Irinea Buendía, una madre en busca de justicia llevó el primer caso de feminicidio a la Corte Suprema de México
El asesinato de Mariana Lima por parte de su pareja, un policía del Estado de México, fue el primero calificado como feminicidio que llegó a la Suprema Corte de Justicia de México. Detrás está una madre coraje que no dejó de luchar hasta que vio que se hacía justicia para su hija fallecida.
Cuando a la hija de Irinea Buendía la mató su esposo en 2010, ella no sabía lo que significaba la palabra feminicidio. Aquel día, el policía con el que se había casado su hija llamó por teléfono y le dijo que su hija Mariana se había suicidado.
Adriana Zehbrauskas
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Pero Irinea nunca creyó la versión que le dio el marido de su hija ni vio ninguna prueba que demostrara que se había suicidado. Mariana era víctima de violencia de género y el día antes de su muerte, le había dicho a su madre que estaba decidida a empezar una nueva vida. Quería dejar a su esposo y volver a estudiar.
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Por eso, empezó una larga batalla por la que buscó ayuda en organizaciones y estudió las leyes hasta llegar a la Suprema Corte de Justicia de México.
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En su sentencia, la Suprema Corte reconoció que hubo omisiones y obstrucción de la justicia y pidió una nueva investigación del caso que determinó que Julio César Hernández Ballinas era responsable del asesinato de Mariana Lima.
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"Sé que, aunque me pare de cabeza, nadie me va a devolver a mi hija con vida", reconoce Irinea. "Pero va a haber justicia porque Marianita sigue clamando y no nada más ella sino todas las mujeres asesinadas. Porque el único error que mi hija cometió fue haberse enamorado de un asesino".
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Julio César está en la cárcel a la espera de una sentencia para saber cuántos años deberá pasar en prisión. Mientras, Irinea participa en un colectivo de madres de víctimas que también buscan justicia.
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El de Irinea es un caso muy emblemático de México por dos razones principales: por haber sucedido en el Estado de México, que en los últimos años se ha colocado a la cabeza de la lista de feminicidios en el país, y porque el agresor es un policía judicial.
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Por eso, la victoria de esta madre da esperanza a cientos de familias que esperan justicia.