Daniel Morcate: ¿Nuestra hora de fascismo?

El periodista advierte que, el hecho de que tantos norteamericanos tomen en serio a un aprendiz de fascista como Trump, es perturbador


Por Daniel Morcate, miembro de la unidad política de Univision Noticias

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Aun antes de que se emita el primer voto, algunos líderes republicanos han tirado la toalla y decidido calarse a Donald Trump. Se nota en el lenguaje cada vez más elogioso y menos crítico del puntero de su partido en las encuestas. También en la forma en que algunos rivales, como Ted Cruz, lo acusan de haber pactado con el “establishment” partidista. Y en comentarios socarrones del propio Trump, quien, luego de alardear de ser un outsider total, ahora presume de que “un poco de establishment no hace daño”.

Mi último noticiero
Jorge Ramos

“Al decir esta noche mis últimas palabras en el noticiero, me quedé pensando en todo lo que me queda por delante. Después de todo, los periodistas nunca se retiran. Estamos condenados toda la vida a perseguir noticias, a perseguir lo nuevo”. <br/>

Mi último noticiero

Opinión
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Inventando otro Macondo
Jorge Ramos

“El reto de la serie era, en el mejor de los casos, complementar al libro y dar una visión, entre millones, de cómo era la vida en Macondo. Y lo logra. Agradezco las narraciones tomadas íntegramente del libro y las magníficas actuaciones marcadas por las páginas más que por las improvisaciones”.

Cómo vencer a Trump
Jorge Ramos

<b>“</b>En la cabeza de Trump todo conspira para demostrar su poder. Ganó la elección y el voto popular, se desvanecen los juicios en su contra, y legalmente se siente protegido para hacer lo que se le pegue la gana. Se siente en el tope. Es en este contexto que Trump amenazó con la imposición de aranceles contra México, Canadá y China”.

Cómo vencer a Trump

Opinión
5 mins
En México nadie sabe cómo
Jorge Ramos

<i>“Duele pero hay que decirlo: en México nadie sabe cómo detener la violencia. Si lo supieran, ya lo hubieran intentado. Lo que hemos visto desde la época de Felipe Calderón, cuando se declaró la guerra contra los narcos, son distintos experimentos -todos fallidos- para enfrentar la violencia”.</i>

La cruel y tonta idea de las deportaciones masivas
Jorge Ramos

<i>“Causarán un daño irreparable a miles de familias y a la economía estadounidense. No se trata de expulsar a los indocumentados sino de integrarlos a este país. Sería mucho más barato y efectivo. Pero Trump y sus asesores solo se oyen a sí mismos”.</i>

Trump: una amenaza para México
Jorge Ramos

“Hay mucho que negociar antes que Trump tome posesión el 20 de enero. Pero el peligro de deportaciones masivas, aranceles y hasta de operaciones militares en su territorio ha puesto en alerta a la nueva presidenta de México. Sheinbaum y Trump ya hablaron y se dijeron esas cosas huecas que se dicen los presidentes por teléfono”.

Y si los latinos deciden la elección…
Jorge Ramos

“La realidad es que cada vez hay más votantes latinos. Este año hay 36.2 millones de hispanos elegibles para votar, casi cuatro millones más que en 2020, según el centro Pew. Y aunque no todos van a salir a votar, los que lo hagan serán suficientes para definir quién será el próximo presidente o presidenta de Estados Unidos”.

El enemigo perfecto
Jorge Ramos

“Gane quien gane la elección en Estados Unidos, las cosas van a empeorar para los recién llegados. Los inmigrantes son el enemigo perfecto en esta campaña electoral. Son muy vulnerables, lo dejaron todo en su país de origen y no se pueden defender de los ataques injustificados de los políticos que solo quieren ganar votos”.

El enemigo perfecto

Opinión
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  El mundo imaginario de Donald Trump
Jorge Ramos

&quot;En este caso, nos toca apuntar y corregir todas las mentiras que Trump ha dicho -y que sigue diciendo- sobre los inmigrantes, sobre la insurrección del 6 de enero del 2021 y sobre todos los esfuerzos ilegítimos por negar los resultados de las elecciones del 2020. Las democracias mueren, primero, desde dentro&quot;.

Por la familia, todo: Ruben Gallego sobre su candidatura para ser el primer senador latino de Arizona
Rubén Gallego

