Las recientes muertes de una niña panameña de 8 años y un adolescente hondureño de 17 años que estaban bajo la supervisión del gobierno de EEUU en la frontera con México han vuelto a levantar cuestionamientos sobre cuán preparadas están las agencias gubernamentales para atender una emergencia médica en medio del hacinamiento masivo en que son custodiados los inmigrantes.
Cómo la muerte de una niña bajo custodia de la Patrulla Fronteriza evidencia el desafío de cuidar la salud de los inmigrantes detenidos
El de la niña panameña Anadith Reyes es el segundo caso de un menor inmigrante fallecido bajo custodia de las autoridades en dos semanas, lo que cuestiona cuán preparadas están las autoridades para atender una emergencia médica.

Anadith Tanay Reyes Álvarez perdió el conocimiento en lo que fue al menos una tercera visita a médicos el miércoles en una estación de la Patrulla Fronteriza en Harlingen, Texas, y murió más tarde en un hospital, dijo la Oficina de Aduanas y Protección de EEUU (CBP). La niña se había quejado ese día de vómitos y dolores de estómago.
Murió el noveno día de su familia bajo custodia de la Patrulla Fronteriza cuando el tiempo máximo permitido es de 72 horas, según la política de la agencia.
La familia le dijo a los agentes que la niña tenía antecedentes de problemas cardíacos y anemia de células falciformes, reconoció CBP en su segunda declaración sobre la muerte. Se le diagnosticó influenza en el sexto día de custodia de la familia, lo que motivó que la trasladaran a otra estación.
CBP publicó el domingo un recuento detallado de los hechos, confirmando aspectos clave de lo que ha denunciado la madre de la niña tras haber publicado inicialmente solo una breve declaración.
Mabel Álvarez Benedicks denunció que los agentes ignoraron repetidamente las súplicas de hospitalizar a su frágil hija porque sentía dolor en los huesos, luchaba por respirar y no podía caminar. Agregó que solo se la llevó una ambulancia después de caer inconsciente y sangrando por la boca.
Los agentes dijeron que el diagnóstico de influenza de su hija no requería atención hospitalaria, según la madre.
La muerte de la niña se produjo una semana después de que Ángel Eduardo Maradiaga Espinoza, de Honduras, de 17 años, falleciera bajo la custodia del Departamento de Salud y Servicios Humanos de EEUU. Viajaba solo.
¿Por qué hay tantas personas bajo custodia de la Patrulla Fronteriza?
La carrera hacia la frontera que se desató antes de que expiraran los límites de asilo relacionados con la pandemia conocidos como Título 42 generó una presión extraordinaria. La Patrulla Fronteriza detuvo un promedio de 10,100 personas por día la segunda semana de mayo, en comparación con un promedio diario de 5,200 en marzo.
La Patrulla Fronteriza tenía a 28,717 personas bajo custodia el 10 de mayo, un día antes de que expirara el Título 42, el doble que dos semanas antes. Para el domingo, el conteo de custodia cayó un 23% a 22,259, todavía históricamente alto.
La capacidad oficial es de unas 17,000 personas, según un documento del gobierno del año pasado, y la administración ha estado agregando carpas gigantes temporales como una en San Diego que abrió en enero con espacio para unas 500 personas.
Aquellos que califican para ser liberados de la custodia mientras se tramita su solicitud de asilo, son procesados en la corte de inmigración, lo que toma entre 90 minutos y dos horas para un solo adulto y algo más para las familias. Ahí se crea un cuello de botella.
Por el contrario, se tarda solo 20 minutos en liberar a alguien con instrucciones de presentarse en una oficina de inmigración en 60 días, una práctica común en 2021 y 2022. Un juez federal de Florida que ordenó el fin de las liberaciones rápidas en marzo también bloqueó el intento de la administración Biden de reanudarlos la semana pasada en lo que los funcionarios describieron como una respuesta de emergencia necesaria al hacinamiento.
En medio de la oleada de este mes, había cientos de migrantes durmiendo en el suelo, muchos durante días, en territorio estadounidense entre dos muros fronterizos en San Diego mientras cientos más se escondían en una zona montañosa remota al este de la ciudad en chozas hechas con ramas de árboles.
La agencia proporcionó una dieta limitada de agua y papas fritas o barras de granola. Pedro Ríos, director del programa fronterizo México-Estados Unidos del American Friends Service Committee, contó que la Patrulla Fronteriza le dijo que llamara al 911 cuando los voluntarios encontraron a un bebé de 8 meses entre las paredes que estaba “apático y vomitando”.
