Fay deja inundaciones "catastróficas"
Estacionada sobre el noreste de Florida, la tormenta causó lluvias torrenciales que produjeron acumulaciones históricas de agua de 50 a 75 cm en algunos puntos del estado, haciendo temer una inundación todavía más extendida.Bush declaró el jueves la emergencia federal, comprometiendo así fondos y la intervención de agencias nacionales de emergencia en la grave situación.El gobernador de Florida, Charlie, Crist, había pedido el miércoles al presidente estadounidense que considerara la región como zona de desastre."Esta tormenta se está convirtiendo en una inundación catastrófica", dijo Crist en un memorándum enviado a la Casa Blanca.Fay atraviesa desde el martes la península de Florida en zig-zag, luego de pasar el fin de semana por el Caribe donde dejó un trágico saldo de al menos 40 muertos, la mayor parte de ellos en Haití.El jueves el fenómeno ingresó por cuarta vez en territorio floridano, tras un breve desplazamiento sobre las aguas del Atlántico, y se pronostica que la tormenta se dirija hacia el noroeste, atravesando el norte de la península en dirección al vecino estado de Alabama.Florida destinó hasta ahora más de 24 millones de dólares en respuesta a la emergencia, informó Crist, quién añadió que hay 61 refugios abiertos en todo el estado, donde la noche del miércoles había más de 1.500 personas evacuadas.A las 5 de la tarde el centro de Fay se ubicaba al oeste de la localidad Flagler Beach y llevaba vientos de hasta 95 km/h con ráfagas más fuertes, según el Centro Nacional de Huracanes estadounidense (NHC).Fay también provocó tornados que se desplazaron por siete condados del sur del estado, con un saldo en el de Brevard de diez casas derruidas y otras 50 dañadas, informaron autoridades de emergencia locales.Unas 100 mil personas quedaron sin electricidad en la península en los últimos días por el paso del fenómeno, que no llegó a convertirse en huracán pero está dejando enormes daños en propiedades y campos de cultivo.La mayor preocupación de las autoridades de emergencia es que se extiendan las inundaciones.Cerca de Melbourne Beach y en el condado de Glades, más de 50.000 viviendas están inundadas.En los alrededores de la ciudad de Fort Pierce y de Port St. Lucie, el desborde de ríos y canales provocó que los residentes tuviesen que trasladarse en botes y lanchas tratando de salvar sus pertenencias, y subirse a lo alto de las casas y árboles, según las imágenes difundidas por noticieros locales.Tornados aislados en la región destruyeron gran cantidad de propiedades entre el martes y el miércoles.Con la crecida de las aguas aumentó igualmente el peligro de las víboras y arañas de gran tamaño que pululan en la tupida vegetación de Florida.Además, los canales de la zona están repletos de caimanes, por lo que los desbordes se vuelven todavía más peligrosos.En medio de la tormenta, un león y un tigre de Bengala escaparon de un zoológico privado de Palm Beach, pero fueron capturados el miércoles, informaron autoridades de Florida.
En la zona de Immokalee, en el centro del estado, donde viven trabajadores agrícolas, muchos de ellos en casas rodantes que están en malas condiciones. Más de 126 residentes pasaron la noche en la secundaria de Immokalee, donde voluntarios de la Cruz Roja asistieron a las personas. Cerca a Immokalee, Everglades City prácticamente amaneció bajo agua este martes. La ciudad, con unos 500 residentes, está al este de Naples. Al entrar en la ciudad, casas rodantes se encontraban bajo agua. Y en
el centro de la ciudad, agua rodeaba al City Hall. Áreas residenciales
también estaban inundadas. Pero en el Condado de Highlands un hombre murió envenenado por gases de monóxido de carbono de su generador. John Robert Graves, de 54 años de edad, fue encontrado sin vida por su esposa en la casa de ambos al noroeste del Lago Okeechobee.En Marco Island, al oeste de Naples, árboles caídos y pequeñas inundaciones fueron la orden del día. Negocios se mantuvieron cerrados este martes y el tráfico vehicular comenzó a fluir, sin mayores estancamientos. Oficiales dijeron que hasta ahora no se han reportado mayores daños en el lugar. Por su parte, Fort Myers experimentó fuertes ráfagas de vientos, aguaceros e inundaciones en ciertas áreas.Y el impacto en Punta Gorda también fue benévolo. Y es que esta área se vio fuertemente afectada con el paso del huracán Charlie hace 4 años. En esa oportunidad, un comerciantes de la zona, César Valle no tuvo la opción de abrir su negocio el día después de Charlie, que entró como Categoría 4. Sin embargo, con el paso de Fay la situación fue otra. Después de la tormenta, Valle abrió su tienda aunque fue uno de los pocos que en horas de la mañana salió a la calle.En general los residentes de Punta Gorda recibieron con brazos abiertos la buena noticia de que la tormenta tropical Fay no causó daños en su ciudad. El fenómeno atmosférico que se pronosticaba tocara tierra como un huracán de Categoría 1 perdió fuerza y trajo consigo lluvias y vientos máximos de más de 96 kilómetros por hora en el suroeste de la península. Y es por esta razón que Valle celebró: "Después de que vivimos lo que hizo Charlie, esto ya no es mayor cosa."Sin embargo, residentes de esta ciudad ubicada al norte de Cabo Romano, lugar donde tocó tierra Fay se prepararon instalando contraventanas y colocando sacos de arena ante la posibilidad de destrucción. "Gracias a Dios que no fue tan grande la tormenta", celebraron los residentes.
