Estudiantes se reunieron en el centro de Teherán para presentar respetos a los 176 fallecidos en el avión derribado por las fuerzas de seguridad de Irán. Pronto la concentración se transformó en una marcha cargada de enojo que terminó siendo dispersada por la policía. En un movimiento muy inusual, la televisión estatal iraní mencionó la protesta.