Crisis de Venezuela: las amenazas de Trump a Maduro evocan la historia sangrienta de la intervención de EEUU en América Latina

“La larga historia de intervenciones de Estados Unidos en la política latinoamericana sugiere que sus operaciones militares generalmente conducen a la dictadura y la guerra civil, no a la democracia”.

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Por:
Joseph J. Gonzalez
Un oficial de la Guardia Nacional de Venezuela lanza gas lacrimógeno hacia los manifestantes durante un enfrentamiento por la ayuda humanitaria en la frontera con Colombia el 23 de febrero de 2019. Cuatro manifestantes murieron.
Un oficial de la Guardia Nacional de Venezuela lanza gas lacrimógeno hacia los manifestantes durante un enfrentamiento por la ayuda humanitaria en la frontera con Colombia el 23 de febrero de 2019. Cuatro manifestantes murieron.
Imagen AP Photo/Fernando Llano

La violencia estalló en la frontera entre Venezuela y Colombia en torno a la entrega de ayuda humanitaria a Venezuela el 22 de febrero, matando a cuatro personas e hiriendo a 24.

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El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, advirtió al presidente venezolano, Nicolás Maduro, que “sus días están contados”,y los funcionarios de Trump reiteraron que Estados Unidos está considerando todas las opciones,incluida la acción militar, para enfrentar la crisis de Venezuela.

Casi el 80% de los venezolanos desaprueban a Maduro,quien se posesionó para un segundo período de seis años en enero, después de unas elecciones ampliamente consideradas como fraudulentas. Desde que asumió el poder en 2013, Maduro ha llevado a Venezuela a una profunda crisis económica.

A fines de enero, el líder opositor Juan Guaidó declaró a Maduro “usurpador” y juró como el presidente legítimo del país. Más de 50 países, incluidos Estados Unidos, la mayoría de los países de Europa y la mayor parte de América Latina, quieren reemplazar el régimen de Maduro con un gobierno dirigido por Guaidó.

A pesar de la condena casi global a Maduro, cualquier intervención de Estados Unidos en Venezuela sería controvertida. La larga historia de intervenciones de Estados Unidos en la política latinoamericana sugiere que sus operaciones militares generalmente conducen a la dictadura y la guerra civil, no a la democracia.

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La guerra fría cubano-estadounidense

Cuba, el foco de mi investigación histórica,es un excelente ejemplo de este patrón.

Las relaciones entre Estados Unidos y Cuba nunca se han recuperado de la intervención del presidente William McKinley en la guerra de independencia de Cuba hace más de un siglo.

Antes de emprender lo que los estadounidenses conocen como la guerra hispanoamericana en 1898, McKinley prometió que “el pueblo de la isla de Cuba” sería “libre e independiente” de España y que su gobierno no tenía “intención de ejercer soberanía, jurisdicción o control” sobre la isla.

Al final, sin embargo, la independencia cubana de España significó la dominación de Estados Unidos.

Durante 60 años después de la guerra hispanoamericana, la Casa Blanca realizó repetidas intervenciones militares y diplomáticas en Cuba, apoyando a los políticos que protegían los intereses económicos de Estados Unidos en el azúcar, los servicios públicos, los bancos o el turismo y que respaldaban la política exterior estadounidense en el Caribe.

Para 1952, cuando Fulgencio Batista, respaldado por Estados Unidos, derrocó al presidente Carlos Prío Socarrás, el gobierno de Cuba se había convertido efectivamente en un protector de las empresas estadounidenses, según mi investigación. Batista tuvo una relación cálida tanto con Washington DC como con los grupos del crimen organizado estadounidense que solían controlar la industria turística de La Habana.

Una revolución comunista dirigida por Fidel Castro derrocó a la junta militar de Batistaen 1959. Castro condenóal “gobierno imperialista de Estados Unidos” por convertir a Cuba en una “colonia estadounidense”.

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El embargo comercial de la administración Kennedy contra Cuba y la desastrosa invasión de Bahía de Cochinos de 1961, en la que los militares de Estados Unidos entrenaron a los disidentes cubanos en un intento de destituir a Castro, empujaron a Cuba a la órbita de la Rusia soviética.

