Después de que la Corte Suprema anulara el fallo de Roe vs. Wade, miles de personas salieron a protestar a las calles de Nueva York, que se autodeclaró un estado santuario para los abortos. La gobernadora Kathy Hochul garantizó un fondo de 35 millones de dólares para lo que consideran será una avalancha de solicitudes.
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