La normalidad regresaba lentamente al sur de Florida este miércoles luego de recibir el embate de Fay,
la sexta tormenta tropical de la temporada ciclónica de 2008, que desde
el día anterior castigó a la península floridana con fuertes aguaceros
constantes y algunas ráfagas de vientos.Las
autoridades, en especial en la zona los Cayos de Florida donde Fay
primero tocó tierra el lunes por la tarde, reportaron inundaciones, la
caída de árboles y de líneas del tendido eléctrico.La empresa
energética Florida Power & Light reportó el martes que al menos 82
mil usuarios perdieron el servicio eléctrico en el estado, pero que
desde temprano ya tenía brigadas de reparación en las calles tratando
de restaurar el servicio.Fay además retrasó -al menos por dos
días- el inicio de las clases en Monroe, Broward, Miami-Dade y otros 23
condados de Florida. Pero ya las escuelas abrirán sus aulas a partir de
este miércoles en los Condados de Monroe, Broward y Miami-Dade.Por
otro lado, aunque los aeropuertos locales no cesaron sus operaciones,
la tormenta provocó la cancelación de medio centenar de vuelos y dejó
varados a más de 2,800 pasajeros. Las autoridades aconsejaron a los
viajeros a contactar sus respectivas aerolíneas antes de presentarse en
la terminal.Lluvias relacionadas a la tormenta continuaban
empapando partes del sur de Florida, pero con menor intensidad que las
reportadas durante la jornada del lunes. Los meteorólogos mantenían en
vigor una alerta de inundaciones y prevalecía la posibilidad de la
formación de tornados en el área.Los alertas de tormenta
tropical se mantenían para la mayor parte del sur de Florida donde
muchos residentes de zonas bajas y casas móviles fueron evacuados.Con
vientos de 60 mph (100 km/h) el centro de circulación de Fay, según el
Centro Nacional de Huracanes, tocó el territorio de Florida por segunda
vez el martes alrededor de las 5 a.m. cerca del balneario turístico de
Cabo Romano, al sur de Naples en la costa oeste del Estado.Fay
podría continuar produciendo acumulaciones de lluvia, de entre 5 y 10
pulgadas en partes de Florida, con la posibilidad de hasta 15 pulgadas
en algunas zonas.Por fortuna, y a pesar de haberse alimentado de
las aguas cálidas del Estrecho de Florida, Fay no logró convertirse en
un huracán de Categoría 1 como habían pronosticado los meteorólogos.Los
expertos anticipan que Fay continuará perdiendo intensidad en las
próximas horas, según su vórtice de baja presión se adentra al centro
de Florida. Se espera que el fenómeno vuelva a salir al Océano
Atlántico, donde podría encontrar los ingredientes climatológicos para
reorganizarse.El hecho, sin embargo, de que para muchos Fay haya
sido simplemente "un gran aguacero", no es motivo para bajar la
guardia: El Centro Nacional de Huracanes, con sede en Miami, ya ha
enfocado su atención en una nueva perturbación en el trópico que podría
convertirse en la séptima tormenta de la temporada ciclónica del
Atlántico, que terminará el 30 de noviembre.A su paso por los
Cayos, las autoridades del condado de Monroe no han reportado daños en
el área, a excepción de algunas inundaciones y múltiples apagones. En
algunas zonas cayeron postes de líneas eléctricas, pero no se
reportaron lesiones graves.Se estima que alrededor de 25 mil
turistas fueron desalojados del archipiélago de los Cayos, según el
alcalde de Monroe, Mario Di Gennaro. El funcionario afirmó que pese a
las deterioradas condiciones climatológicas algunos bares y
restaurantes continuaron abiertos, a pesar de que la clientela era
considerablemente escasa.