Cuando el más animal es el turista

La foto se ha hecho viral: una turista camina sonriente entre tortugas lora en una playa atiborrada de gente en Costa Rica poniendo en peligro la anidación de esta especie. Ocurrió a principios de septiembre, en el Refugio de Vida Silvestre Ostional, una de las áreas más importantes en el mundo para el desove de estos quelonios. Como ocurre en estas playas una vez al mes, esos días llegaban miles de tortugas lora a la vez para enterrar sus huevos en la arena. Pero esta vez, en la orilla se había producía otra ‘arribada’ igual de masiva: la de los turistas. “Había casi tres kilómetros de vehículos parqueados”, asegura Leonel Delgado, secretario del Sindicato de Trabajadores del Ministerio de Ambiente y Energía (Sitraminae), la organización que denunció los hechos y subió las imágenes a su Facebook. Como explica, se pisotearon nidos y hubo tortugas que se dieron la vuelta asustadas. “Es un hecho que va a haber efectos negativos”.
En el caso de estas playas de Costa Rica, Delgado asegura que se trata de un episodio “atípico” provocado principalmente por dos factores: las redes sociales y la sequía. Las primeras hicieron que se disparara la promoción de la arribada de septiembre y la escasez de lluvias facilitó el acceso de vehículos. “Llegaron tantos visitantes como tortugas, se salió de las manos”, comenta.
No obstante, las fotos ponen también en evidencia la imprudencia de muchos turistas al acercarse a los animales. Un comportamiento que se ha agravado al aumentar el turismo de naturaleza y las cámaras en los teléfonos móviles.
Estos son otros ejemplos en los que los turistas se muestran menos listos que los otros animales:
-Esto pasó hace solo unos días justo fuera del puerto de Moss Landing, en Monterrey (California). Una de las formas de turismo que más pueden molestar a los animales si no se realiza con cuidado es la observación de cetáceos. En este caso, unas personas se aproximan en kayak a una agregación de ballenas jorobadas. Y se acercan tanto que está a punto de costarles muy caro. Increíble [video 0:12].
-Es automático: animal salvaje + turista imprudente + cámara de fotos. Resultado: como mínimo un susto. En este caso, sucede en el Parque Nacional de Yellowstone hace ya unos años. El animalito tan mono al que se quiere fotografiar es un enorme bisonte. La carrera no tiene desperdicio [video 0:29].
-El comportamiento anterior tiene hoy en día una variante aún más surrealista: el selfie con animales peligrosos. En EEUU esto se da especialmente con osos. En las redes sociales se pueden encontrar muchos retratos de gente sonriente con unos de estos animales salvajes a la espalda (algunas de ellas falsas). Como recordó el año pasado el Servicio Forestal del Departamento de Agricultura de EEUU ( USDA), el no guardar las distancias con los osos, aparte de suponer un grave peligro para las personas, pone en riesgo también al animal. Dado que en caso de ataque, el oso será capturado y sacrificado.
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