&quot;A los 14 años, vi a mi familia y a mi comunidad y me dije: hay un futuro mejor para nosotros; podemos progresar y las cosas pueden mejorar. Todo lo que hago y lo que soy tiene sus raíces en mi comunidad latina, y me llena de humildad poder llegar a representar a nuestra comunidad en el Senado. Es un deber que asumiré con orgullo y mucho honor.&quot; Read this content in <a href="https://www.univision.com/univision-news/opinion/por-la-familia-todo-ruben-gallego-on-running-to-be-arizonas-first-latino-senator" target="_blank" link-data="{&quot;cms.site.owner&quot;:{&quot;_ref&quot;:&quot;00000147-f3a5-d4ea-a95f-fbb7f52b0000&quot;,&quot;_type&quot;:&quot;ae3387cc-b875-31b7-b82d-63fd8d758c20&quot;},&quot;cms.content.publishDate&quot;:1726508152821,&quot;cms.content.publishUser&quot;:{&quot;_ref&quot;:&quot;0000017b-d1c8-de50-affb-f1df3e1d0000&quot;,&quot;_type&quot;:&quot;6aa69ae1-35be-30dc-87e9-410da9e1cdcc&quot;},&quot;cms.content.updateDate&quot;:1726508152821,&quot;cms.content.updateUser&quot;:{&quot;_ref&quot;:&quot;0000017b-d1c8-de50-affb-f1df3e1d0000&quot;,&quot;_type&quot;:&quot;6aa69ae1-35be-30dc-87e9-410da9e1cdcc&quot;},&quot;link&quot;:{&quot;target&quot;:&quot;NEW&quot;,&quot;attributes&quot;:[],&quot;url&quot;:&quot;https://www.univision.com/univision-news/opinion/por-la-familia-todo-ruben-gallego-on-running-to-be-arizonas-first-latino-senator&quot;,&quot;_id&quot;:&quot;00000191-fbe7-dddd-a5f7-ffef61bf0000&quot;,&quot;_type&quot;:&quot;ff658216-e70f-39d0-b660-bdfe57a5599a&quot;},&quot;linkText&quot;:&quot;english&quot;,&quot;_id&quot;:&quot;00000191-fbe7-dddd-a5f7-ffef61bb0000&quot;,&quot;_type&quot;:&quot;809caec9-30e2-3666-8b71-b32ddbffc288&quot;}">english</a>.

En eso el magnate de bienes raíces tiene parte de razón. A él sin duda le beneficiará el apoyo que reciba de figuras importantes e influyentes del GOP. Pero ese apoyo le hará daño no solo al partido, sino también y sobre todo a nuestra democracia. En la práctica, significa que un segmento del liderazgo republicano está dispuesto a aceptar como su representante a un candidato demagogo, narcisista y bravucón; a una figura tóxica que encarna las peores tendencias del conservadurismo norteamericano: el resentimiento social y la histeria política.

Como los malos argumentos, Trump es la consecuencia lógica de dos falsas premisas que han alentado a un amplio sector del Partido Republicano durante largo tiempo, especialmente desde que Barack Obama asumió la presidencia. Una es que Estados Unidos se viene abajo por culpa de la afluencia migratoria y las conquistas sociales y de poder que han hecho las minorías étnicas. La otra es que se vale protestar con estridencia contra estas tendencias y reclamar una vuelta al pasado cuando el país era económica, ideológica y culturalmente más homogéneo, previsible y seguro para la mayoría blanca no hispana. No otra cosa significa el lema de campaña de Trump, “Let’s make America great again” o “Recuperemos la grandeza de Estados Unidos”. Es un lenguaje cifrado que resuena entre norteamericanos resentidos porque ahora se ven obligados a compartir con gente de diverso pelaje el sabroso pastel de nuestra próspera democracia.

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El sostenido éxito de Trump en lo que va de contienda es motivo suficiente para que nos preguntemos con inquietud si es posible que a Estados Unidos le esté llegando su hora de fascismo. Cualquier respuesta categórica nos deslizaría por la peligrosa pendiente de la conjetura. Nadie sabe a ciencia cierta cuál será el desenlace de la tragicomedia política que vive el país. Pero sí es posible advertir que el resentimiento, la frustración, la intolerancia y el racismo hoy son los motores que impulsan a un vasto sector de nuestra sociedad. Y que esos son, precisamente, los factores que socavan cualquier democracia, hasta la más firme y poderosa; y también los ingredientes con que se cocinan los extremismos políticos.

Del otro lado del espectro ideológico, en el campo liberal, muchos norteamericanos también muestran su descontento con el status quo. Son los seguidores multitudinarios del candidato independiente devenido demócrata Bernie Sanders, quien le está presentando una buena batalla a la favorita en las primarias, Hillary Clinton. La tónica de su campaña y el fervor de sus seguidores por fortuna no denotan el mismo amargado resentimiento de Trump y muchos de sus partidarios. Pero, al igual que Trump, Sanders habla y se comporta como una especie de llanero solitario de la política norteamericana. Lo que plantea la inquietud adicional de cómo cualquiera de estos dos hombres, en caso de llegar a la Casa Blanca, sería capaz de gobernar a la nación.

La pregunta que encabeza esta columna carece de respuesta fácil, en parte, porque Estados Unidos sigue teniendo fuertes instintos democráticos y sólidas instituciones que a lo largo de los años se diseñaron y perfeccionaron, precisamente, para escudarnos a todos de cualquier tentativa de despotismo o abuso sistemático del poder. Mantengo la confianza en nuestras instituciones. Creo en los impulsos democráticos de nuestra nación. Pero el mero hecho de que tantos norteamericanos y uno de nuestros dos grandes partidos hayan decidido tomarse en serio a un aprendiz de fascista como Trump es sin duda perturbador; una prueba fehaciente de que en ningún momento ni lugar puede haber tregua ni pausa en la defensa de la libertad y la convivencia civilizada. Ni siquiera en la democracia más antigua y estable del mundo.

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Nota: La presente pieza fue seleccionada para publicación en nuestra sección de opinión como una contribución al debate público. La(s) visión(es) expresadas allí pertenecen exclusivamente a su(s) autor(es). Este contenido no representa la visión de Univision Noticias o la de su línea editorial.