Mi último noticiero
Jorge Ramos

“Al decir esta noche mis últimas palabras en el noticiero, me quedé pensando en todo lo que me queda por delante. Después de todo, los periodistas nunca se retiran. Estamos condenados toda la vida a perseguir noticias, a perseguir lo nuevo”. <br/>

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Opinión
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Inventando otro Macondo
Jorge Ramos

“El reto de la serie era, en el mejor de los casos, complementar al libro y dar una visión, entre millones, de cómo era la vida en Macondo. Y lo logra. Agradezco las narraciones tomadas íntegramente del libro y las magníficas actuaciones marcadas por las páginas más que por las improvisaciones”.

Cómo vencer a Trump
Jorge Ramos

<b>“</b>En la cabeza de Trump todo conspira para demostrar su poder. Ganó la elección y el voto popular, se desvanecen los juicios en su contra, y legalmente se siente protegido para hacer lo que se le pegue la gana. Se siente en el tope. Es en este contexto que Trump amenazó con la imposición de aranceles contra México, Canadá y China”.

Cómo vencer a Trump

Opinión
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En México nadie sabe cómo
Jorge Ramos

<i>“Duele pero hay que decirlo: en México nadie sabe cómo detener la violencia. Si lo supieran, ya lo hubieran intentado. Lo que hemos visto desde la época de Felipe Calderón, cuando se declaró la guerra contra los narcos, son distintos experimentos -todos fallidos- para enfrentar la violencia”.</i>

La cruel y tonta idea de las deportaciones masivas
Jorge Ramos

<i>“Causarán un daño irreparable a miles de familias y a la economía estadounidense. No se trata de expulsar a los indocumentados sino de integrarlos a este país. Sería mucho más barato y efectivo. Pero Trump y sus asesores solo se oyen a sí mismos”.</i>

Trump: una amenaza para México
Jorge Ramos

“Hay mucho que negociar antes que Trump tome posesión el 20 de enero. Pero el peligro de deportaciones masivas, aranceles y hasta de operaciones militares en su territorio ha puesto en alerta a la nueva presidenta de México. Sheinbaum y Trump ya hablaron y se dijeron esas cosas huecas que se dicen los presidentes por teléfono”.

Y si los latinos deciden la elección…
Jorge Ramos

“La realidad es que cada vez hay más votantes latinos. Este año hay 36.2 millones de hispanos elegibles para votar, casi cuatro millones más que en 2020, según el centro Pew. Y aunque no todos van a salir a votar, los que lo hagan serán suficientes para definir quién será el próximo presidente o presidenta de Estados Unidos”.

El enemigo perfecto
Jorge Ramos

“Gane quien gane la elección en Estados Unidos, las cosas van a empeorar para los recién llegados. Los inmigrantes son el enemigo perfecto en esta campaña electoral. Son muy vulnerables, lo dejaron todo en su país de origen y no se pueden defender de los ataques injustificados de los políticos que solo quieren ganar votos”.

El enemigo perfecto

Opinión
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Durante las últimas seis décadas, Estados Unidos y Cuba han permanecido encerrados en una Guerra Fría,con un breve deshielo bajo el presidente Barack Obama.

Golpes anticomunistas

Ante el temor de que el comunismo se extendiera por todo el hemisferio, el gobierno de Estados Unidos interfirió repetidamente en la política de las naciones latinoamericanas durante la Guerra Fría.

En 1954, la CIA trabajó con elementos del ejército guatemalteco para derrocar al presidente electo Jacobo Árbenz,a quien los responsables políticos de Estados Unidos consideraban peligrosamente de izquierda. Siguieron décadas de dictadura y de guerra civil,en las que murieron unas 200,000 personas.

Un acuerdo de paz en 1996 restableció la democracia, pero Guatemala aún tiene que recuperarse económica, política y psicológicamentedel derramamiento de sangre.

