Un gaviotín real que se enredó en una red de pesca y una ardilla bebé que se cayó del nido al ser podado el árbol donde estaba son algunos de los protagonistas de la obra de Ramón Casares. Fotógrafo de profesión, Ramón es un conservacionista de alma que convirtió el estudio en el que usualmente retrata a personas en un espacio para fotografiar animales de centros de rescate y ayudar a contar su historia. En este proyecto, que llama ‘Quebrados’, Casares une sus dos pasiones: la fotografía y los animales. “No estoy haciendo este libro para aquellos que ya les preocupa la conservación, mi objetivo principal es interesar a ‘los de afuera’, captar su interés y conmoverlos con estas historias”, dijo a Univision quien asegura que aprendió a gatear persiguiendo las hormigas en su jardín.