¿Qué ocurre cuando alguien es detenido en la frontera?
Las instalaciones de detención de la Patrulla Fronteriza son de corto plazo, con personas durmiendo en tapetes con mantas de aluminio. Gruesas cortinas de plástico han reemplazado a las cercas de tela metálica para prohibir la libre circulación.
Los adultos solteros pueden ser transferidos al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) para ser deportados, liberados con avisos para comparecer ante un tribunal de inmigración o permanecer en detención a largo plazo.
ICE tenía casi 26,000 personas en detención a largo plazo en abril. Sus instalaciones se asemejan a una cárcel y, a menudo, son prisiones, operadas por agencias de policía locales o compañías penitenciarias como CoreCivic y The Geo Group Inc.
Por lo general, el gobierno no puede retener a las familias más de 20 días, según una orden judicial de 2015. El presidente Joe Biden rompió con sus predecesores Donald Trump y Barack Obama al negarse a detener a las familias más allá de las 72 horas iniciales con la Patrulla Fronteriza. Su administración adoptó recientemente toques de queda con monitoreo electrónico para familias liberadas en cuatro ciudades hasta que pasen las evaluaciones iniciales de asilo.
Los niños que viajan solos son transferidos al Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS), que generalmente los ubica con sus padres o familiares después de estadías cortas en instalaciones de detención contratadas. En 2021, el HHS no estaba preparado para custodiar a niños durante 72 horas, lo que provocó que permanecieran bajo el cuidado de la Patrulla Fronteriza. Eventualmente, contrató centros de convenciones en California, bases militares en Texas y otros sitios temporales.
La Patrulla Fronteriza devuelve a México a algunos migrantes que no califican para ser liberados, incluidos cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos, así como mexicanos.
Para deportar a los no mexicanos, ICE realiza vuelos chárter y, en casos excepcionales, vuelos comerciales. En abril, ICE fletó 117 vuelos, incluidos 33 a Guatemala, 21 a Colombia, 20 a Ecuador y 17 a Honduras, según Witness at the Border, un grupo de defensa que se basa en datos de vuelos.
¿Qué tipo de atención médica está disponible en las instalaciones de la Patrulla Fronteriza?
La agencia matriz de la Patrulla Fronteriza, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), creó un puesto de director médico en 2020, pero los servicios que ofrece son limitados.
Durante un recorrido por un importante centro de detención en McAllen este mes, los funcionarios dijeron que tenían alrededor de 100 medicamentos disponibles y que el 23% de los detenidos tenían necesidades médicas. El centro tiene una cabina médica y una sala de examen más privada con dos estetoscopios colgados en la pared.
El personal médico trabaja en la detección de enfermedades infecciosas, un trabajo fundamental durante la covid-19. También se aseguran de que los detenidos tengan los medicamentos necesarios, atienden partos y responden a cualquier necesidad que pueda evitar un viaje al hospital.
Sus instalaciones agregaron más de 1,000 "contratistas médicos" en los últimos dos años, dijo el domingo Troy Miller, comisionado interino de CBP. Prometió “acción inmediata para revisar y, cuando sea necesario, fortalecer las prácticas para garantizar que se brinde atención inmediata y adecuada a todas las personas, especialmente a aquellas que están en riesgo médico”.
¿Son nuevos los desafíos que enfrenta el gobierno para atender a los inmigrantes en la frontera?
No, y la creciente presencia de familias y niños no acompañados en la frontera durante la última década ha presentado a las autoridades estadounidenses enormes responsabilidades en materia de atención médica.
Al menos seis niños murieron durante un período de aproximadamente un año entre 2018 y 2019 durante la administración Trump; fueron retenidos bajo la custodia de la Patrulla Fronteriza o del HHS.
En marzo, una niña hondureña de 4 años “médicamente frágil” que estaba bajo el cuidado del HHS murió en un hospital de Michigan tres días después de un paro cardíaco.
En 2019, en medio de un aumento previo de cruces fronterizos, el organismo de control interno del Departamento de Seguridad Nacional observó a 750 adultos hacinados en un espacio para 125 en El Paso, Texas.
Otro informe de vigilancia en 2019 del valle del Río Grande encontró que algunos niños menores de 7 años estuvieron en condiciones de hacinamiento durante más de dos semanas.
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