Luego está el golpe de Estado en Chile apoyado por Estados Unidos. En 1973, el gobierno de Estados Unidos ayudó de manera encubiertaa elementos de la derecha del ejército chileno a derrocar al presidente socialista Salvador Allende.

El general Augusto Pinochet tomó el poder con el silencioso apoyo financiero y político de Estados Unidos. Su dictadura, que duró hasta 1990, mató a decenas de miles de chilenos.

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República Dominicana y Panamá

La intervención de Estados Unidos en América Latina no comenzó ni terminó con la Guerra Fría.

Durante la Primera Guerra Mundial, a Estados Unidos le preocupaba que Alemania pudiera usar a la República Dominicana como base de operaciones militares. Así, las tropas estadounidenses ocuparon la isla caribeñade 1916 a 1924.

Aunque la administración dirigida por Estados Unidos mejoró las finanzas y la infraestructura de la República Dominicana, también creó la guardia nacional que ayudó a impulsar al general Rafael Trujillo al poder. Su reinado de 30 años fue salvaje.

La invasión de Panamá por el presidente George H. W. Bush en 1989 es la rara excepción en que la intervención de Estados Unidos en los asuntos latinoamericanos brindó estabilidad.

La mayoría de los panameños parecen haber apoyado la operación militar de Estados Unidos en 1989para eliminar al corrupto y brutal hombre fuerte militar Manuel Noriega.
En los años posteriores, Panamá ha disfrutado de elecciones comparativamente pacíficas y transferencias de poder.

El antiamericanismo en latinoamérica

En general, sin embargo, las operaciones militares estadounidenses en América Latina rara vez han traído la democracia.

En cambio, han creado un fuerte sentimiento antiamericanoen la región, que los líderes izquierdistas, desde Fidel Castro hasta Hugo Chávez, han aprovechado hábilmente para vilipendiar a sus oponentes políticos como meras marionetas de Estados Unidos.

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El apoyo al gobierno de Estados Unidoses menor ahora que en décadas. Solo el 35% de los argentinos, el 39% de los chilenos y el 45% de los venezolanos ven a Estados Unidos favorablemente, según el Centro de Investigación Pew.

El presidente Maduro también ha utilizado la retórica antiimperialista. Denuncia las sanciones estadounidenses y otros esfuerzos para aislar a su régimen como un "complot gringo".

Una forma más segura de restaurar la democracia

Esta historia explica por qué una intervención estadounidense en Venezuela sería vista con escepticismo. Aunque Maduro es impopular, el 65% de los venezolanosse oponen a cualquier operación militar extranjera para destituir a Maduro, según una encuesta reciente.

En lugar de planear otro golpe de estado, creo que los esfuerzos de Estados Unidos en Venezuela deberían apoyar el trabajo del Grupo de Lima, una coalición de 12 países latinoamericanos, que incluye a México, Guatemala y Brasil, además de Canadá.

El Grupo de Lima ha descartado el uso de la fuerza militaren Venezuela. Su campaña de presión para expulsarlo pacíficamente ha incluido aislar diplomáticamente a su régimen y pedir a los soldados de Venezuela que comprometan su lealtad a Guaidó.

Un acuerdo negociado que conduzca a la salida voluntaria de Maduro es su objetivo final.

La diplomacia regional es mucho más lenta que la intervención extranjera. Pero evita un mayor derramamiento de sangre y reduce el papel del antiamericanismo en la crisis de Venezuela.

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También puede abrir un nuevo capítulo en la historia de las relaciones entre Estados Unidos América Latina, uno en el que Estados Unidos asume su liderazgo en la región y no al revés.

Joseph J. Gonzalez, Associate Professor, Global Studies, Appalachian State University

This article is republished from The Conversation under a Creative Commons license. Read the original article.

Nota: La presente pieza fue seleccionada para publicación en nuestra sección de opinión como una contribución al debate público. La(s) visión(es) expresadas allí pertenecen exclusivamente a su(s) autor(es) y/o a la(s) organización(es) que representan. Este contenido no representa la visión de Univision Noticias o la de su línea editorial.