El 26 de abril de 1986 ocurrió el que es considerado el mayor desastre nuclear y medioambiental de la historia. La Unión Soviética pasó de negarlo a tener que aceptar los hechos después de cuatro años. Con el tiempo, y millones de desplazados, Ucrania ha habido intenciones de abrir el lugar como un centro patrimonio de la humanidad.