Belice suscribió el lunes un acuerdo de "tercer país seguro" mediante el cual recibirá temporalmente a solicitantes de asilo en Estados Unidos "hasta que haya una decisión final sobre su estatuto", informó el gobierno centroamericano.
Belice firma acuerdo de "tercer país seguro" para recibir a solicitantes de asilo en EEUU
La nación centroamericana de Belice suscribió el acuerdo de tercer país seguro con la administración Trump, que busca acelerar las expulsiones de extranjeros.
"Acuerdos de tercer país seguro han sido usados por las naciones por décadas para compartir obligaciones internacionales y asegurar un ordenado, justo y legal manejo de casos de asilo", expresó el gobierno beliceño.
La oficina para el hemisferio occidental del Departamento de Estado estadounidense agradeció en X a Belice por "un hito importante para poner fin a la inmigración ilegal, acabar con el abuso del sistema de asilo y reforzar nuestro compromiso compartido de enfrentar juntos los desafíos de nuestro hemisferio".
El acuerdo, que todavía debe ser ratificado por el Senado de Belice, parece similar al que en agosto anunció el Departamento de Estado que se había alcanzado con Paraguay.
Desde su regreso a la Casa Blanca, el presidente estadounidense, Donald Trump, emprendió una campaña de deportación de migrantes y ha negociado polémicos acuerdos para enviar a deportados a terceros países, incluyendo El Salvador, Uganda, Sudán del Sur y Ruanda.
A principios de este año, Panamá y Costa Rica ya aceptaron vuelos estadounidenses con cientos de deportados de países asiáticos, sin calificarlos de acuerdos de "tercer país seguro", lo que dejó a los migrantes en una especie de limbo internacional.
El acuerdo fue suscrito por Francis Fonseca, ministro de Relaciones Exteriores, Comercio Exterior, Cultura e Inmigración de la nación centroamericana, y Katharine Beamer, encargada de negocios de la embajada estadounidense en Belice.
El gobierno beliceño destacó que el concepto de tercer país seguro se basa en los principios de la Convención sobre el Estatuto de Refugiados de 1951, que implica que un país puede negarse a conceder asilo a una persona y enviarla a un tercer país que sea considerado "seguro".
El gobierno de Belice declaró el lunes que "mantiene un veto absoluto sobre las transferencias, con restricciones de nacionalidad, un límite de transferidos y controles de seguridad exhaustivos".
El gobierno de esta nación mayoritariamente rural, ubicada entre México y Guatemala, reiteró su compromiso con el derecho internacional y los principios humanitarios, garantizando al mismo tiempo sólidas salvaguardias nacionales. No se permitirá la entrada al país a ninguna persona considerada una amenaza para la seguridad pública, afirmó.
Críticas en Belice al acuerdo de tercer país seguro con Estados Unidos
La decisión provocó fuertes críticas por parte de los políticos beliceños, quienes se opusieron al acuerdo, calificándolo de “decisión de profunda trascendencia nacional” anunciada con escasa transparencia gubernamental. El acuerdo debe ser ratificado por el Senado de Belice para entrar en vigor.
“Este acuerdo, por su propia naturaleza, podría reestructurar los sistemas de inmigración y asilo de Belice, imponer nuevas cargas financieras a los contribuyentes y plantear serios interrogantes sobre la soberanía y la seguridad nacionales”, escribió en redes sociales Tracy Taegar Panton, líder de la oposición en el parlamento beliceño.
Panton destacó las fuertes críticas a las violaciones de derechos humanos derivadas de políticas similares implementadas tanto por Estados Unidos como por Europa.
“Belice es una nación compasiva y respetuosa de la ley. Creemos en los principios humanitarios. Pero la compasión nunca debe confundirse con el cumplimiento a cualquier precio. Belice no puede ni debe ser utilizado como un vertedero para individuos que otros países se niegan a aceptar”, escribió.
Con información de AFP y AFP.
