Por Michelle Galván
Gritos de Igualdad
Michelle Galván presenta un reportaje especial en el que se adentra en la dura realidad de los inmigrantes indocumentados de la comunidad LGBT.

Hay quienes se refugian en Estados Unidos, con la esperanza de huir de la violencia y marginación que se vive en Latinoamérica. Sí la historia de un inmigrante heterosexual es difícil de contar, la de un inmigrante que pertenece a la comunidad gay, es todo un reto.
La discriminación por expresión de género ha creado un “ Apart-gay” en la sociedad.
Hay seres humanos que crecieron atrapados en un cuerpo que dicen no les corresponde, con el que no se identifican. Son personas que luchan día a día por tener oportunidades de empleo, de vivienda, de acceso médico, de beneficios migratorios.
La mayoría han sido víctimas de redes de tráfico humano y de las etiquetas que la misma sociedad les impone.
Esta situación en muchas ocasiones los conduce al suicidio, al acoso físico, mental y a la violencia en las plataformas digitales.
Luego de ver los señalamientos que se les hacen en las redes sociales, comencé a contactar a representantes de la comunidad “L.G.B.T.” en especial a escuchar a personas transgénero, quienes han modificado su apariencia física para defender su idea de ser como se sienten: hombre o mujer, sin importar el miembro reproductor con el que nacieron.
Esta minoría dentro de las minorías sufre además por la violencia transfóbica, que ha dejado alarmantes estadísticas de crímenes de odio, 5 se reportan tan solo en el estado de Texas en lo que va del año 2015.
En nuestra investigación “Gritos de igualdad” encaramos los retos por los que las personas transgénero luchan, también escuchamos las voces de activistas, abogados, autoridades, especiales e investigadores que se dicen preocupados por las asignaturas pendientes que el gobierno federal tiene con la comunidad Lésbico Gay Bisexual Transgénero.
La agenda de la comunidad L.G.B.T. es bastante amplia, el matrimonio igualitario y la adopción, forman parte de los derechos que buscan establecer más de 10 millones de electores homosexuales en país y miles más que siguen siendo esclavos de su propia libertad.
Hoy vale la pena escuchar a quienes forman parte de la sociedad y han sido discriminados incluso por la misma ley.