Denny Russo, quien trabajó en Wells Fargo entre 2008 y 2011, dice que funcionaba así: el banco ordenaba a sus empleados, especialmente latinos, que salieran a las calles en búsqueda de trabajadores indocumentados. La misión era lograr que abrieran el máximo de nuevas cuentas de cheques y de ahorros y, a cambio, perdonar a esos clientes inmigrantes las comisiones bancarias.
Empleados de Wells Fargo dicen que les mandaban a la calle a buscar a clientes indocumentados
Más quejas para uno de los mayores bancos de Estados Unidos. Estas acusaciones se suman al ya conocido entramado de estafa para abrir centenares de miles de cuentas y tarjetas sin que los clientes lo supieran.

"Cuando había pocos clientes de a pie, el gerente de la sucursal mandaba la instrucción a los empleados de herencia hispana de que fueran a un 7-Eleven (...) conocido por congregar a trabajadores indocumentados", dijo ese exemplado en una demanda a la que tuvo acceso el diario San Francisco Chronicle.
Como esta hay múltiples quejas de profesionales que trabajaron para Wells Fargo. El banco, que acumula meses de malas noticias, ha negado las acusaciones.
Wells Fargo, una de las mayores entidades del país, sufrió duras críticas de consumidores, legisladores y accionistas en 2016, cuando se descrubrió la creación de centenares de miles de cuentas y tarjetas que los clientes ni querían ni sabían que existían. Ya entonces, se descubrió que la población hispana era una de los objetivos más claros de la estafa.
Al entonces CEO de Wells Fargo, John Stumpf, el Senado l o recibió en septiembre acusándolo de "estafa", de prácticas bancarias "fraudulentas", "increíbles" y "perturbadoras".
Stumpf se defendió: "Nunca pedimos a nuestros empleados que vendieran productos que los clientes no querían". Pero, vista la magnitud de las estafa, tuvo que dimitir al cabo de unas semanas.
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