promiscuidad de futbolistas, velinas, políticos, periodistas y aristócratas apuntalados”.
La recomendación del papa Francisco de que todos los jerarcas de la Iglesia vivan modestamente como él, no es algo que la mayoría de los mal acostumbrados cardenales y obispos quieran seguir.
Investigadores del Vaticano están evaluando acusaciones de que exdirectivos del hospital estuvieron involucrados en malversación de fondos que incluyen el caso de Bertone, según L'Espresso. El trabajo en la residencia de Bertone costó unos 422.000 euros (481.000 dólares). Me gustaría conocer el apartamento para corroborarlo.
Una de las prioridades del actual pontífice es limpiar las finanzas del Vaticano. Esperamos que así sea, por el bien de la Iglesia, de quienes trabajan honestamente para ella, de quienes pagan diezmos, ofrendas y primicias.
Nota: La presente pieza fue seleccionada para publicación en nuestra sección de opinión como una contribución al debate público. La(s) visión(es) expresadas allí pertenecen exclusivamente a su(s) autor(es). Este contenido no representa la visión de Univision Noticias o la de su línea editorial.








