Joven muerto por tigresa no pudo correr
Sousa Jr., de 17 años, y el amigo de su hermano intentaron desesperadamente distraer a la tigresa siberiana de 350 libras (159 kilos), pero el enorme felino atacó entonces a Sousa."El no corrió. Intentó ayudar a su amigo, y fue él quien terminó peor", expresó el padre del adolescente, Carlos Sousa Sr., tras un encuentro del jueves con la policía.La descripción heroica de Sousa y los detalles del ataque del Día de Navidad surgieron en momentos que las autoridades revelaron que la altura de las paredes, bastante menor que la recomendada por los expertos, habría ayudado a la tigresa a escapar del espacio donde permanecía encerrada.El director del zoológico de San Francisco, Manuel A. Mollinedo, admitió que la muralla que rodeaba el predio donde permanecía el animal tenía 3.8 metros (12 1/2 pies) de alto. En un principio había manifestado que era de 5.5 metros de altura (18 pies).De acuerdo con la Asociación de Zoológicos y Acuarios, las paredes que rodean un complejo de exhibición de un tigre tienen que tener al menos 5 metros de alto (16.4 pies).Mollinedo manifestó que está cada vez más claro que la tigresa saltó o trepó por la pared.Los investigadores han descartado la teoría de que el animal se escapó por una puerta trasera del predio."Tiene que haber saltado", sostuvo. "La forma en que pudo saltar esa altura me sorprende".Mollinedo expresó que los inspectores de seguridad habían examinado la muralla, construida en 1940, y nunca realizaron advertencias por su altura.
La tigresa Tatiana, de cuatro años de edad, se liberó el martes
cerca de la hora de cierre del zoológico, matando a Sousa y lesionado
de gravedad a los otros dos jóvenes antes de que la policía la matara a
tiros.Los hermanos Paul Dhaliwal, de 19 años, y Kulbir Dhaliwal,
de 23, se encontraban en el Hospital General de San Francisco con
heridas severas de mordedoras y rasguños.Sus nombres fueron
suministrados por fuentes hospitalarias y de seguridad que hablaron a
condición de mantener su identidad anónima porque la familia aún no
había autorizado su difusión.La policía dijo que Kulbir Dhaliwal fue la primera víctima del animal.La tigresa pudo haber sido ayudadaDiversos
medios reportaron el jueves, que la fuga de la tigresa pudo haber sido
provocada por una de las víctimas que puso su pierna sobre el borde
protector del recinto del animal.El diario The San Francisco Chronicle
dijo que se encontró sangre y un zapato cerca de la cueva de los tigres
y que las autoridades estaban estudiando la posibilidad de que una de
las víctimas pudo haber puesto su pierna sobre el borde del foso
protector, ayudando a la fuga del animal.Responsables del
zoológico y la policía están desconcertados por el incidente: Aún no
pueden explicarse cómo hizo la bestia para escaparse de su recinto,
separado del área pública por una fosa perimetral.El diario citó
fuentes anónimas cercanas a la investigación que dijeron que las
evidencias encontradas en la escena del incidente "incluyen un zapato y
sangre en un área entre la puerta y el borde del foso".El cuerpo
de Carlos Sousa Jr., de 17 años, fue encontrado cerca del aposento de
los tigres con una mordida en el cuello y zarpazos en el pecho.
"Las
víctimas heridas escaparon, dejando huellas de sangre, por lo cual la
policía cree que la tigresa recorrió unos 300 metros desde su lugar",
citó la prensa.La tigresa atacó a uno de los hermanos antes de que la policía lograra distraer al animal para darle un disparo mortal."Alguien
creó una situación que realmente la agitó y le dio una suerte de
colaboración para salir", dijo Mollinedo, según las citas del diario.
"No es posible que el felino pueda salir de ahí por su propia cuenta.
Yo supondría que esto fue con ayuda"."Colgarse un par de metros sobre el borde pudo haber bastado" para provocar al animal, agregó el director del zoológico.Las
versiones de prensa señalaron que se "encontraron piñas de pino y
palitos en la fosa que pudieron ser lanzadas al animal. Este tipo de
cosas no alcanzan esa cueva naturalmente".No obstante, el
sargento de la policía Neville Gittens advirtió que "no hay razones
para pensar que las víctimas se burlaron de la tigresa".Los dos jóvenes sobrevivientes se están recuperando en el hospital y su estado es serio pero estable.Hace
un año, Tatiana introdujo sus garras a través de los barrotes y arañó
el brazo de una cuidadora que le daba de comer, a la vista de docenas
de personas. Tras el incidente, la "casa de los leones" fue cerrada al
público, y recién hacía tres meses de su reapertura.Mientras tanto, los padres del joven muerto el martes de Navidad criticaron las medidas de seguridad del zoológico."No
hicieron lo suficiente para el público porque yo creo que el zoológico
debería proteger ambos lados, el de la gente y el de los animales",
dijo a la CNN el padre de
Carlos Sousa, del mismo nombre, acompañado de su esposa Marilza Sousa,
que lo único que atinó a decir es "la Navidad nunca volverá a hacer lo
mismo".